lunes, 22 de julio de 2024

ABUSO ABSOLUTO

Por fin ha terminado el Tour de Francia. Una vuelta de tres semanas de intensidad, de aburrimiento y de culebrón, a la que le ha sobrado la última. Desde la demostración de Pogačar en Plateau de Beille, la carrera estaba más que decidida. Esta vez no iba a haber ni un Granon ni un Col de la Loze que se le atragantasen al esloveno, puesto que no ha tenido ni un atisbo de mal día, como indicó ayer en las entrevistas. Ha ganado las tres últimas etapas, algo digno de un sprinter. Si en el Giro las seis etapas ganadas se interpretaron como un síntoma de una competencia menor, ¿Qué se puede decir de las seis que ha obtenido ahora? Es algo que todavía tengo que procesar. Su nombre se une a los de Coppi, Anquetil, Merckx, Hinault, Roche, Induráin y Pantani en cuanto al doblete Giro-Tour. Es cierto que pocos ciclistas lo habían intentado en los últimos veinticinco años, dado el sistema de los picos de forma. Ahora, con un pico de forma eterno, la carrera de Pogačar hacia la cima solo parece obstaculizada por uno o dos nombres del pasado. 

viernes, 19 de julio de 2024

NUEVA EXHIBICIÓN DE POGAČAR EN EL TECHO DEL TOUR

Desde Isola 2000, casi en la frontera italiana, Tadej Pogačar ha mandado un mensaje claro y definitivo sobre este Tour. Aunque hubiese algo de autoengaño en muchos de nosotros, ya estaba todo decidido en la salida de Embrun y la etapa ha sido un trámite, uno más en esta carrera sin límite de Pogačar con la historia. En meta, sin que apenas se le notase el cansancio, el esloveno celebraba con los cuatro dedos en alto y una reverencia palaciega. Por detrás, en concreto 1:42 después, han llegado Evenepoel y Vingegaard. Una vez cruzada la meta, el danés se ha desmoronado en los brazos de su mujer, dejándose llevar por la extenuación y quizá el llanto. Era la asunción de su derrota, pero también el reconocimiento de un gran logro. Como algunos preveían, su progresión en este Tour ha ido de más a menos, un poco en la misma línea que la de Pogačar en 2023. Aunque no haya podido rivalizar este año de tú a tú con Pogačar, habiendo pagado en la última semana su preparación relámpago, su vuelta después del terrible accidente de la Itzulia ha sido algo milagroso y digno de todos los elogios. 

jueves, 18 de julio de 2024

ETAPAS PARA LA FUGA Y ALGO MÁS

Tras el segundo día de descanso, después de la locura de Plateau de Beille, se han sucedido tres etapas de las antiguamente llamadas "de transición". En la primera de ellas, con meta en Nîmes, hubo más humo que en un fumadero de Shanghai o en el Vaticano tras una elección papal. De nuevo fue un día sin escapadas, resuelto al sprint. La única incidencia previa fue una caída sin consecuencias de Biniam Girmay, ya en la zona de protección. La victoria fue para Philipsen, excelentemente lanzado por van der Poel. La etapa de hoy, con meta en Barcelonnette, ha sido para la fuga. Al final ha sido cuestión de tres: Michal Kwiatkowski, Victor Campenaerts y el joven desconocido Mattéo Vercher, llevándose el triunfo en el sprint el abnegado corredor de Lotto. Kwiatkowski abrió el hueco con el resto de fugados y el empuje de Campenaerts lo ensanchó. Pero el belga supo ahorrar en los metros finales, mientras que Vercher pagó su inexperiencia. Otros componentes de la fuga grande, como Ben Healy y Oier Lazkano, se habían exhibido en exceso. También estaba presente Wout van Aert, por segundo día consecutivo en fuga; no así Mathieu van der Poel, después de intentarlo sin demasiada convicción al principio de la etapa: el campeón del mundo sigue en modo ahorro de energía

lunes, 15 de julio de 2024

¡LAS COSAS QUE HEMOS VISTO!

Vaya fin de semana hemos visto. Los cronometradores oficiosos no daban crédito a los registros de sus relojes. ¡Qué días! Desde aquel fin de semana de Padun, en un contexto menor, no se vivía tal algarabía. Vivimos tiempos de espectáculo, con una rivalidad que está escribiendo día a día un episodio más, en un eterno toma y daca de elegantes bastonazos, duelos al alba, o persecuciones con dinamita a la vuelta de la esquina, como en los dibujos animados. Los cronometradores más populistas hablan del pasado con tono admonitorio. Tolón-tolón, agitan las campanas a la entrada del pueblo: "¡Tres minutos menos! ¡Tres! ¡Ha caído el tiempo de Pantani! ¡Han sido mejores que Armstrong! Han sido tres minutos, que se recuerde. ¡Han sido tres!". Parecen decir que ese chico, sin apenas vello facial pero con cara de pillo, es peor que los grandes drogados del pasado, cuya fama ardió en la hoguera de las vanidades. ¡Ahí están los tiempos!, dicen. Pero yo no tengo ganas de ser Savonarola, ¡qué le vamos a hacer! Podría escribir un artículo deeply concerned, hablando de esto y aquello, pero no tengo ganas. Mis ganas de pontificar son más limitadas que mi entusiasmo, que tampoco es excesivo. 

jueves, 11 de julio de 2024

LECCIÓN DE HUMILDAD

La etapa del Macizo Central, con meta en Le Lioran, se ha resuelto con un segundo test fallido por parte de Pogačar y una gran recuperación por parte de Vingegaard, que entraría dentro del terreno de lo milagroso si no hubiese sido ya anunciada por muchos, entre otros por este espacio. La etapa, de 211 kilómetros y 4177 metros de desnivel acumulado, se disputó con gran intensidad desde el inicio y en sus últimos treinta kilómetros los cuatro primeros ciclistas de la general tuvieron que defenderse individualmente. La etapa acabó en un agónico mano a mano entre Vingegaard y Pogačar, un episodio más en la rivalidad y los duelos entre los dos mejores ciclistas de esta generación. En el sprint, sorprendentemente favorable para Vingegaard, quedó evidenciada la línea ascendente del rendimiento del danés, así como la línea de trazo más inseguro del líder. A la hora de la verdad, Vingegaard tan solo recuperó un segundo sobre Pogačar, aunque ese mísero segundo, como el napalm por la mañana, huele a victoria para el danés y su equipo. 

domingo, 7 de julio de 2024

FLUCTUACIONES DE INTENSIDAD

El Tour llega a su primer día de descanso con una alternancia entre días intensos y días de excesiva relajación, por no decir ausencia completa de competitividad. El Tour suele regalar días soporíferos, que invitan al espectador a dedicarse a otras cosas. Es algo habitual, a nadie debe pillar por sorpresa. Así fueron las etapas de Dijon y Colombey-les-Deux-Eglises, ganadas por Dylan Groenewegen y Biniam Girmay respectivamente. En la primera no hubo ni siquiera escapada, mientras que en la segunda se permitió rodar por delante durante gran parte de la etapa a Jonas Abrahamsen, que hizo un gran botín para la montaña sin ningún tipo de oposición. De hecho, inicialmente estaba acompañado por dos corredores del EF, que prefirieron inexplicablemente dejarse coger.  El día estuvo además marcado por una trágica noticia, la del deceso de André Drege, joven ciclista noruego del Coop-Repsol, en la Vuelta a Austria, en el descenso del Großglockner. Su muerte no ha estado acompañada de ningún tipo de reflexión, acostumbrándonos nuevamente a los desenlaces más trágicos, al igual que en otras épocas se miraba con temor al cielo y se hablaba de la aceptación resignada del destino. 

jueves, 4 de julio de 2024

DOS FORMAS DE ARTE

En las dos últimas etapas del Tour de Francia se han visto dos de las acepciones del término arte, recogidas por la RAE. La primera acepción considera que arte es capacidad, habilidad para hacer algo. La cuarta acepción, maña, astucia. En la etapa con final en Valloire, previo paso por el Galibier desde su vertiente del Lautaret, se vivió en el descenso del puerto toda una obra de arte en movimiento, en la que los atletas más preparados mostraron sus variadas habilidades en el descenso, en muchos casos asumiendo grandes riesgos. Capacidad, habilidad para hacer algo. En la etapa siguiente, con final en Saint-Vulbas, Cavendish obtuvo su ansiado récord en solitario de 35 victorias de etapa en el Tour de Francia: el sprint podría calificarse de limpio (obviando su habitual diagonal), pero no debe olvidarse que en la primera etapa, camino de Rímini, empezó vomitando. Maña, astucia.

lunes, 1 de julio de 2024

INCÓGNITA DESPEJADA

No ha tardado mucho en despejarse la gran duda de este inicio de Tour: Jonas Vingegaard está bien. Muy bien, de hecho. Sus ventrílocuos habían intentado hasta el momento rodear de una espesa bruma todo lo concerniente a su estado de forma, pero Pogačar se ha encargado de plantear la pregunta oportuna, que no ha tardado en ser respondida. La etapa de ayer discurría entre Cesenatico, localidad natal de Marco Pantani, y Bolonia, con un doble paso por la subida al santuario de San Luca que se prometía muy interesante.