miércoles, 15 de mayo de 2024
NO ES BUENO REPRIMIRSE
sábado, 11 de mayo de 2024
IL PERUGINO
Salvando los pronósticos iniciales más agoreros, este Giro está ofreciendo más de lo esperado. Casi todas las etapas están siendo interesantes, e incluso en las previsiblemente más anodinas hay algo de aliciente. Desde que el pelotón abandonó el Piemonte con Pogačar en rosa, se han disputado tres etapas en las que el líder ha dado un paso atrás, cediendo el protagonismo a otros ciclistas; en la séptima etapa, la crono de Perugia, Pogačar ha vuelto al primer plano con una de sus mejores exhibiciones en la materia, aportando incluso un puñadito de incertidumbre al sugo que ya lleva días y días removiendo a su gusto.
lunes, 6 de mayo de 2024
EL LOCO DEL PIEMONTE
El Giro se preveía movido desde un inicio, con dos etapas interesantes en Turín y en el santuario de Oropa, pero ha sido más que eso. Tadej Pogačar parece dispuesto a cumplir al máximo con el premio presenza otorgado por la organización, siendo la novia en la boda y el niño en el bautizo. Con tres días de carrera, cuenta ya con una ventaja holgada sobre Geraint Thomas (46''), pero no satisfecho con ello, quiere divertirse todavía más. Lejos de querer entrar en un ciclo ahorrativo, Pogačar parece dispuesto a dejar su sello en cada una de las etapas, sin tener en cuenta las fuerzas dejadas en el camino. No hay nadie al volante en su equipo y el chico no se puede contener: lo conocemos de sobra. Hace locuras, da espectáculo, pero también gana. Parece que es difícil que cambie a estas alturas; es así, ya se ha construido su personaje.
sábado, 4 de mayo de 2024
POCA EXPECTACIÓN ANTE UN GIRO CON UN CLARO FAVORITO
Con el Giro de Italia se inicia la temporada de grandes vueltas, tres semanas de entretenimiento diario, con sus pequeños dramas, sus momentos de intensidad e incluso sus plot twist. Pero, con el paso de los años, me he acabado dando cuenta de que es más interesante la expectación previa a una gran vuelta que una gran vuelta en sí misma. En la víspera se vive todo con cierto cosquilleo primaveral, hasta que llega la constatación de que no va a pasar nada sorprendente.