lunes, 30 de mayo de 2022

LA MAGLIA ROSA Y EL ESPECTADOR (UNA CORRESPONDENCIA, CAPÍTULO FINAL)

DEL ESPECTADOR A LA MAGLIA ROSA:

Verona, 29 de mayo

Me temo que esta carta equivale a un final. El final de una ilusión, maltratada sistemáticamente con el paso de los años. Creo sinceramente que no has estado a la altura; yo sí, todos los días al pie del cañón desde el inicio de la retransmisión, aunque muchas veces más ausente que despierto. El sueño ha sido más poderoso que tus encantos. A fin de cuentas, he acabado harto de la mediocridad de tu propuesta.

Nadie parecía querer ganar. Llegado a un determinado punto, la carrera parecía una competición de tortugas, esforzándose cada equipo por lanzar el ataque más tarde que su rival. Nadie quería desvelar las cartas antes de tiempo. Y finalmente, las tres semanas han acabado condensándose en tres kilómetros. Un maldito ataque de tres kilómetros a base de potenciómetro. Bora lo hizo bien, qué duda cabe; Ineos ya no es lo que era. Ni Sivakov, ni Castroviejo, ni Tulett sirvieron de auténtica ayuda para Carapaz, que más bien los utilizó para camuflar su debilidad en montaña. En cambio, el pendular Kämna ejecutó a la perfección su labor de gregario, sirviendo de lanzadera para el ataque de Hindley y descolgando a Carapaz, que se empeñó en seguirlos. Pero sin el bajón momentáneo de Carapaz, acrecentado por el pasillo humano en el que se convirtió la ascensión al Fedaia, la diferencia de Hindley habría sido menor. El día dejó las cosas bastante claras para esta crono, en la que no ha habido historia. 

¿Y qué decir de Landa? Ha rozado su tope en este Giro, a más no puede aspirar. Podría decirse que se ha movido dentro de sus posibilidades, pero siempre por debajo de las altas expectativas marcadas por la afición. Ni siquiera pudo servirse de Bilbao en el momento decisivo, y su equipo pareció optar incluso en la etapa del Fedaia por un difícil triunfo parcial de Novak (que finalmente fue para Covi). Aun así, pudo superar a un desfondado Carapaz en la subida, quedándose a poco de ponerse por delante de él en la general. Su último día en la crono ha sido catastrófico. Nadie le amenazaba por detrás, con lo cual no necesitaba forzar, pero su septuagésimo sexto puesto da un poco de vergüeza. Por detrás, la crono de Nibali también ha sido para olvidar: Bilbao y Hirt se le han acabado acercando demasiado. El podium ha sido barato.

El vigésimo corredor ha acabado a una hora, a dos horas el vigésimo noveno. El último clasificado lo ha hecho a más de siete horas: como si hubiese realizado una etapa de 250 kilómetros de más. En otra época, muchos corredores se habrían ido para casa por llegar fuera de control de forma reiterada. Todo ello es una muestra de que la carrera al final la han acabado disputando veinte corredores, siempre los veinte mismos durante los últimos días. Especialmente Hugh Carthy, renacido en la última semana, apartando incluso a Carapaz de mala manera en el pasillo del Fedaia.

De estos últimos días, carentes de intensidad, me quedo con la etapa de Treviso, con un cuarteto desafiando de nuevo al pelotón y a su mafia. Aprovechándose sobre todo de la contemporización habitual que hace el pelotón para no absorber demasiado pronto a los fugados, el cuarteto formado por De Bondt, Affini, Cort Nielsen y Gabburo consiguió plantarse en meta. Bien por ellos. Lo demás, salvo la concentrada intensidad del final en la Marmolada, apenas ha valido la pena. Desaprovechado el Pordoi, una vez más. ¿Y qué decir de la exasperante etapa del Santuario de Castelmonte, con una meta criminal y un paso completamente anodino por el Kolovrat esloveno? Para eso no merece la pena ni siquiera hacer turismo.

En fin, tengo que tomar distancia. Descansar un poco la mente, ver otras cosas. Me duele verte reducida a un estado tan lamentable, rebajando tu nivel para intentar congraciarte con todos. Ya está bien. Tienes que volver a tu esencia, la que me apasionaba: tu salvajismo, tus colpi di scena, tu infinita capacidad para transformarte. Ni siquiera has rozado el aprobado...Lo lamento. 

No sé si el año próximo tendré ganas de verte con la misma ilusión que tenía antaño.  

Hasta pronto.



DE LA MAGLIA ROSA AL ESPECTADOR (última carta)


Verona, 29 de mayo,


Acabo de recibir tu última carta. La he recibido rápido: estamos en la misma ciudad, aunque no hayas querido verme. Te escribo unas palabras en las que espero que notes más mi voluntad de disculparme que mi orgullo herido. Sé que este año quizá las expectativas eran más altas que en otros y que difícilmente podremos repetir en los próximos años el apasionamiento de 2015, 2016 o 2018. Entonces, maniatada la francesa por la tiranía del Sky, muchos visteis de nuevo en mí una esperanza de recobrar el ciclismo puro. ¡Pero no te puedes imaginar las presiones a las que me he visto sometida! Es difícil ser yo. He tenido que hacer muchos sacrificios. No es fácil compaginar ser guía turística, documental de naturaleza y espectáculo deportivo en retransmisiones de cuatro o cinco horas. La tensión se pierde durante tanto tiempo, irremediablemente. Y si quiero salpimentar mis días con dureza, los chicos se me suben a las barbas. Soy una mujer mayor, ya no acostumbrada a pelear, en el fondo me he vuelto demasiado permisiva con mis chicos. Les dejo hacer lo que quieran, ellos son ya los amos de la fiesta, y muchas veces se burlan de mí, pero yo les dejo hacer sus cosas. ¡Qué le voy a hacer! Me hacen gracia sus gamberradas...

Pero cuando te pones a comparar, y hablas de podios baratos, bien pronto te olvidas de los años oscuros del tránsito de siglo, de las participaciones infames, de los equipos casi de saldo, de los Caucchioli, Mazzoleni o Breseghin copando el podio. He pasado por tiempos tenebrosos, aunque entonces a ti, más joven y despreocupado, te hiciese la cosa gracia. Eran épocas en las que tan solo te ofrecía a la vista un tobillo o media pierna, lo que activaba tu imaginación; retransmisiones de 20 o 50 kilómetros, que hacían imaginar batallas previas de larga duración. Por no hablar de épocas que ni viviste, que conoces solo de oídas, mediante crónicas magnificadas o clips de youtube. Ahora ya has visto cómo están las cosas. Ya no tengo secretos y has sido partícipe de mis horas de sopor. Es como el paso de un noviazgo a una relación estable: no es lo mismo compartir unas horas al día, en las que todo parece una aventura, que el día a día, con sus momentos bajos, sus aburrimientos y sus sombras. Limítate a contemplar el paisaje, es lo que te aconsejo. 

¿Y no tienes palabras buenas para Hindley Aun recuerdo cómo, después de la ilusión inicial, renegaste de él en 2021. Te sentías decepcionado. Pues ahora ha vuelto, demostrando que quien se acerca a mí es por algo: porque tiene calidad, porque es un escalador de verdad, aunque lo sea en esta época de ataques más controlados y calculados. ¿No viste lo que cuentan los datos? Hay chicos que hacen comparaciones a veces quizá muy alocadas, sacándose datos de la manga, pero Hindley aparecía al lado de Pantani. Mi Pantani, mi mito, nada menos. Por algo será, digo yo.

Por lo demás, ha habido días en los que te he ofrecido cosas. Bien es verdad que se podrían haber arremangado más los de la general, pero no me negarás que la lucha de las etapas ha estado interesante. Todo lo interesante que ha sido posible, dado el material con el que me ha tocado jugar. Ahí ha estado van der Poel todos los días, haciendo el loco; la exhibición de Girmay; las escapadas que han llegado a meta y las que se han quedado a poco; algunas revelaciones, como Leemreize, siempre en fuga; el empuje de los viejos, como el remendado Pozzovivo; las sorpresas de Hirt en Aprica o el empuje infatigable de Carthy; el destronamiento definitivo de Ineos, que parecía tenerlo todo hecho desde un principio. No lo querrás ver así, pero este Giro ha tenido algo de simbólico: el final de Ineos, el landismo llegando a su culminación a medias...Para algo habrá servido.

No quiero que te quedes con la impresión amarga de que te invito a la resignación, a renegar de las ilusiones que antes depositabas en mí. Viví tiempos muy locos, con doctores de por medio, en los que todo parecía posible: ahora hay otros, claro está, pero algo más discretos. Se acabaron los tiempos de liarse la manta a la cabeza y salir a dar palos por ahí. Nos estamos haciendo mayores para eso. Los jóvenes de ahora parecen distintos. Sé que aunque ahora reniegues de mí, nuestra despedida no será definitiva. Te espero el año que viene. Sé que ahí estarás, aunque ahora te hagas el duro. 

Siempre tuya, tu maglia rosa.  

 

miércoles, 25 de mayo de 2022

LA MAGLIA ROSA Y EL ESPECTADOR (UNA CORRESPONDENCIA, SEGUNDA PARTE)

 DEL ESPECTADOR A LA MAGLIA ROSA

Turín, 21 de mayo

¡Te estoy muy agradecido! Cuando no esperaba nada, absolutamente nada de nada, te sacas de la manga una etapa interesantísima. Mi ánimo cabizbajo ha cambiado de pronto, gracias a ti. ¡Solo era necesario un simple gesto! Todavía tengo el corazón acelerado e incluso me tiembla el pulso al escribir estas líneas, lo que se debe no solo al calor sofocante de este verano adelantado, sino también al estado de excitación en el que me encuentro al escribirte. Voy a ser breve, porque las ideas y las palabras se me apelotonan en la cabeza y la mano es incapaz de seguir la velocidad de mis pensamientos. ¿Por dónde empezar? ¡Hace demasiado calor como para pensar con claridad y recordar todos los movimientos! Ni siquiera en estas colinas ombrosas que rodean la ciudad, terreno en el que poder saltar de árbol en árbol como un barón rampante de cuento, se puede uno refrescar. El polen y el polvo se mezclan, creando una turbia neblina en estas rampas atestadas de gente. Empezaré por lo más brillante del día: la acción de Bora. No esperaba que fuese Bora el equipo que acelerase con tanto descaro el ritmo, y mucho menos tan pronto. ¡Quedaba todavía el último enlazado de Superga y Maddalena! Tampoco entraba en mis planes que Wilco Kelderman se sacrificase de esa forma. Y por supuesto no esperaba ese toma y daca constante entre los favoritos, con Hindley y Carapaz destacados, pero muy igualados, Landa sufriendo, Almeida aguantando, Juanpe López defendiéndose con más orgullo que fuerza y Nibali renaciendo, aunque lo diésemos por muerto. 

Ni siquiera me ha molestado que Simon Yates, con su tendencia al yo-yó, haya sido el que finalmente se haya llevado el gato al agua, soltando su hachazo en el momento justo al coronar la subida de Parco del Nobile. Era el menos vigilado, había ahorrado fuerzas y es un experto en saber aprovechar el momento.  Tendrán razón aquellos que dicen que las etapas cortas regalan espectáculo, aunque me cueste admitirlo: al final, los ciclistas son los que ponen las piernas y hoy querían llegar pronto. ¡Por fin! Ha valido la pena esperar. ¿Me vas a regalar más días así?

Muchos besos desde Turín. Tu querido admirador. 

 




Cogne, 22 de mayo

¿Qué ha sido esto de hoy? ¿Cómo debo interpretarlo? Tengo la impresión de estar perdiendo años de vida a tu lado. Entiendo que ayer hubo mucha lucha de forma inesperada y hoy el desgaste se ha notado, pero...¿era necesario hacerme caer de tan alto? El pelotón no parecía ascender hoy a una cima, sino enterrarse directamente en un cráter, en un hoyo sin salida. A mi decepción se une la sensación de haber tirado un domingo entero a la basura. ¿Qué les digo a las visitas, que tuvieron que tragarse por mi culpa tu maldita etapa entre bostezos? ¡Quedé como un idiota defendiéndote! No hay por dónde cogerte...

Estarás contenta... Sí, tienes a Ciccone, a tu italiano. Atacando de lejos y merendándose como si nada un eterno puerto pedaleable. Por detrás no se movió ni una mosca. ¡Qué me importa ver a Giulio Ciccone peleando la etapa con Buitrago y marchándose desde lejos, a falta casi de 30 kilómetros a meta! Ciccone no es Coppi. No se jugaban nada, eran dos peones alejados. Me dirás que hubo torrentes que caían de las mismas montañas, el Dora Baltea, las fortalezas (como sacadas de una novela de Buzzati), esos paisajes tan bellos tras los que te escondes. Pero eso no me sirve. ¡Deja de disfrazarte! ¿Dónde está tu antigua magia, al menos la de la última semana? ¡Muéstrame algo, te lo suplico! En realidad sabes que nadie te quiere ni te necesita tanto como yo. 

PD: No sé qué puedo hacer para que cambies, todo son ideas (bonificaciones, invitaciones, eleminaciones), pero quizá debas ser tú la que tomes la iniciativa. 




 

DE LA MAGLIA ROSA AL ESPECTADOR: 

Aprica, 24 de mayo

Querido amigo, espero que tu ánimo se haya tranquilizado un poco tras el día de reposo. Te noté excesivamente alterado en tu última carta. Lo que sucede es que te lo tomas todo a la tremenda, como si fuera algo personal. Debes pensar que, en el fondo, a pesar de todas las virtudes que me atribuyes, solo soy un divertimento. Un divertimento frívolo. Me divierto muchas veces hilvanando historias, enlanzando anécdotas, esas que muchos periodistas acaban convirtiendo en cuentecillos de tanto triturarlas y repetirlas. Pues bien, eso en realidad soy: una distracción, un cúmulo de historias. ¡No me tomes demasiado en serio!

Precisamente aquí, en Aprica, se han gestado muchas de esas historias que te gusta recordar. Sí, aquí, en esta estación invernal setentera, con sus balcones llenos de flores y sus tejados de madera. Recuerdo ver pasar en esta misma línea de meta a Pantani, a Tonkov y a Gotti, a Scarponi... Nombres del pasado. Y ahora, aunque te pese, tendrás que añadir el de Jan Hirt a la larga lista. Ya sé que es un nombre sin excesivo glamour y que lo relacionarás, a buen seguro, con los rendimientos supersónicos de su equipo (¿qué llevará la Bière des Amis?). Pero ha sido el mejor y detrás, aunque te parezca que han ido parados, no ha sido así. 

Bien es cierto que el Mortirolo se lo han tomado a la ligera. Con el paso de los años lo han domesticado. Subían por la vertiente "fácil", todo hay que decirlo. La fuga delantera era interesante, con gente como Valverde, Kämna, Bouwan, Arensman, Carthy, Hirt... El holandés de DSM contaba con Hamilton como gregario y ha sido él el que ha marcado el ritmo (no lo iba a hacer Valverde, a su edad...). A buen seguro que no esperabas la trampa del Teglio. A muchos ciclistas creo que también les ha pillado por sorpresa. La Valtellina es como un tapiz verde, enmarcado por escarpadas montañas, que parecen levantarse a ambos lados como muros. Una de esas paredes es el Valico di Santa Cristina. No lo he transitado muchas veces, pero seguro que te acordarás cómo se le atragantó a Indurain. Me dirás que no es lo mismo, lo sé, pero hoy se le ha atragantado a Kämna, que ha empezado demasiado fuerte, con esa temeridad un poco orgullosa y prepotente que tienen los alemanes. Aunque Arensman le ha sobrepasado, también a él se le ha atragantado... Finalmente ha sido Hirt el que más ha resistido. 

Por detrás ha habido ritmo. Dicen que Hindley, Carapaz y Landa han batido el record de Pantani. Claro está que en 1994 Pantani venía de una etapa más dura y de un ataque largo, pero batir un record de Pantani, aunque sea por poco, no es moco de pavo. Sabes bien lo que significa. Almeida ha perdido tiempo, pero se ha defendido muy bien. Así pues, no creo que tengas queja. Y si la tienes es que no sabes apreciar los pequeños detalles: las estrechas rampas entre casas (apenas un pasillo) en el paso de Teglio, el bosque húmedo en el breve descenso desde coronar el Valico hasta enlazar por la carretera de Aprica...

Tienes que descansar. ¿No has visto que cada día me parezco más a un relajante documental de naturaleza y viajes? ¡Disfruta! Olvídate de los grandes nombres, de la maldita historia, de las batallitas. ¡Has de vivir más a la ligera, sin la congoja de los grandes días! No esperes nada, las cosas vendrán por sí solas.  Te lo dice tu maglia, que te quiere. 

 PD: Ahora mismo estoy tomándome un helado en un pequeño bar que se encuentra en la misma línea de meta. Me lo estoy tomando a tu salud. Un sabroso helado de nocciole e cioccolatto. Según me han contado, hace un tiempo por aquí pasó uno de esos escritores domingueros que tiene un blog sobre ciclismo. Mándale saludos. 





Lavarone, 25 de mayo.

Sigues en silencio. Para que veas que no te guardo rencor por tus cartas encendidas y por tus cambios de humor drásticos del pasado fin de semana, te escribo otra carta. Lo hago desde Lavarone. ¿No me negarás que no te ha gustado el ascenso al Menador? Una carretera esculpida en la roca, estrecha como una escalera, como un sendero de mulas...¿No te imaginas a ejércitos desplazándose torpemente por estas laderas, cargando las ametralladoras a lomos de animales? ¿O a poetas y a locos atravesando estas rutas, con botas desgastadas y sucias, en plena ventisca de nieve? Hoy te he ofrecido un panorama digno de una novela de Mitteleuropa y en sacrificio nada menos que te he entregado a van der Poel: espero que sepas agradecérmelo.

Ese holandés es un tipo testarudo y alocado. Se ha lanzado sobre la última subida como si lo hiciera sobre un plato de spaghetti después de un ayuno prolongado. Cuando la carretera se ha puesto auténticamente difícil lo ha empezado a pasar mal. ¡Le ha cambiado de pronto la expresión, le he llegado el empacho! Todas sus actuaciones diarias están siendo un buen entretenimiento, a fin de cuentas. ¿Y qué me dices de Leemreize? ¿No crees que es el descubrimiento de este año? Siempre desvelo alguna sorpresa y este espigado y famélico holandés con cara de niño lo está dando todo. Lamentablemente parece estar tocado por la mala suerte de los de su patria. ¡La misma que van Gogh! Y también ha sido excepcional el empeño de Carthy y de Hirt. Sobre todo del británico. Se está curtiendo en estas cuestas, siempre en cabeza. Hoy el checo en algún momento ha puesto en peligro el liderato, aunque después su distancia se haya volatilizado. ¡Te he dado argumentos para seguir viéndome más tiempo!

Finalmente ha sido Buitrago el que se ha llevado el triunfo. Al igual que ayer, no ha sido el primero en atacar el que se ha llevado la victoria, tampoco el que le ha sobrepasado. Ha sido finalmente el tercero en liza el que ha ganado. Ayer fueron Kämna, Arensman y Hirt; hoy van der Poel, Leemreize y Buitrago. Parece un patrón (te ofrezco incluso esas sutiles simetrías). Lamento que por detrás haya tanta igualdad... Hoy a Landa se le ha visto bastante empeño, aunque las fuerzas sean bastante parejas con respecto a Carapaz y Hindley. Una vez distanciado Almeida, Carapaz puede jugar a especular. Hindley, por su parte, ha estado demasiado aletargado: quizá luego necesite tiempo.¡Todo se decidirá en Verona!

Espero que al llegar a la ciudad de los enamorados al menos te reconcilies conmigo. Sé que en otras ocasiones he  dado una impresión mejor, más vital, más divertida. Yo era la hermana loca de las grandes vueltas: pero mi sorprendente desquiciamiento se ha acabado convertiendo en una serie de tics y defectos predecibles. Perdóname por no estar a la altura de tus expectativas. 

Tu querida maglia. 

PD: Me gustaría pensar que, cuando acabe el año o incluso cuando pase el tiempo, nos arrepentiremos de todos estos reproches y veremos este año con algo de nostalgia.

 


sábado, 21 de mayo de 2022

LA MAGLIA ROSA Y EL ESPECTADOR (UNA CORRESPONDENCIA)

DE LA MAGLIA ROSA AL ESPECTADOR: 

“Visegrad, 6 de mayo,

Amado, te escribo unas notas apresuradas a orillas del Danubio, bajo la fortaleza de Visegrad. Espero que hayas disfrutado la visita, ha sido larga y pausada. ¿Qué te ha parecido esta curva del Danubio, dominada por la fortaleza? ¿Y estas planícies solo suavemente onduladas, interrumpidas de pronto por este ligero promontorio? Ya sabes que muchas veces me debo a intereses mercenarios (es el trabajo), pero aun así sé vestirme con las mejores galas incluso en el exilio.

Además, la estrella que tú deseabas ha ganado en Visegrad. ¿Era la que querías o eran otros los que andaban como locos con ella? Ya no lo sé, cada día dices una cosa. Pero ha dejado a todos sentados. ¡Qué animal! ¡Es el caballo loco que necesita el ciclismo actualmente! O eso dicen. Me noto eufórica porque las cosas han salido a pedir de boca. Supongo que para festejar el día habrá que beber una copa de vino de la zona. Me imagino ya las fotos de los periódicos, con el chico que todos querían (el que tú querías, ¿no era así?) vestido de rosa. El desembolso ha sido importante para traerlo casi a rastras, pero espero que haya merecido la pena.

Siempre tuya.

M.R.”


 

-----------------------------

DEL ESPECTADOR A LA MAGLIA ROSA: 

“Budapest, 7 de mayo.

¡Cuánto había echado de menos tus sorpresas! ¿Cómo has conseguido que un tipo tan menudo haya ganado la crono? Simon Yates, sigo con los ojos como platos. La verdad es que no presentabas muchos competidores de calidad para esta dicisplina, pero cuando he visto que los Jumbo eran superados por este apabullante tiempo de Simon Yates, ya solo he puesto mi confianza en una proeza por parte de van der Poel...tu regalo. ¡Cómo me cuidas, incluso en el extranjero! Aunque a veces no me guste cómo luces cuando te marchas a otros países, e intentas camuflarte bajo otros ropajes y otras costumbres que no son las tuyas, esta vez te lo perdono, pues me has ofrecido un despliegue de grandes avenidas, edificios historicistas y un enorme río. ¡Una ciudad imperial! El resultado ha sido...interesante, al menos inesperado. Por favor, te pido que no me des estas sorpresas tan a menudo. Mi corazón se resiente y ya soy mayor.

Tu amado observador.”


 


“Catania, 10 de mayo,

Hice bien de romper la carta que te iba a enviar hace dos días. Era fría, inútil y un tanto cínica. Me aburrió esa etapa llana en la que ni siquiera el Balaton pudo hacerme olvidar el triunfo de Cavendish. He de decir que lo consiguió por el pleno centro, sin ayuda, algo insólito. Pero no estaba de humor.  Hoy tampoco lo estoy en exceso. Debe ser este día nublado siciliano, este calor pegajoso de la isla que, al ascender, se torna pronto en frío e inestabilidad. ¿Dónde están los favoritos? Ya sabes que quiero batalla y, sin embargo, me has planteado una fuga sin sustancia, con muchos minutos de ventaja. El duelo entre Lennard Kämna y Juanpe López ha estado bien, al menos, con un paisaje que, tengo que admitir, siempre conmueve. Esta isla tiene algo especial que hace que siempre los poetas se detengan en ella, los cineastas rueden aquí sus mejores películas o los filósofos pierdan la cabeza. Tú no me hagas perderla, te lo ruego, ya fue demasiado duro el pasado año como para padecer otro semejante.

Tu amado y siempre atento espectador.

 PD: ¡Una lástima la última curva de Juanpe! Helàs!



---------------------------------------------------------------

DE LA MAGLIA ROSA AL ESPECTADOR:

“Nápoles, 14 de mayo,

Ayer recibí tu carta. Llegan siempre con un poco de retraso, como todo en este país. Lamentablemente este país es así. Pero aquí estoy yo para ofrecértelo siempre de forma nueva, brillante y luminosa, a la par que tradicional. Te escribo desde via Partenope, con el Castel del Ovo enfrente. No podrás decirme que no te han gustado las vistas... Ni Sorrentino es capaz de sacar su ciudad con esta luz que hoy te he mostrado. Y además, ha habido espectáculo.

Antes de empezar quiero decirte una cosa: no quiero entrar de nuevo en tu juego pasivo-agresivo de todos los años. Por ello, ni siquiera voy a pararme a comentar mi paso por Messina y Scalea, porque te veo venir. Me dirás que soy aburrida, que no tengo nada que ofrecer y yo, como todos los años, te diré lo mismo de siempre: ¡no soy yo, son ellos! Y siempre tengo que dar oportunidades a todos. Y aunque no lo creas, mi esencia siempre han sido los últimos kilómetros, ese frenesí, esa pasión que te hace perder la cabeza aunque antes hayas bostezado a más no poder. No puedo estar en todo. ¡Exiges demasiado!

Sobre lo de ayer y lo de hoy, supongo que no tendrás queja. Ayer tuviste a tu Dumoulin. ¿No lo querías ver de nuevo delante, después de sus depresiones? Pues ahí ha estado, sacrificándose por su joven compañero Bouwman. ¡Si hasta te proporciono historias! Y hoy espero que te hayas reconciliado un poco conmigo y borres de la cabeza esos oscuros pensamientos que siempre propicia la presencia cercana de un volcán. Aquí también hay uno, claro está, pero la ciudad, con esa extraña mezcla de dejadez y belleza, ha sabido vivir de espaldas a la incertidumbre que genera su amenaza. Y yo, que siempre estoy atenta a los detalles, te he devuelto a los clásicos. No, no a Plinio, ¡sino a De Gendt! Cómo ha sabido jugar con todos, aprovechando el ataque a contrapié de Gabburo. Si incluso van der Poel ha quedado un poco retratado, con esa apariencia de caballo loco, atacando a destiempo y luego con Girmay soldado a rueda. Te he ofrecido un recorrido de mundial, un poco más corto, es cierto, pero enseñándote la parte bella de Nápoles (nada de Scampia ni cosas por el estilo). Mucho Sorrentino, poco Saviano. ¿Me podrás perdonar?

Siempre tuya, tu querídisima maglia rosa.”



---------------------------------------------------

DEL ESPECTADOR A LA MAGLIA ROSA: 

“Pescara, 15 de mayo,

Lamento el tono del pasado día, yo creo que podré amoldarme un poco a tus ofertas. Hoy he quedado medio convencido de lo que me has propuesto. Aliviado. Siempre el Blockhaus es una subida dura, hoy más expuesta al viento, y puesto que tu carrera este año no cuenta con grandes nombres, se ha vivido igualdad y alternativas. Bardet, Landa y Carapaz han arriesgado un poco, pero no tenían piernas; me quedo antes con la sensacional ascensión de Almeida, siempre a ritmo, con la boca abierta, y con la resurrección de Hindley. Siempre había confiado en este corredor, en su tez pálida, tan acorde con estos prados que hoy me has mostrado, cubiertos de nieve en invierno o salpicados de rebaños blancos en primavera y verano. Su temporada 2021 me dejó frío y decepcionado, con lo cual ha sido una alegría verle ganar hoy ¡Y qué decir del maltrecho Pozzovivo! Hoy los viejos lo han hecho bien, y eso siempre hace recordar que uno no es tan mayor, que no pierde irremediablemente el tiempo delante del televisor, viéndote un año más.

Pero antes que nada, me quedo con Juanpe López. ¿Quién lo iba a imaginar? Ha sufrido, se ha quedado cortado en plena ascensión por el viento racheado, que le ha obligado a orillarse en exceso, poniendo casi pie a tierra, pero ha logrado recomponerse. ¡Y ha luchado! Vamos que si ha luchado...

Hoy estoy contento. Te lo agradezco. Todavía está lejana la magia de los grandes días, pero ya sabes, soy fanático y atolondrado. Cuando veo grandes exhibiciones, arqueo las cejas, pero cuando no las veo, bostezo. Es mi sino. Espero que seas capaz de darme una nueva oportunidad, pero seguiré exigiéndote el máximo (con amor).

Tu paciente observador, siempre a tus pies.”



--------------------------------------------------------------

DE LA MAGLIA ROSA AL ESPECTADOR: 

“Jesi, 17 de mayo

¡Ahí lo tienes! ¡El sprint del año! ¿No tienes nada que decir? Te escribo deprisa, ya sabes que siempre estoy en marcha, pero espero que hayas disfrutado con la etapa y con ese duelo entre Girmay y van der Poel que te he ofrecido. ¿Has visto cómo incluso son buenos chicos? Van der Poel le ha felicitado, en vez de golpear el manillar. ¡La foto ha quedado de maravilla! Los tiempos están cambiando y ni siquiera yo me doy cuenta. Y la etapa ha sido movida: los sprinters se han descolgado, como siempre dices que te gusta, y luego incluso Carapaz ha intentado arrancar. Ya lo sé, ha sido de forma tímida, pero al final las dos grandes estrellas para esos días que tú sueles definir como anodinos han dado la cara y se han marcado un sprint de casi 400 metros, codo con codo, como los que pocas veces se ven. ¡Europa contra África! Y ha ganado África. No me digas que no te ofrezco historias. Todos los periodistas andan ahora tecleando sobre las bicicletas que les llevamos a los eritreos cuando eran nuestra colonia. ¡Y cómo Girmay se venga de su metrópoli, al igual que hizo Bikila en Roma! Una historia que rima muy bien con la de Bartali y los judíos y que, el tiempo dirá, acabará sumándose a mi largo anecdotario. 

Tu amadísima y fiel maglia rosa.

PD: lástima el tapón. Nota mental: botellas descorchadas a partir de ahora.”


 

------------------------------------------------

DEL ESPECTADOR A LA MAGLIA ROSA: 

“Génova, 19 de mayo

Lamento escribirte con este tono sombrío, pero estoy perdiendo la paciencia. Siempre dices lo mismo, solo escribes cuando tienes que sacar algo de pecho. Pero cuando vienen mal dadas, cuando ofreces un tostón sin aliciente, te escabulles, te refugias en la historia, en que siempre ha sido así, y yo no estoy para escuchar más estas excusas. Tendrás que decidirte: si prefieres la historia o al espectador. ¡Algo tienes que hacer! ¡Reacciona! En realidad, sabes quién te conviene, quién te ama, quién ha estado siempre ahí. Pero me ignoras de forma sistemática, escamoteas toda posibilidad de diálogo. Y estoy cansado.

Esto de hoy, ¿qué ha sido? ¡Un bodrio soporífero! Peor que una peli de tarde. Sí, ya lo sé, Génova no es Florencia. Es difícil ocultar en tantas tomas de helicóptero sus polígonos, su puerto industrial, la herrumbre de sus autopistas sobreelevadas, esa monstruosidad que a modo de frontera separa la antigua Dominante, con su vicoli llenos de ratas y palacios decadentes, del puerto viejo, convertido en un pequeño parque temático de provincias. Hasta el momento no me quejaba, los ganadores de etapa habían sido todos de calidad.  Pero...¿Oldani? Ayer ganó Dainese, en un sprint monumental sin nada que reprochar: pura fuerza. Un toro padovano para acabar con una etapa aburrida. Pero hoy el pelotón se lo ha tomado con mucha desgana, permitiendo que Kelderman vuelva a colocarse casi delante, sin aprovechar el terreno quebrado. Oldani, Leemreize y Rota. Sí, ya sé, se notaba la impaciencia por la tardanza de un triunfo  italiano, pero...el que está perdiendo la paciencia soy yo.

Prefiero no continuar. No quiero enfadarme ni que tomes esta carta como un mensaje agresivo. Simplemente estoy cansado, aburrido, insatisfecho. Quedan pocos días. Espero que la próxima vez tengamos algo realmente de lo que hablar.

Tu observador, cada día más impaciente.”



----------------------------------------------------

DE LA MAGLIA ROSA AL ESPECTADOR: 

“Cuneo, 21 de mayo

Te engañaría si te dijera que estoy dolida, pues no son nuevos esos reproches que me lanzabas en la pasada carta, como dardos envenenados. Lo hago lo mejor que puedo, eres consciente de mis esfuerzos. Y creo que no es necesario que te repita que ellos son los que montan el espectáculo. Hoy lo ha habido. ¿No te ha parecido interesante? Esos cuatro trotones le han planteado un problema serio al pelotón, Maestri, Eenkhoorn, van den Berg y Prodhomme. No muy conocidos, pero valientes. ¿No has visto como el Groupama iba perdiendo unidades por detrás, como cartas que salen volando en un castillo de naipes? ¡Y qué me dices de los relevos de Eenkhoorn! No mientas, te ha gustado.

Y lamento mucho lo de Bardet. Ya sé que en cuestión de favoritos, la cosa no anda bien, pero quizá te agrade que tu Landa tenga en camino más allanado. ¿Porque eres landista, no es así? Nunca me aclaro.

Aun queda lo mejor y espero que estés atento a partir de ahora. Te prometo ser buena. Te ofreceré tesoros. Pero tienes que seguir atento, por favor. No apagues la tele. Deja un rato el móvil. Haz la siesta, pero solo el tiempo justo para conectar en los kilómetros decisivos. Yo soy siempre así, agradecida y un poco orgullosa, pero a diferencia de esa estirada francesa, siempre de moda, con tanta publicidad detrás, yo siempre soy un poco más humilde, más popular...Sé arremangarme los brazos. Y sé ceder. Por desgracia, Pogacar prefiere todavía la publicidad de esa maldita francesa. ¿Qué puedo hacer? Tendré que convencerle, sacar mis mejores argumentos y virtudes, incluso recurrir al deshonroso dinero. Pero tendrá que ser otro año. Como Anna Magnani, sé arrastrarme por el fango sin perder un ápice de mi dignidad. Tú mientras tanto, ¿me prometes que seguirás ahí? Hazlo por mí, solo una vez más.

Yo estaré siempre ahí para ti.

Siempre tuya, tu adorada rosa."



 

(continuará...)