Vivimos tiempos épicos y con bastante material para los sueños. Hay un montón de series de fantasía, con dragones, espadas y vendettas. Lo del Kern Pharma en esta Vuelta entra de lleno en esos terrenos de fantasía. Ni sus creadores habrían imaginado algo así. Mientras la general sigue liderada por Ben O'Connor, con sus principales rivales midiendo esfuerzos, calculadora en mano (sobre todo Roglič), la Vuelta a España está siendo dominada de cabo a rabo por el Equipo Kern Pharma, un equipo de la segunda categoría. ¿Quién lo habría dicho en la salida de Lisboa? A las dos etapas ganadas por Castrillo se suma ahora la de Urko Berrade en Maeztu, conseguida ante una competencia de altísimo nivel. No es una etapita en Burgos, ni en Langkawi, ni en el Tour de Hainan, con todo el respeto: los rivales aquí eran de otro rango. Ya de entrada, el equipo farmacéutico era el único que contaba con tres representantes en la selección final: han ganado a placer.
Otro que se estrena en la Vuelta. |
Pero no adelantemos acontecimientos. La Crónica se quedó en aquel estacazo de Castrillo camino del Cuitu Negru, la rampa de garaje por antonomasia. Allí Castrillo desbarató la convivencia conflictiva de sus dos acompañantes, Vlasov y Sivakov, dos que hasta hace poco compartían pasaporte. Luego llegó la etapa de los Lagos. Una etapa marcada por la lamentable y dolorosa retirada de Wout van Aert. La enésima caída y abandono del campeón belga, en su año aciago, completamente para olvidar. Van Aert estaba siendo la figura central de la Vuelta, honrando su participación con una disputa a dos bandas de los puntos y la montaña. Parecía tener más etapas a su alcance, sobre todo la de Santander. Para su objetivo de la montaña se marchó en la fuga del día, con otros corredores como Soler, Vine, Del Toro, Poole, Frigo, Riccitello, Ion Izagirre, Miholjevic, Zana y Engelhardt. Era para él una etapa poco idónea, con el Fito, Collada Llomana y sobre todo los Lagos. Ya en el Fito se había marcado un gran descenso, en el que simplemente se había dejado caer, adaptando con suavidad su cuerpo a las curvas, sin aparentes contratiempos. Le sacó un minuto al resto de acompañantes de la fuga sin apenas darse cuenta, pero se dejó coger. En la Collada LLomana, en el descenso, Engelhardt patinó en una curva, la misma que en 2021 ya había dado problemas (en ella se cayó Odd Christian Eiking). Wout van Aert tuvo la mala pata de ir en ese momento a rueda del alemán de Jayco, esquivándolo in extremis y golpeando con la rodilla contra el talud de roca. Su rodilla ensangrentada recordaba a la de Museeuw en Arenberg en 1998 o a la de Valverde en la crono de Düsseldorf en 2017. Intentó retomar la marcha, pero no pudo, la herida era demasiado profunda. No solo tuvo que despedirse de sus maillots de la Vuelta, sino que también lo hace del resto de la temporada. Ojalá tenga un 2025 sin tantos sobresaltos ni tanto dolor.
Los que continúan, el que abandona. Fantástica foto (getty images) |
En los Lagos se vivió una gran ascensión. Por delante, UAE parecía tener a Del Toro como principal favorito. El prodigio mexicano se ha dejado ver entre poco y nada, a diferencia de otros campeones primerizos que hacen de la Vuelta su trampolín de lanzamiento. No iba a ser su día, sí en cambio el de Soler. El corredor de Vilanova i la Geltrú se marcó de nuevo una subida de las de su estilo, de menos a más, a arreones; primero detrás, luego delante, luchando siempre contra sus propios demonios. Conocía la subida y eso fue crucial para agotar a Max Poole, su gran rival del día y otro adicto a las fugas durante esta Vuelta. Por detrás también hubo movimientos, primero de Mikel Landa, "cogido de abajo", más tarde una aceleración de Mas, con Roglič y Carapaz a rueda. La mecha de Mas duró poco y luego ya fueron los tres más o menos relevándose, con O'Connor distanciado. Durante algún momento dio la impresión de que O'Connor iba a ceder definitivamente, pero mantuvo el liderato por tan solo cinco segundos sobre Roglič. Fue una buena etapa, pero marcada por una desgracia y poco decisiva de nuevo.
Soler se marcha hacia adelante, dejando atrás a Poole y Zana. |
Por los rostros, unos han guardado, otro no. |
En la etapa de Santander se vivió una bonita persecución, entre un grupo de fugados modestos formado por Isasa, Champion, Guernalec y Gregaard, y el pelotón, liderado por Alpecin, Dsm y... Kern Pharma, para las opciones de Pau Miquel. La primera parte de la etapa contaba con algunas subidas complicadas y bonitas, como la Estranguada y el Caracol. Luego, en el llano, comenzó a arreciar la lluvia, de modo que la persecución se ralentizó por prudencia. Les dieron alcance ya en las calles de Santander, obteniendo Kaden Groves su tercer triunfo de etapa.
Y finalmente, en la etapa de ayer, se volvió a vivir de nuevo un festival de Kern Pharma. Se había formado una fuga multitudinaria, una más en esta Vuelta en la que tanto beneplácito se les ha dado. Nada menos que unos cuarenta corredores rodaban por delante. Todo ha implosionado en la Herrera, un puerto clásico de la Vuelta, al menos en la versión de El Correo de 1955 a 1978. Por delante se ha destacado una selección, en la que finalmente no ha podido entrar Groves. Este grupo delantero estaba formado por Küng, Schmid, Poole, Soler, Kruijswijk, Ion Izagirre, Lazkano, Vacek, todos ellos nombres importantes, a los que se sumaban tres Kern Pharma, Castrillo, Berrade y Miquel, sus tres mejores corredores.
Cuando la carrera parecía un tanto aletargada, debido a una nueva fuga consentida, por detrás ha habido movimientos. Carapaz ha lanzado un duro ataque, respondido por los principales hombres de la general, excepto por Landa, al que, llegando a casa, le ha debido entrar la flojera. En realidad es un corredor que siempre rinde mejor como gregario de lujo que como líder único. Por su parte, O'Connor ha tenido la ración de sufrimiento diaria, pero ha podido atajar el problema. Una vez coronado Herrera, de la escapada que marchaba por delante se han descolgado dos corredores de EF, para ayudar a Carapaz. Rápidamente han obtenido colaboración de Movistar, Groupama - FDJ e Ineos, que han visto la posibilidad de hacer sangre a costa de Landa. Por contra, el Soudal - Quick Step ha reaccionado bastante tarde, y con algún que otro desaire. Cattaneo, que marchaba en la fuga delantera, no se ha tomado nada bien parar para ayudar a Landa, mientras que Casper Pedersen ha remoloneado bastante a cola del grupo de favoritos, sin descolgarse en auxilio de su líder. Las escasas diferencias existentes en la general han propiciado que el día flojo de Landa le haya costado bien caro: ha perdido cinco puestos en la general, cosa difícil de mejorar, salvo proeza en los dos finales en alto que quedan.
No fue el día de Landa, "cogido de abajo". (getty images) |
Una vez decidida la situación de la general, se ha podido disfrutar del desenlace de la etapa. En el último repecho antes de la meta, a unos cinco kilómetros, Kruijswijk se ha destacado del grupo. Aunque ya es un veterano, la Percha seguía siendo el mejor escalador de la fuga. Por detrás solo ha salido Urko Berrade, con las espaldas bien protegidas por Castrillo. No solo ha dado alcance al casi-ganador del Giro de 2016, sino que ha rebasado a este corredor diez años mayor. Las dudas en el grupo trasero, la falta de fuerzas y el control ejercido por Castrillo han propiciado que la diferencia de Berrade se ampliase notablemente. Se ha visto claro que iba a ganar, con igual certeza que cuando atacan Pogačar o Evenepoel de lejos, o Roglič desde más cerca. Ha sido todo un derroche fuerza conjunta, aplastante en cierta manera, remando todos al unísono como peones de un objetivo mayor. El rendimiento de este equipo, dirigido por dos ex-Euskaltel, ha superado con creces al de aquel Murias de Odriozola, de cuyos ganadores nunca más se supo. Pau Miquel ha intentado incluso hacer el doblete, pero posteriormente ha sido descalificado por sprint irregular (que no se ha visto en la tele, porque apenas lo han mostrado). Les ha podido el ansia.
El momento en que Berrade suelta a Kruijswijk. |
El triunfo de Berrade es de los que dejan la boca abierta, por su facilidad y contundencia. Este corredor, un año más mayor que Pogačar y uno más joven que Vingegaard (en concreto, de la generación de Bernal), consigue en 2024 su primer triunfo profesional. Previamente había obtenido buenos resultados en algunas clasificaciones generales: en el Tour de Limousin, en la Vuelta a Croacia, en la Vuelta a Eslovaquia, en O Gran Camiño y, más recientemente, en la Vuelta a Burgos. Resultados en la línea de Pablo Castrillo, aunque en el caso de Berrade se trate de un corredor más mayor. Aun así, en todos ellos había quedado por detrás. Aquí ha dado un paso adelante, como todo su equipo, humillando a los WT, algo que solo algún Androni o la mejor versión del Bardiani habían conseguido esporádicamente en algún Giro. No hablamos, por supuesto, de los dos o tres equipos que, estando entre los profesionales, han figurado en algún momento en la máxima categoría. Hasta hace poco se decía que había una fractura muy clara entre los profesionales y los WT, a excepción de esos dos o tres equipos (Lotto, Israel y a lo sumo Uno-X). Kern Pharma parece querer unirse a ese grupo, con las mismas etapas que UAE, Visma y Alpecin en esta Vuelta. Alguno dirá que la de hoy es la típica historia de David contra Goliat, la del pequeño humilde que derrota al gigantón. Pero de humilde nada, y tampoco mal pertrechado: recuérdese que a David le consagraron estatuas célebres, y que al feo Goliat todo el mundo lo ha olvidado.
Estoy poniéndome al día con tus posts, y aunque lo he leído, no he comentado en el de Boasson Hagen, qué curioso que reseñes a este y no a otros. Diría que ha sido un claro ejemplo de lo que pasó a finales de la primera década de este siglo y la segunda, con dominio de Sky, donde casi cualquiera podía comandar un pelotón durante 100 km sin importar el perfil de la etapa. Pero más allá de eso fue un ciclista con una pinta increíble, y que a pesar de tener un buen palmarés (aún quitando sus victorias patrias, que lo inflan) siempre me quedó la sensación de que le faltaron algunas grandes victorias.
ResponderEliminarSobre la Vuelta, y en concreto Kern Pharma, solo se puede esperar el paso del tiempo. Tal vez Castrillo sea un buen corredor, por edad podría serlo, pero lo de Urko Berrade es lo que más escama, creo yo. Aún así han dejado la sensación de ser el típico equipo nacional que su gran vuelta tiene un rendimiento mucho mayor del previsto, y visto con ojos inocentes está genial, pero después de tantos años de ciclismo, te hace torcer el gesto.
Saludos!
En parte, el "homenaje" a Boasson Hagen buscaba ese efecto, el del pillar un poco por sorpresa, pues en realidad creo haber escrito muy poco sobre él en el día a día. Tengo que reconocer que en el periodo 2009 - 2011 era de mis ciclistas preferidos, de ahí el escrito. Pero su trayectoria fue bastante irregular, muy deudora de los equipos en los que figuró y, como bien señalas, sin una gran victoria que adorne realmente su palmarés.
ResponderEliminarSobre el Kern Pharma, más o menos es lo que comentas. Con Castrillo se pueden tener esperanzas razonables, pues es un corredor joven, con algunos resultados antes de pasar a profesional y con dos triunfos espectaculares. Con Berrade tengo bastantes más dudas. Puede que ambos no consigan nada más, no sería novedad en los ganadores de etapa de la Vuelta.
Un saludo!