sábado, 31 de agosto de 2024

RENTA MENGUANTE

A día de hoy parece bastante improbable que Ben O'Connor mantenga el liderato hasta Madrid. Han pasado bastantes cosas en esta segunda semana que apuntan hacia un cambio de tendencia. Todavía goza de una ventaja de un 1'21'' sobre Primož Roglič, pero el esloveno le ha dado la vuelta al reloj de arena y el tiempo se va escurriendo hacia abajo, grano a grano. Solo tiene que sentarse a esperar a que las cosas caigan por su propio peso. Incluso el propio equipo de Ben O'Connor parece haberlo abandonado. 

La fortuna abandona a O'Connor.

Han sido varios los días de pérdidas. En el final de Cazorla, bastante cuestacabrista, O'Connor perdió 46'' con Roglič y Mas. En Granada, en una dura jornada de calor y desnivel, O'Connor tuvo un gran día, llevándose incluso la bonificación del tercer puesto. Pero en la etapa de Padrón le cayeron otros 37'' con el grupo de favoritos, tras el paso por el breve alto de Cruxeiras, en un recorrido aparentemente inofensivo. Estos resultados apuntaban hacia un mayor rendimiento de O'Connor en puertos largos y exigentes y a una debilidad en las rampas explosivas. Sin embargo, los resultados de ayer en Ancares, un puerto de verdad con rampas duras, muestran que se le están atragantando todos los recorridos. Además, su talante nervioso ya ha aflorado, con estériles polémicas en twitter después de un comportamiento claramente irregular (y justamente sancionado) de su equipo en la etapa de Padrón.


Cum laude en cuestacabrismo.

Indigestión de pulpo en Padrón. 


A este rendimiento decreciente se añaden las desapariciones de la segunda semana. La Vuelta se está quedando sin algunos de sus supuestos protagonistas, como suele ser habitual. Después de perder bastante tiempo en Cazorla, Almeida se dio de baja por covid en la etapa de Granada, justo el mismo día en que su equipo hizo una exhibición conjunta desde la salida, que a la postre supuso el triunfo de Adam Yates, en el que quizá haya sido su mejor día como ciclista. De golpe, como si se tratase del día de la marmota, muchos equipos han vuelto a las mascarillas. También por el camino se han quedado Tiberi, Arensman, Ciccone y Van Eetvelt. El calor ha sido en parte causante de estas bajas fulminantes, hecho que tendría que hacer pensar a los organizadores (y a la UCI) sobre la idoneidad de comenzar a mediados de agosto en el sur. 

Los demás siguen ahí. Roglič ha asumido el control del equipo (como bien dejó caer involuntariamente Adrià en una entrevista), dejando a su director vasco las tareas de conductor y repartidor de bidones. Mas ayer tuvo un mal día en Ancares, después de que su equipo marcase el ritmo cuando ya la ventaja de los escapados rondaba los 18 minutos. Carapaz tampoco se lució, después de su fantástica recuperación en la etapa de Granada, en la que hizo una exhibición semejante a la de Adam Yates. Landa se mantiene, bastante bien arropado por su equipo. 

Por lo demás, se ha llegado al punto de ver siempre a los mismos protagonistas en las fugas. En Cazorla no la hubo, ganó Roglič a Mas. En Granada se vivió un día agónico, con fuga de salida de Adam Yates y los UAE, y ataque posterior de Carapaz en Purche. En las mayores alturas de esta Vuelta la etapa se rompió bien pronto. Mas jugó al ataque por primera vez en muchísimo tiempo, pero una escalofriante salvada en el último momento, y el llano de la vega hasta Granada, suprimieron su escasa ventaja. Fue una etapa bonita, pero no decidió gran cosa. 

Tremenda salvada en la bajada hacia Granada.


Las etapas gallegas han sido para las fugas. Wout van Aert obtuvo el triunfo en Baiona, aprovechando un despiste clamoroso de Soler, que bajó a coger bidones en un momento en el que se estaba jugando la etapa. Van Aert se marchó con Pacher y no hubo mucha historia en el sprint. En las etapas sucesivas ha habido fugas multitudinarias, bajo el amparo del pelotón. En la etapa de Padrón, toda una muestra de evergetismo del señor Cortizo, una treintena de corredores se jugaron el triunfo. Narváez, Zana, Poole y Hermans parecían los más peligrosos. Urko Berrade lo intentó en Cruxeira, pero fue finalmente Dunbar el que con astucia se llevó el triunfo. No se le veía desde el Giro del año pasado. Por detrás hubo movimientos por parte de Roglič, que se llevó consigo a Mas, Landa, Gaudu, Skjelmose y Carlos Rodríguez, mientras por detrás padecían Sivakov y Carapaz, y todavía más O'Connor. Fue una etapa calurosa para los parámetros gallegos y bastante movida en su tramo final, gracias a su recorrido en circuito. 

No era un buen momento para bidones. 

Tercer triunfo para van Aert. 

Dunbar nos recuerda que Jayco-AlUla corra la Vuelta.


En la etapa de Manzaneda se volvió a ver a protagonistas similares: Poole, Narváez, Soler...Casi siempre los mismos nombres. El triunfo fue para Pablo Castrillo, del Kern Pharma, rematando así una creciente actuación de su equipo. Por detrás, Schmid y Poole parecían los únicos convencidos en darle alcance. La escasa dureza del final, magnificado en los perfiles, no permitió movimientos entre los corredores de la general. Y en la etapa de ayer, de nuevo se formó una fuga enorme, que gozó de una ventaja también gigantesca y un tanto vergonzosa. Wout van Aert era el más destacado representante de la escapada y aprovechó la situación para ponerse también de líder en la montaña. Aunque marchaban tres UAE, McNulty, Soler y Vine, su táctica fue errática (nada sorprendente), con los dos anglosajones tirando mientras Soler penaba en la parte trasera del grupo, ya seleccionado. Una fea caída de McNulty en el descenso del puerto de Lumeras, afortunadamente sin consecuencias, dejó por delante a Woods, van Aert, Schmid, Oomen y Soler. Woods, un especialista en este tipo de finales, no desaprovechó la oportunidad. 

Ahora llega un doble encadenado montañoso en Asturias. Pocas veces pasan cosas en las montañas asturianas, pero esta vez todo apunta a que O'Connor puede perder el liderato. Podría hablarse de emoción y competitividad, pero en general está siendo una Vuelta bastante barata. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario