UN TOUR QUE NO PARECE EL TOUR

Mientras el mundo sigue cuesta abajo y sin frenos hacia un destino incierto, la llegada del Tour, como un monumento del viejo mundo y de las cosas que permanecen, puede considerarse una tabla salvavidas. De todas formas, estamos ante un Tour extraño, un Tour que no parece el Tour. En primer lugar, por la geografía. Por primera vez en la historia, el Tour parte de Italia, y no precisamente de una ciudad fronteriza, sino desde Florencia. Se atravesarán los Alpes en la cuarta etapa, para volver a ellos en la última semana. Siguiendo los dictados de las modas, habrá una etapa de sterrato, para finalizar la carrera, de forma también pionera, fuera de París. La gran megalópolis, que acaba absorbiéndolo todo al modo del desagüe de la ducha, estará en exceso concentrada en los Juegos Olímpicos. El final será también inusual: nada de paseo, sino una contrarreloj entre Mónaco y Niza, rescatando esta modalidad para su etapa final, algo que no sucede desde 1989.

Así pues, ante este prólogo italiano de tres etapas se tiene la impresión de que el Tour, al modo del antiguo París-Dakar, ha intentado cambiar de país. A estos deslizamientos espaciales cabe añadir un contexto enrarecido en Francia, con unas legislativas a la vuelta de la esquina y unos Juegos Olímpicos a modo de canto del cisne del macronismo. El pelotón parece ya contagiado por este contexto. El ciclismo es un deporte individualista y conservador que, de normal, prefiere dar la espalda a los asuntos que le rodean, dejándose llevar con inercia por las tendencias más encuadradas con el poder y menos arriesgadas. A fin de cuentas, los ciclistas no dejan de ser deportistas de segunda, con miedo a alzar la voz o con ninguna intención de hacerlo, contratados la mayor parte de ellos por marcas que solo desean neutralidad y sportswashing. 

Centrándonos en lo puramente competitivo, las dos últimas ediciones del Tour han sido de las mejores que se recuerdan. Va a ser difícil superarlas, pero todo apunta a que este Tour arranca en la misma línea, a modo de cuarta temporada del serial Pogačar / Vingegaard. Esta vez parece que Pogačar goza de una mayor ventaja, no tanto por las exhibiciones recientes en el Giro, sino por la incógnita del estado de forma de Vingegaard tras su caída. Quiero pensar que el danés ha tenido tiempo de recuperarse y de ponerse a punto, pero puede que llegue algo corto al principio del Tour, hecho que sus rivales van a aprovechar. Puede que decida arriesgar menos esta vez. No contará con Kuss, en un estado de forma renqueante durante toda la temporada y baja de última hora de este Visma marcado por los infortunios. Pero sí contará con Jorgenson, un corredor que ha progresado notablemente, convirtiéndose en uno de los ciclistas de la temporada. Las bajas de van Baarle y Kruijswijk también les han afectado, teniendo que recurrir a Tratnik y a Laporte como remplazo. El año del campeón de Europa está siendo catastrófico. Es de esperar que al menos Wout van Aert vuelva a su mejor versión. 

Team Visma - Lease a Bike: Vingegaard (1), Benoot, Jorgenson,(3) Kelderman, Laporte, Lemmen, Tratnik y van Aert (2).

UAE Team Emirates: Pogacar (1), Ayuso (3), Almeida, Politt, Sivakov, Soler, Wellens y Adam Yates (2).

Por su parte, Pogačar llevará un equipo con algunos ciclistas que buscarán su parcela propia de lucimiento. Es difícil pensar que Ayuso, Almeida e incluso Adam Yates se van a vaciar al completo para su líder, sin pensar en una clasificación personal. Siempre se van a dejar algo para sí y en realidad son candidatos serios al podio. Este año, además, Evenepoel debuta en el Tour y Roglič vuelve a una carrera que siempre le ha sido aciaga. En el caso de Evenepoel, su gran hándicap va a ser la alta montaña. Llega arropado por un equipo muy bueno para tal efecto, con Van Wilder, Hirt y Landa, pero todavía se sitúan un paso por detrás del duopolio reinante. Como aspecto positivo, Evenepoel da la impresión de conocerse mejor, habiendo moderado su tono. El Red Bull - Bora presenta mejor escuadra, con Hindley y Vlasov como grandes refuerzos para Roglič, y gente como Haller y Denz para el llano. Lo más importante en la caso del esloveno será evitar las caídas, su gran talón de Aquiles.

Red Bull - Bora - Hansgrohe: Roglic (1), Denz, Haller, Hindley (2), Jungels, Sobrero, van Poppel y Vlasov(3).

Soudal - Quick Step: Evenepoel (1), Hirt, Lampaert, Landa (2), Moscon, C. Pedersen, van Wilder y Vervaeke. 

En la lucha por el podio, tanto Evenepoel como Roglič tendrán a Carlos Rodríguez como rival. El Ineos Grenadiers también presenta un equipo con demasiados líderes: Bernal buscando con ahínco el camino de su recuperación plena, Thomas enlazando Giro y Tour a una edad provecta y finalmente Pidcock, corredor con ínfulas de gran estrella. La cohabitación se adivina difícil. También Simon Yates, del renovado Jayco-Alula, está esperando agazapado todo el año su oportunidad de lucimiento. 

Ineos Grenadiers: C. Rodríguez (1), Bernal, Castroviejo, De Plus, Kwiatkowski, Pidcock, Thomas y Turner. 

Team Jayco - AlUla: Simon Yates (1), Durbridge, Groenewegen (2), Harper, Juul Jensen, Matthews, Mezgec y Reinders.

Lidl - Trek: Ciccone (1), Bernard, Declercq, Gibbons, M. Pedersen (2), Skujins, Stuyven y Verona. 

En el terreno de los sprints, Philipsen tiene una gran oportunidad de consolidarse como el gran velocista del pelotón. Contará de nuevo con van der Poel como lanzador, un apoyo decisivo. El campeón del mundo llega tan solo con ocho días de competición (¡pero vaya días de competición!) y buscará coger la forma de cara a las olimpiadas, como ya hiciera el año pasado para el mundial de Glasgow. Entre los rivales de Alpecin, uno de los principales será Arnaud De Lie, ciclista que debuta en una gran vuelta: después de saltarse la primavera, debido a un parásito de las vacas, volvió con fuerzas recobradas en el campeonato belga, poniendo a todo el mundo en fila india. También Groenewegen se ha reivindicado recientemente como otro contendiente importante. Todos ellos serán los encargados de evitar la trigésimo quinta victoria de etapa de Mark Cavendish, que llega arropado por un equipo espectacular (Ballerini, Bol, Mørkøv...). Mads Pedersen tendrá que esperar a días en los que las dificultades orográficas lastren un poco al resto de velocistas. Lo mismo tendrán que esperar Girmay y Mozzato, aunque con opciones mucho menos claras. Fabio Jakobsen, después de su discretísimo Giro, es toda una incógnita. 

Alpecin - Deceuninck: M. van der Poel (2), Dillier, Ghys, Kragh Andersen, Laurance, Philipsen (1), Rickaert y G. Vermeersch.

Lotto - Dstny: De Lie (1), Beullens, Campenaerts, Drizners, Grignard, Van Gils (2), Van Moer y Vanhoucke.

Intermarché - Wanty: Meintjes, Girmay (1), Goossens, Page, Rex, Teunissen, Thijssen y Zimmermann. 

Arkea - B&B Hotels: Vauquelin, Capiot, Champoussin, Demare, García Pierna, McLay, Mozzato (1) y Cristian Rodríguez. 

Astana: Cavendish (1), Ballerini, Bol, Fedorov, Gazzoli, Lutsenko, Morkov y Tejada. 

En cuanto a los demás, parece que la lucha será por los despojos del festín. Primero llegan los leones, luego las hienas, más tarde los buitres y ya al final, cuando el revoltijo sanguinolento quede extendido sobre la sabana, con una nube de moscas alrededor, tendrán que alimentarse los demás. Ahí tendrán mucho que decir los Decathlon - AG2R y su ritmo brutal de victorias, con Lapeira como principal figura para cazar etapas (y eso que Lafay sigue desaparecido) y Felix Gall para conseguir su puesto en la general y quizá una etapa de montaña. Este equipo va a seguir teniendo mucho protagonismo. También los Bahrain de Bilbao, Buitrago y Mohorič intentarán algún triunfo y, por qué no, algún puestecito. Los Education First de Carapaz, Healy y Bettiol están en una línea parecida. Son equipos que llegan en gran forma, pero siempre un paso por detrás de las grandes escuadras. Movistar parece que se sitúa un escalón más abajo todavía, aunque el rendimiento reciente de Lazkano y Aranburu sea bastante prometedor, no así el de Mas. Con ellos también estará Groupama - FDJ, equipo que ha tenido que recurrir in extremis a Lenny Martinez, buscando un nuevo ídolo para la afición francesa. 

EF Education: Carapaz (2), Bettiol (1), Bissegger, Costa, Healy, Powless, Quinn y M. van den Berg.

Cofidis: G. Martin (1), Allegaert, Coquard, Geschke, Herrada, I. Izagirre, Renard y Zingle.

Uno-X Mobility: Cort, Abrahamsen, Eiking, T. Johannessen (1), Kristoff, Kulset, Tiller y Waerenskjold.

Total Energies: Cras (1), Burgaudeau, Dujardin, Gachignard, Grellier, Jegat, Turgis y Vercher. 

Decathlon - Ag2r: Gall (2), Armirail, S. Bennett, Godon, Lapeira (1), Naesen, Peters y Prudhomme. 

Movistar: Mas, Aranburu, Formolo, Gaviria, Lazkano (1), Mühlberger, N. Oliveira y Romo. 

Bahrain Victorious: Bilbao, Arndt, Bauhaus, Buitrago, Haig, Mohoric (1), Poels y Wright. 

Israel - Premier Tech: Williams, Ackermann, Boivin, Fuglsang, Gee, Houle, Neilands (1) y Stewart. 

Team dsm-firmenich - PostNL: Bardet, Barguil, Degenkolb, Eekhoff, Jakobsen, Onley, F. van den Broeck (1) y Welten. 

Groupama - FDJ: Gaudu, Geniets, Grégoire, Küng, Madouas, L. Martinez (1), Pacher y Russo. 

Quizá haya más sorpresas, como los noruegos con Wærenskjold o Abrahamsen, Stef Cras con TotalEnergies (esperemos que esté completamente recuperado), Oscar Onley (dsm) y Stephen Williams (Israel) en algunas etapas de montaña o media montaña, o Herrada y Ion Izagirre de Cofidis en la búsqueda de etapas. Sin embargo, todo esto son espejismos, pues la tendencia apunta a que, de nuevo, todo va a ser cosa de dos. 

Los dos que llevan la voz cantante.