domingo, 25 de febrero de 2024

Y RODAR Y RODAR...

Hoy ha tenido lugar la segunda jornada del "fin de semana de apertura" flamenco, con la disputa de la Kuurne - Bruselas - Kuurne. El resultado ha sido similar al del día anterior, con un segundo triunfo importante para Visma - Lease a Bike. En esta ocasión no ha habido espacio para las sorpresas, habiéndose impuesto el líder natural del equipo, Wout van Aert. No ha habido regalos para lugartenientes ni situaciones cambiantes de carrera, ni tan siquiera persecuciones al límite, que es lo que suele ofrecer esta prueba. Más bien se ha desarrollado una exhibición de puro rodar, con tres grandes protagonistas: Oier Lazkano, Tim Wellens y el propio Wout van Aert. Con su victoria en la Kuurne - Bruselas - Kuurne, Wout van Aert añade un nuevo check a su lista de clásicas y semiclásicas, aunque todavía le quedan los grandes triunfos, aquellos por los que un ciclista vendería su alma al diablo: Flandes y Roubaix. 

Rodar y no mirar atrás (foto de Peter Malaise)

La carrera se ha desenvuelto en un único cuadro en movimiento, en el que tres trotones daban lo máximo de sí mismos en los más de cincuenta kilómetros de llanura hasta Kuurne. Pero vayamos a la historia previa. A falta de 87 kilómetros, un cuarteto ha adquirido cierta ventaja sobre un grupo ya más o menos seleccionado. Tal cuarteto lo conformaban Wout van Aert, Oier Lazkano, Tim Wellens y Laurence Pithie. El joven neozelandés de Groupama, rápido en el sprint y con buena planta de rodador, era la principal sorpresa, el nombre más refrescante del grupo. El entendimiento parecía pleno. Han pasado Kruisberg y Hotond, y en la cota de Trieu, Pithie ha comenzado a dar muestras de debilidad. Ha perdido unos metros irrecuperables, mientras los otros tres han marchado en armonía a grandes relevos hasta meta. Se zampaban los kilómetros como si nada, sin que por detrás existiera una auténtica labor de persecución. Solo Mohoric y Jorgenson han intentado darles alcance (el norteamericano pasaba a los relevos), contentándose con atrapar a Pithie, para luego, ya en el llano interminable, ser absorbidos los tres por el pelotón. Mientras tanto, los integrantes del terceto delantero se turnaban con casi idéntico ímpetu: van Aert sin ocultarse, como siempre hace; Lazkano, simulando alguna que otra vez en las subidas, pero sin encontrar motivos para ocultar sus auténticas intenciones de rodar a fondo una vez llegado al llano; y finalmente Wellens, un poco más astuto y huidizo que sus dos compañeros, pero también abnegado en su esfuerzo.

El momento en el que cede Pithie. 

Wout van Aert ha encontrado de este modo dos compañeros de fuga que no le han planteado dilemas tácticos de difícil resolución. Solo al final Lazkano, visiblemente cansado, ha comenzado a faltar a algún relevo, intentando la sorpresa en el último kilómetro. De todas maneras, la fatiga le ha impedido realmente sorprender a sus compañeros de fuga, a los que en verdad ha acabado lanzando. En el sprint no ha habido oposición al triunfo de van Aert, que ha obtenido de esta forma una victoria fácil. A decir verdad, sus dos compañeros de fuga no le han planteado ningún reto, quizá por ir demasiado asfixiados intentando seguir sus relevos, o simplemente por haberse dejado llevar por su ansia incansable de rodar sin límites. 

El sprint fácil y el difícil del día. 


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Se han disputado más carreas en este domingo. En primer lugar, el final del Tour de los Emiratos, con la ascensión ya tradicional a Jebel Hafeet. En una carrera dominada por la monotonía, tanto paisajística como deportiva, finalmente ha habido sorpresa, caída del cielo como un regalo. Principalmente por un descalabro mayúsculo, y a su manera inexplicable, de los dos UAE colocados en disposición de ganar, Brandon McNulty y el líder, Jay Vine. Ha sido un desastre sin paliativos, cuyo origen quizá haya que buscarlo en la presión institucional ejercida sobre el equipo para ganar, sí o sí, esta carrera, y por un staff deseoso de quedar bien delante de sus empleadores. Un desastre (por no llamarlo de otra forma) que es todavía más llamativo si se tiene en cuenta que los UAE coparon los tres primeros puestos en la contrarreloj inicial.

Descartados los UAE, la carrera quedaba completamente abierta, con O'Connor como el mejor situado para heredar el liderato. Se ha vivido un interesante tira y afloja entre O'Connor, Bilbao y Van Wilder por hacerse con el maillot, pero un cuarto invitado se ha presentado a la fiesta: el escalador belga Lennert Van Eetvelt. El corredor de Lotto ha lanzado su ataque en el momento en el que la ascensión comenzaba a suavizar y ha llegado a la meta con la ventaja necesaria como para hacerse con el liderato con dos segundos de ventaja sobre O'Connor (segundos que debe a una bonificación obtenida días atrás en una etapa llana). Ha sido una bonita experiencia ver ganar a este corredor, que puede hacer tambalear los cimientos de la férrea vinculación del aficionado belga con Evenepoel en las grandes vueltas. Seguramente, de no haber ganado un corredor como él y de forma tan inesperada, la carrera de los emiratos no habría tenido un hueco en este espacio. 

Aunque sea una carrera regulera, en Jebel Hafeet gana gente importante


También ha finalizado la O Gran Camiño, con dominio absoluto de Vingegaard. La carrera apenas merece ser glosada. Las exhibiciones del danés han venido después de tomarse a pitorreo la primera etapa, en la que previamente su equipo había presionado, a la manera mafiosa de siempre, para que no se contaron los tiempos, aduciendo un viento que luego no fue tal. Una vergüenza, que me obliga a no extenderme más en esta prueba. 

En la Drôme Classic, UAE ha vivido su ración positiva del día, con triunfo para Hirschi por delante de Juan Ayuso. Ha sido una prueba interesante, al igual que la Ardèche Classic, subiéndose en varias ocasiones el Mur d'Axel, con una selección formada por Marc Hirschi, Bastien Tronchon, Warren Barguil, Juan Ayuso, Mattias Skjelmose y Maxim Van Gils. Los UAE jugaban con la ventaja de su superioridad numérica, lanzando a Hirschi como avanzadilla, aunque de haber llegado todos juntos, el triunfo quizá hubiese recaído de nuevo en Ayuso, el mejor en el repecho final. 


El burrito de Kuurne, uno de los mejores trofeos del año. 


6 comentarios:

  1. No conocía tu blog. Buenas y acertadas crónicas. Gracias.

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Te animo a leer y comentar en las próximas entregas.
      Un saludo!

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  2. Bonita edición de la Kurne, con lucha desde muchos kilómetros para el final. Al final esta carrera siempre es interesante, con opciones de llegada para el pelotón, en grupo... un poco como pasaba hace décadas.
    Lazkano tiene una pinta increíble. No sé cómo iría de fundido, que parece que bastante, pero el intento que hizo estaba destinado al fracaso, con esos pocos cientos de metros que quedaban estaba claro que iban a saltar a por él. Yo creo que debería haberlo intentado antes, como probó Wellens, quedando algunos kilómetros, donde pudiera haber más dudas, pero poco que reprochar a su actuación, está en el momento de aprender. A ver hacia donde tira, si desarrolla un instinto de rematador o se queda en un Vanmarcke con gran motor pero con dificultades para ganar. También hay que tener en cuenta que es una época muy complicada, con un par o tres de corredores que parecen muy por encima del resto.
    Del UAE solo he visto las repeticiones de las llegadas. Pocas carreras más insulsas que esta.
    Un saludo!

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    1. La Kuurne es una carrera que siempre tiene un hueco en este espacio. La aprecio bastante, el llano del final siempre da emoción. Esta vez la carrera se decidió desde más lejos, pero tuvo también su punto estético ver rodar a esos tres grandes corredores.
      Sobre Lazkano, creo que tendrá problemas para ganar. Se vacía demasiado. Al menos demostró un poco más de astucia que Politt en el día anterior, que fue algo escandaloso (por naif). Yo creo que la forma de ganar de Lazkano vendrá de escapadas lejanas, en las que parece que se le va a dar alcance pero que acaban llegando, como en el pasado campeonato de España o como en Jaén.
      Un saludo!

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  3. Hola. Llevo un tiempo leyendo tu blog y me parece muy bueno. Haces un gran seguimiento de la actualidad ciclista, y para los que somos aficionados de agradece muchísimo. Simplemente quería matizar que con respecto a O Gran Camiño, estuve físicamente en el recorrido de la crono en A Coruña y era muy complicado montar en bici. Soplaba el viento una barbaridad. En esta ocasión y por mi parte, exculpo a los ciclistas y es una pena porque el recorrido era muy chulo. Saludos.

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    1. Hola, Antonio. A veces no hay nada mejor que estar in situ para poder saber lo que realmente pasa. No dudo que en la zona de la meta el viento era fuerte, pero ¿no podría haberse colocado la meta antes, quizá en el último kilómetro, para evitar esa zona más abierta? De todas maneras, hubo un equipo en concreto que presionó para que no se contarán tiempos, y lo que yo creo es que un equipo no puede condicionar una carrera como hizo Visma. Luego cumplieron, puesto que Vingegaard hizo tres exhibiciones, pero a costa de no asumir riesgos (otros sí los asumieron) en la crono inicial.
      Un saludo y gracias por comentar. Te invito a seguir las próximas publicaciones.

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