sábado, 24 de febrero de 2024

CONTINUISMO

La continuidad ha sido la nota predominante de esta Omloop Het Nieuwsblad, la semiclásica que marca como todos los años la entrada en el auténtico año ciclista. Un año corto rutero, se diría, que se extiende desde la Het Volk hasta el Giro de Lombardía (o, a veces, hasta la París - Tours), a la manera del siglo XX corto de Hobsbawm, que tan solo abarcaba de 1914 a 1989. 

Cronista versión Edad de oro neerlandesa (o eslovena)

En lo que llevábamos de año solo se habían consumido los antipasti, dominados en España por la continuidad del ridículo organizativo que en el septiembre pasado llegó a su aparente culminación. Pero no iban por ahí los tiros de la continuidad. Lo que se ha mantenido constante ha sido el dominio los Visma (antiguos Jumbo), de nuevo vencedores en la clásica inaugural. Con la victoria de Tratnik, ya van tres ediciones seguidas de la Omloop Het Nieuwsblad con victoria, tras los triunfos de van Aert en 2021 y van Baarle en 2022, habiendo recogido el testigo de Quick Step en cuanto a dominio en las clásicas, siendo la característica más clarificadora de este dominio la variedad de nombres con los que cuentan para obtener el triunfo. El cuarto esloveno, agraciado en esta ocasión, es un corredor que contaba como único triunfo importante una etapa del Giro en aquella edición de 2020, la de octubre, en una de las etapas de última semana concedidas a la fuga. Aunque su nombre pueda parecer menor, llevaba encadenando buenos resultados, en Murcia y Jaén concretamente, y la carrera ha sido bastante interesante. Al menos mucho más que la edición pasada, resuelta con una exhibición apabullante e insulsa de Dylan van Baarle. 

El campo flamenco. Aquí los de los tractores estaban viendo la carrera. 


Vayamos a la crónica de la carrera. A falta de unos 72 kilómetros, cuando han empezado a emitirse imágenes en directo, un grupo de una veintena de corredores marchaba por delante, con aproximadamente medio minuto de diferencia sobre un pelotón ya diezmado. Una caída en el grupo había creado esa escisión. Por detrás tiraba Groupama - FDJ para Stefan Küng, uno de los principales favoritos que permanecía en el grupo rezagado, puesto que delante marchaban casi todos los demás: Wout van Aert, Christophe Laporte, Tom Pidcock, Jonathan Milan, Kasper Asgreen, Arnaud De Lie y un resurrecto Gianni Moscon, obra y gracia de las artes reanimatorias de Lefevere, dignas del Dr. Frankenstein. Al llegar el Wolvenberg, de este grupo se ha destacado un sexteto, que parecía que iba a jugarse la victoria: Arnaud De Lie, Tom Pidcock, Toms Skujins, Wout van Aert, Christophe Laporte y Matteo Jorgenson (una de las primeras veces vestido de abejorro). 

Un sexteto que parecía ganador
(foto de Luc Claessem para Getty images)


Este sexteto ha ido haciendo camino, ampliando la ventaja y pareciendo que iba a repartirse el triunfo, sin intervenciones ajenas. La situación parecía en franca ventaja para Visma. De vez en cuando, Wout van Aert aceleraba el ritmo, pero siempre tenía a su rueda a Arnaud De Lie, que lo sometía a un marcaje estrecho. También el letón Skujins intentaba guardar fuerzas, sabiéndose en inferioridad. El resultado final parecía muy predecible, pero, contra todo pronóstico, en la ascensión al Berendries se ha empezado a notar que la carrera podría marchar por otros derroteros. En esta empinada cuesta Toms Skujins ha atacado, abriendo una ligera ventaja sobre van Aert, mientras Pidcock flaqueaba por detrás. Si bien en un primer momento ha dado la impresión de que van Aert iba a alcanzar al letón de Lidl-Trek con facilidad, no ha sido así. De todas maneras, Skujins se ha dejado coger, quizá viendo que quedaban todavía por delante 30 kilómetros en solitario: ha sido una mala decisión por su parte. 

Una vez reintegrado el sexteto, se ha subido Elverenberg, la última cota antes del tramo llano (y en ligero descenso) hacia Geraardsbergen. Ha sido en ese terreno, siempre abierto a las especulaciones y juegos estratégicos, donde Jorgenson ha lanzado su ataque. Parecía ya un ataque para la victoria. Faltaban 21 kilómetros y todo parecía a pedir de boca para Visma: una nueva victoria con un chico-para-todo, recién fichado y con ganas de dejar huella, con el amparo por detrás de van Aert y Laporte, sus generosos líderes. En fin, se preveía ya un muermo de carrera, vanbaarlizada como el año precedente. Pero no ha sido así, afortunadamente. De Lie, Pidcock y Skujins han empezado a ralentizar el ritmo, de manera que el pelotón, en el que aparecía por primera vez UAE, se ha empezado a acercar. Se llegaba al Kapelmuur, punto culminante de la prueba. En la plaza de la localidad, como suele suceder en estas fechas, tenían montada la feria. Jorgenson ha pasado destacado por delante de los niños saltando en sus colchonetas hinchables y de los puestos de coches de choque. Se entraba en la colina del camino empedrado que conduce a la capilla. Allí, Laporte, van Aert, De Lie, Skujins y un renqueante Pidcock eran alcanzados por Tim Wellens, que hacía de avanzadilla del gran grupo perseguidor. La diferencia de Jorgenson no era tanta como se preveía: aun pasando destacado por la capilla, no le iban a salir los cálculos. 

No ha ganado el que ha coronado destacado en la capilla
(foto de Dirk Waem/BELGA MAG/AFP vía Getty Images)

En el Bosberg le darían caza, sobre todo gracias al empeño de Iván García Cortina, que desde atrás ha alcanzado al grupo encabezado por Wellens, van Aert, Laporte, Skujins y De Lie, y les ha rebasado hasta ponerse en paralelo del norteamericano. Es difícil no pensar que había algún tipo de cuenta personal entre Movistar y Jorgenson, al que de alguna forma han devuelto sus comentarios del año pasado, un tanto de sobrado (aunque no le faltara algo de razón). Así pues, había reagrupamiento general y se preveía un sprint masivo. 

Dándolo todo para coger al que salió de la famiglia. 


Pero no ha sido así, ya que ha llegado el momento de los cazadores de fortuna. Visma era el único equipo que contaba realmente con superioridad numérica, puesto que los demás tan solo tenían líderes dispersos (Stuyven, Mohoric, Küng, Wellens, De Lie). Tratnik ha interpretado muy bien la situación y ha lanzado su ataque, siendo secundado por Nils Politt. Los UAE habían permanecido agazapados durante gran parte de la prueba, pero daban signos de vida en el momento oportuno. Quedaban 9 kilómetros para meta. Por detrás, la selección de líderes ha sido absorbida por un grupo más numeroso, comandado por los Lotto, en ayuda de De Lie. Se ha vivido una persecución intensa entre dos corredores acostumbrados a las fugas y un pelotón un tanto diezmado, en el que De Buyst y Campenaerts han dirigido la persecución. 

El final ha sido el esperado. Nils Politt es ante todo un corredor abnegado, acostumbrado a tirar y tirar, hasta la extenuación, sin reservarse nada (y sin pensar). Tratnik es un corredor mucho más astuto, y además está mucho más fino desde que  en Visma (antes paraba en regordete, dados los estándares famélicos ciclistas, claro está). De hecho, los últimos dos kilómetros han sido casi un lanzamiento desinteresado de Politt, con Tratnik a rueda. No ha habido ni siquiera sprint digno de tal nombre. Por detrás, van Aert ha completado el podio. Así pues, a pesar de la cambiante situación de carrera, Visma se ha acabado llevando el gato al agua, con Wout van Aert ejerciendo, por enésima vez, de líder que deja ganar a los suyos. Luego, quizá, vengan los lamentos ante lo que pudo haber ganado y no obtuvo. Mañana llegará el segundo acto, con la Kuurne - Bruselas - Kuurne, una carrera de nivel inferior sobre el papel, pero que suele deparar ediciones interesantes, al mismo nivel que la Omloop Het Nieuwsblad.

No ha habido intriga en el sprint.



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En Francia se ha disputado la Ardèche Classic, con victoria de Juan Ayuso. Ha sido una carrera interesante, disputada en un trazado quebrado, en la que se ha jugado el triunfo un cuarteto muy selecto, formado por Mattias Skjelmose, Felix Gall, Romain Grégoire y Juan Ayuso. Al final casi son alcanzados por un pelotón reducido, dada la contemporización del último kilómetro, viviéndose un sprint muy interesante entre cuatro corredores no acostumbrados a situaciones así. Yo daba por ganador a Grégoire, pero Ayuso ha acabado imponiéndose en un sprint dominado por la igualdad de fuerzas. De hecho, diría que es la primera victoria de nivel de Ayuso en la que no gana contra el crono o en solitario (hablo de memoria). 

Tengo que pensar seriamente si escribir del Gran Camiño...


Algunos verán en esta foto a ciclistas celebrando. Yo solo veo al mejor chaperon del mundo. Con él llega la primavera.  

2 comentarios:

  1. Lo de Politt hubiera tenido un pase si defenfiese los colores del TotalEnergies o el Caja Rural pero que todo un UAE le entregué a Jumbo la primera carrera de las de "verdad" no me entra en la cabeza.
    Llámame futbolero pero es que no se ha guardado nada de nada para el sprint.

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    1. Politt siempre corre así. Yo suponía que ganaría de todas maneras Tratnik, pero es que el acelerón de Politt en los últimos kilómetros fue muy descarado. De no ser él y de no ser de ese equipo (un equipo que no lo necesita), se podría pensar incluso que vendió la carrera, de lo descarado que fue. Simplemente creo que Politt es así, de los que no se guarda nada.
      Saludos.

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