domingo, 25 de abril de 2021

EL MEJOR SPRINT DE LO QUE LLEVAMOS DE TEMPORADA

Como una vieja dama que necesita simplemente aparcar un viejo vestido o quitarse un moño para parecer más joven, a la Doyenne le ha sentado bien el cambio. Frecuentaba malas compañías, le hacía falta volver a la ciudad. Desde que ha arrumbado a las cuestas de Saint-Nicolas y de Ans, está ofreciendo unas resoluciones muy interesantes, si se exceptua la primera exhibición de Fuglsang en 2019. Llegan grupos muy selectos y hay emoción hasta el final. Y si el año pasado la resolución estuva marcada por la payasada y el esperpento, esta vez ha ofrecido el mejor sprint de lo que llevamos de temporada.  

Cuánta diferencia entre estas selecciones finales y las de principios de siglo (vía Bettini photo)

 

Si el año pasado fue un cuarteto extraordinario, con Alaphilippe, Roglic, Hirschi y Pogacar, esta vez ha llegado un quinteto equiparable, con Alaphilippe y Pogacar repitiendo, viejos conocidos como Valverde y Woods y la relativa sorpresa de Gaudu. Previamente no se ha visto gran cosa, todo hay que decirlo. En cierta medida los ataques lejanos quedan muy bien para contarlos una vez pasado el tiempo al calor de la hoguera, sazonándolos con algo de cosecha propia, pero no deparan finales taquicárdicos como el de hoy. Este tipo de finales permiten arrinconar viejos discursos, esos de las "pelotas" y los "huevos sobre la mesa" propios del periodismo de la épica, que tanto huelen a habitación mal ventilada. Estos finales permitien que el olfato y el instinto cobren protagonismo. La inteligencia, en resumidas cuentas. Aunque tampoco hay que fliparse, pues la lucidez solo viene si llega sangre a la cabeza.

Las cosas no se han puesto serias hasta La Redoute. Por delante marchaba una escapada, de la que tan solo quedaban por delante Loïc Vliegen, Lorenzo Rota, Tomasz Marczynski y el voluntarioso Laurens Huys. Todos parecían vigilar al lagunar polaco, mientras por detrás Ineos comenzaba a marcar el ritmo de la subida. Contaban con cuatro hombres en la parte delantera del grupo, Geoghegan Hart, Carapaz, Adam Yates y Kwiatkowski. El pelirrojo británico comenzó a marcar un fuerte ritmo, arrastrando desarrollo y subiendo con la boca cerrada, lo que hizo creer a más de uno que estaba viendo el espectro de VDB encarnado en otro cuerpo. 

El ritmo de Ineos permitió dar caza a un grupo intermedio, formado por Padun, Donovan y Van Houcke, quedando por delante los cuatro supervivientes de la escapada, a merced de los intereses del pelotón. En Forges les llegó su turno, a Vliegen incluso con calambres. Los Ineos estaban juguetones, con Tao infundiendo miedo y Adam Yates a rueda. Solo Vingegaard y Pogacar parecían quererles seguir el juego. Llamaba la atención la mala colocación en el grupo de Alejandro Valverde y Julian Alaphilippe. Las tensiones provocadas por Adam Yates crearon la fractura y quedó por delante un grupo de una quincena de corredores, sin Roglic, Alaphilippe ni Valverde.

Hubiese sido una selección notable, pero Ineos lo lanzó todo por la borda. Richard Carapaz lanzó un ataque una vez coronada la cota de Forges. Por detrás hubo parón y reagrupamiento, de forma que los equipos pudieron reorganizarse, sobre todo Deceuninck, teniendo a tiro a Carapaz durante el tramo de bajada hasta el inicio de la Roche-aux-Faucons. Sin querer jugar al pro cycling manager desde el sofá, no pareció la táctica más acertada la de Caparaz, pues no sirvió en su labor de señuelo: las fuerzas estaban claramente desequilibradas en favor del grupo trasero, que lo tuvo controlado en todo momento. Para más inri, en el tramo de bajada ensayó durante unos segundos una posición cercana al supertuck, que luego le supuso la descalificación. (En estos casos, como en el de Alaphilippe el año pasado en esta misma prueba, la descalificación viene siempre una vez se sabe que no es el ganador de la prueba). 

Como cantaban "Maricón y Tontico": por la puntica na' más...
 

En la Roche-aux-Faucons se vio un notable trabajo de UAE. Formolo se abrió paso por el lateral para alcanzar a Carapaz, que fue absorbido sin problemas. Debería haber sido el momento de Adam Yates, pero en realidad fue el de Michael Woods. El canadiense, que siempre rinde más a medida que mayor es el porcentaje, lanzó su ataque y realizó la selección: tras él se marcharon Pogacar, Gaudu y...también Alaphilippe y Valverde. Sorprendentemente no estaba Roglic, de forma que hubo acuerdo en el quinteto. La aparente debilidad de Alaphilippe parecía haber sido un buen truco de teatro, pero de teatro del bueno, no del que luego comporta que te roben la cartera en la línea de meta. Hoy se ha visto una versión más modesta, más moderada, de Alaphilippe. Sin tener uno de sus grandes días, ha sabido reservar hasta el momento oportuno, como un buen corredor experimentado.

Tras él iba Valverde. Qué decir del murciano. Cumplía 41 años y ahí estaba, como siempre, tendiendo un puente entre dos épocas. Empezó con Bettini, Rebellin, Di Luca y compañía, y en el arco de su trayectoria deportiva, no exenta de caídas, ha visto la desaparición completa del clan italiano de Lieja y la irrupción de nuevos corredores que podrían ser sus hijos. En el sprint no ha sido el más hábil ni el más fuerte (poco podía hacer ante Pogacar y Alaphilippe), pero es tarde para exigirle. Es un corredor querido y respetado en el grupo, no solo por la edad (no hay que olvidar los "códigos" del pelotón), sino también por no tomarse ya la victoria o la derrota como nada más que un juego. Si fuese de otro país sería un mito, a pesar de sus sombras, algo parecido a un Poupou en sus últimos años. Pero ya se sabe qué pasa siempre aquí: tienen que venir de fuera a destacar el auténtico talento. 

Ahora que está de moda Eloy de la Iglesia: Colegas.

 

De esta forma se planteó un sprint a cinco muy interesante. Por detrás, a pesar del empeño de Mohoric y Schachmann, poco había que hacer. Ha sido sin duda sorprendente que una escapada con Valverde y Alaphilippe haya podido llegar a buen término. Pero con ellos iba alguien más listo. Poco antes de entrar en el último kilómetro, la maravilla eslovena iba en primer lugar. Se ha abierto sutilmente, dejando que pasaran otros. Alaphilippe ha pasado brevemente, pero dándose cuenta del lugar que estaba ocupando, casi un suicidio, ha reculado. Finalmente ha sido Valverde el que ha asumido la primera posición, siempre la menos idónea en un sprint. 

A falta de 250 metros, Valverde ha comenzado el sprint desde la primera posición. No ha sido un sprint desde su casa como aquel de Innsbruck, pero sin duda no lo estaba afrontando bien. Pensar que pudiera haber ganado a Alaphilippe o Pogacar era francamente una quimera. Pero tampoco lo ha podido hacer con Gaudu. Pogacar había cogido claramente la rueda buena, ha tomado la estela de Alaphilippe en el momento de su remontada y aun ha tenido fuerzas, cimbreando su bicicleta con fuerza, para superar al campeón del mundo por más de una rueda. Un sprint de los que se ven pocas veces.

No hay lugar para la duda.

 
Le ha venido bien el descanso del miércoles (vía @_blind_side)

Ha sido una lección de ciclismo por parte del más novato. Una lección que lleva a pensar en los posibles límites de la criatura, en sus auténticas capacidades, aquellas de las que hablaba Matxín metiendo miedo. En Pogacar hay algo de bello por fuera y negro por dentro. Hoy ha podido controlar a ese demonio que le salió en la última etapa de la Itzulia. Ha corrido como quien juega, y le ha salido bien. En la Itzulia exhibió sus cartas, se vio solo, perdió los nervios. Hoy ha corrido con una insuperable sangre fría. Por su parte, Alaphilippe consigue así un nuevo segundo puesto en la Lieja. Y por supuesto, ha sido grata la sorpresa (relativa, ya digo) de Gaudu. A las promesas francesas se las lanza al agua con una pesada losa como a los buceadores por apnea, en busca de esponjas. Todos tienen que ser Hinault, o al menos Fignon. Lo malo es que muchos no salen a flote. Amortizados Pinot y Bardet, a Gaudu le va a llegar este julio el turno de dar el salto al vacío. 

Lo que le espera a Gaudu.

 

7 comentarios:

  1. Comenté por Twitter que poco que reprochar hoy a Valverde, salvo el sprint. Lo ha afrontado como el del Mundial, el primero y desde más o menos lejos. Pero ni la compañía era la del 2018, ni él es el mismo.

    El techo de Pogacar no se conoce, y asusta. Y Alaphilippe, teniendo todo para ganar esta carrera, lleva dos tiros al palo. Parece que es cuestión de tiempo, pero este deporte esta lleno de corredores que tuvieron en sus piernas carreras y sin embargo se retiraron sin ellas.

    Buena primavera de Clásicas hemos tenido.

    Saludos!

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    1. Es que reprocharle a Valverde su sprint, con 41 años, me sabe incluso mal. El tiempo de exigirle ha pasado, sus oportunidades las dejó ya en el camino. Hoy como mucho podría haber hecho tercero, para mí ha sido todo un éxito verlo en un grupo tan selecto.
      Y en lo de Alaphilippe, llevas razón. En Deceunick exprimen cosa buena a sus ciclistas, ya veremos si dentro de dos años puede seguir al mismo nivel.

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  2. Pues yo si le reprocho a Valverde (o al que conduce el coche de Movistar) no ya que haga 4° en un grupo de 5, sino que ni aparezca en la foto finish.
    Alguien puso en twt que "quiso lanzar el sprint como Bugno y acabó como Landa", más certero imposible.
    En la carrera de féminas se hablaba de viento en contra volviendo a Lieja, y las banderolas de meta así lo mostraban, aparte de la acertada estrategia de 1° y 2° de abrirse en el último momento. Y otra vez muy bien Alaphilippe pasando desapercibido hasta el momento que cuenta (por un momento creí creo que el trenecito de Ineos se iba a plantar solo en la estación de Calatrava).

    Pero sí, tenéis razón que a estas alturas de la película es inútil exigirle al murciano un instinto Caníbal, y en parte me alegro que no iguale el récord de 5 del belga el día que la organización le concedió el dorsal 41 (mucho mejor cuando corrió con el 18 ¿el Tour?).
    De todas formas watios (ya no hablaré ni de patas ni de fuerzas) tiene para estar en el corte selectisimo de Lieja, en el podio de Huy o en el sprint del grupo de Amstel, que por cierto me encantan estas renovadas Ardenas mucho más estratégicas donde el sprint en cuesta se queda sólo como seña de identidad de la Flecha.

    PD. Gracias por el post el mismo domingo!!!

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    1. En realidad parece mentira que siga cometiendo los mismos errores, pero Valverde es así, ya es muy tarde para cambiarlo. Para mí en todo momento la cosa andaba entre Alaphilippe y Pogačar, porque me hubiera parecido algo por completo fuera de los parámetros normales el que un corredor de 41 años gane en un sprint, que no deja de ser un esfuerzo explosivo, a dos corredores rápidos de 22 y 29. Sí que me sorprendió que quedase detrás de Gaudu, pero el francés tampoco es manco en el sprint. Sí que es verdad que en las tácticas de Movistar hay algo de dejarlo todo a la suerte que pueda correr Valverde, sin analizar las cosas con frialdad.
      Yo en particular tenía bastante confianza en que el resultado iba a ser más o menos el que ha sido, y me gusta que Pogačar lo haya conseguido así, con sangre fría y sin exhibiciones.

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    2. Muchas gracias por el comentario! Llevo una racha prolífica que ni el ciclismo esloveno.

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    3. Llego un poco tarde... pero sí, por eso ponía que salvo el sprint, poco que reprochar. Pero el sprint que hace es de principiante. Y si desde el coche no le ayudan, pues peor aún, desde luego. Al fin y al cabo Valverde ha ganado sin pensar todo lo que ha ganado (la gran mayoría, salvo alguna cabalgada tipo Clásica de San Sebastián o etapa del Tour).

      Muy de acuerdo en el cambio de recorridos de estas clásicas, las han hecho mucho más interesantes.

      Saludos!

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    4. Valverde por desgracia solo sabe ganar de una manera, por pura fuerza. Los sprints de sus Liejas los consiguió así, el del mundial también lo afrontó de lejísimos y esta vez, dado el precedente cercano de la Amstel, quizá pensase que podía encabezar un sprint ganador, cuando todo el mundo sabe (si no, solo hace falta ver al "inexperto" Pogacar) que la mejor posición en un sprint es la última. Sobre todo si sopla viento de cara. En fin, es tarde para que aprenda. Para mí ya es un logro que esté en un quinteto tan selecto, pero es normal que enerve ver cómo desperdicia una oportunidad más. Aunque yo creo que no tenía mucho que hacer con Alaphilippe y Pogacar.

      Saludos!

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