Primož Roglič es un corredor único. Sobrio en sus exhibiciones, capaz de arriesgar a veces en exceso y con una resistencia mental a prueba de guerras, hambrunas y pestes. Esta Volta a Catalunya, su segunda en el zurrón, es una buena muestra de su manual de resistencia. Nunca da por perdida una carrera hasta la última meta. No ha sido una gran edición, para qué engañarnos, pero en el mágico circuito de Montjuïc, Primož Roglič ha dejado una de sus mejores jornadas, en su ya nutrida carrera de éxitos. Su rival ha sido Juan Ayuso. Con la arrogancia de la juventud, Ayuso había querido mover la silla al ex-saltador en su principal especialidad: el sprint pancartero. Por circunstancias de recorrido y de meteorología, la carrera ha llegado al último día prácticamente igualada, en beneficio de Ayuso por tan solo un segundo. Parecía que la carrera podía decidirse por las bonificaciones, pero Roglič lo ha evitado. Si bien los dos primeros sprints bonificados del último día habían puesto la carrera a favor de Ayuso, al parecer de forma definitiva, Roglič se iba a sacar de la manga un ataque de los que pocas veces se le han visto: 20 kilómetros en el sube y baja de Montjuïc, en los que iba a dejar bien a la vista todas las costuras de los UAE.
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Una de sus mejores jornadas. |
Pero no avancemos acontecimientos. Pasemos a un breve - veloz casi - resumen de los días previos. El primer día prometía una gran volta, pero la intensidad se ha ido disolviendo poco a poco, a riesgo de convertir a la carrera en algo desvaído y sin sustancia. Sin embargo, esa primera jornada veía el nacimiento - o confirmación, mejor dicho - de una estrella futura: Matthew Brennan, ya ganador del Gran Prix de Denain. El final de Sant Feliu de Guíxols nunca defrauda. De hecho, se iba a vivir uno de los mejores momentos de la volta - e incluso de la temporada. La etapa se había disputado bajo la lluvia incesante, y contaba con el revirado sube y baja costero, antes de la bajada hasta la localidad. Encabezaban la marcha los Alpecin, para un posible sprint en cuesta de Groves. El habilidoso Tibor Del Grosso, joven y exhibicionista, marchaba en cabeza, dejándose caer en el enlazado de curvas que conduce a la localidad desde la costa. Lo que para otros suponía asumir demasiados riesgos, para el joven del ciclocross parecía un juego de niños, de manera que se encontró solo en las calles de Sant Feliu. Dudó algunos instantes, algunas motos también le frenaron en la trazada de alguna curva y solo pareció darse cuenta de que podía realmente ganar cuando se acercaban los últimos metros en ligera subida. Por detrás, sus compañeros habían dejado que se abriera un hueco, con gran habilidad, pasándole la tostada al joven Brennan (¡de diecinueve años!). Este no se arrugó. Comenzó a imprimir ritmo en la última recta, con Groves a rueda, comiéndole en poco tiempo la ventaja a Del Grosso. Llegado a su distancia, Groves intentó sobrepasar a Brennan, pero se tuvo que sentar, obteniendo Brennan la victoria en los últimos metros.
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Ha nacido una estrella. |
Después de este primer día tan emocionante, la sucesión no lo fue tanto. Llegó un triunfo al sprint para Vernon (con Brennan en segunda posición), dos finales en alto, con sprints ajustados entre Ayuso y Roglič (la Molina para Ayuso, Montserrat para Roglič), y una etapa con viento en les terres de l'Ebre y final en Amposta, que se llevó Brennan (con Del Grosso en segunda posición). Brennan había sido la gran figura de los primeros días, pero no tomó la salida en la penúltima etapa, que habría de haber llegado al santuario de Queralt.
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La Molina: 1º Ayuso, 2º Roglic. |
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Montserrat: 1º Roglic, 2º Ayuso |
En la víspera se habían anunciado vientos muy fuertes, de manera que fueron cayendo una a una las subidas de la jornada reina, por decisión de la organización: primero Pradell, más tarde también el final en el santuario de Queralt. La etapa iba a quedar reducida a un circuito por los alrededores de Berga, con dos vueltas, que finalmente fue tan solo media (20 kilómetros de carrera efectiva). No merece la pena extenderse en exceso en este etapa, en sus dimes y sus diretes, pues es cosa bien sabida la posición de cada uno en este apartado y no quiero malgastar ni un minuto en describir la polémica de todos los días.
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Simmons ganó su primera victoria WT en Berga. |
De esta manera, sin su etapa principal, la Volta se iba a decidir en la última etapa, en el circuito de Montjuïc. Ayuso partía con un segundo sobre Roglič, pero en el primer paso bonificado de Viladecans perdía virtualmente el maillot verdiblanco al quedar tercero (1º Roglič, 2º Denz, 3º Ayuso). En el primer paso por meta estaba la segunda bonificación: esta vez, Ayuso lograba revertir la situación, volviendo al liderato virtual (1º Ayuso, 2º Denz, 3º Roglič). Así pues, todo se iba a decidir en la meta final, o quizá en la última ascensión. O al menos, eso parecía. Pero Roglič iba a defraudar esas expectativas más conservadoras, abandonando el catenaccio y entregándose al ciclismo total. En cabeza desfilaron Pellizzari y Aleotti para Red Bull - Bora, forzando el ritmo, después Hajek. Roglič se puso en cabeza, con su endiablado pedaleo, cuando ya no contaba con compañeros en las primera posiciones. Faltaban 20 kilómetros y todavía dos subidas más por afrontar. Roglič abrió hueco al finalizar la subida al castillo, en el falso llano que conduce hacia la subida del estadio, mientras Bernal y Ayuso desistían por detrás. Los UAE se quedaron sin argumentos para debatir o cuestionar la apuesta de Roglič: ni Adam Yates, ni Soler, pudieron hacer nada. A los demás corredores del equipo ni se le vio: de hecho, se habían desgastado en el tramo entre el primer paso bonificado de Viladecans y el segundo, ya en Barcelona.
Roglič arriesgaba en cada bajada, con trazadas perfectas, tumbando a veces en exceso (había que cerrar un poco los ojos o cruzar los dedos), mientras regulaba en las rampas del tiro de pichón e imprimía fuerza en las zonas de falso llano. Por detrás todo eran miradas, y quizá Ayuso no estuvo a la altura o simplemente no tuvo su día. Luego buscaría excusas, pero no las había. Se le fueron por delante Van Eetvelt, De Plus, en alguna ocasión también Mas y Landa. UAE estaba por completo superado como equipo, con Pellizzari permitiéndose el lujo de ponerse a la altura de Ayuso para comerle la moral. Roglič iba a conseguir de esta manera una de sus victorias más bellas, atacando de lejos, asumiendo riesgos y, como siempre, jamás dando por perdida una carrera.
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Otras carreras de este fin de semana: E3 Harelbeke y Gante - Wevelgem. Si bien las dos primeras pruebas belgas se resolvieron al sprint, ahora parece haber llegado el momento de las exhibiciones solitarias. De hecho, se han repetido los mismos ganadores que en 2024, sin ningún tipo de sorpresa, con sendas cabalgadas, a cada cual más lejana.
En la E3 de Harelbeke se vivió una nueva barrabasada de van der Poel. A 80 kilómetros para la meta, en el Taaienberg, Mads Pedersen encendió la mecha, llevándose consigo a van der Poel y Ganna. Van Aert, la otra figura, estaba muy retrasada en el grupo como para poder responder. Este terceto alcanzó a los dos fugados, Casper Pedersen y Aimé De Gendt, llegando los cinco juntos hasta el Oude Kwaremont, a falta de unos 38 kilómetros. En ese momento, van der Poel imprimió ritmo y se quedó solo con gran naturalidad, como si nada. Desde ahí hasta la meta se marcaría una pechada de rodar en solitario, bastante estética, bajo la lluvia y sin ningún tipo de muestra de debilidad. Las diferencias en meta fueron abismales: 1:05 sobre Mads Pedersen, 2:04 sobre Filippo Ganna. Fue una victoria por aplastamiento, como casi todas las suyas.
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Van der Poel se destaca en el Oude Kwaremont. |
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Buena planta vanderpoeliana. |
En la Gante - Wevelgem, disputada bajo el sol, Mads Pedersen se tomó su revancha. Sin van der Poel, ni Pogačar (ni van Aert) en la salida, el terreno parecía expedito para una demostración del danés. Y así fue, sin que el resto de equipos ofrecieran una gran resistencia, más bien una alarmante falta de intensidad. Pedersen se marchó en un tramo de gravel a falta de 72 km. Alcanzó a los fugados, siendo Campenaerts, Livyns y Haller los que más aguantaron a su lado. Dejó atrás a esta compañía en el segundo paso por el Kemmelberg, a falta de 56 kilómetros para meta, y ya desde ahí todo fue un monólogo hasta meta. Los mofletes sonrosados no eran esta vez muestra de ningún tipo de debilidad. A destacar la absoluta inoperancia de los equipos de los sprinters, incapaces de organizar una persecución, siempre marcados de cerca por los Lidl-Trek (Stuyven, Milan, Kirsch), en modo antiguo equipo de Lefevere.
De esta manera, Mads Pedersen se une al selecto grupo de triple ganadores de la Gante - Wevelgem, junto a Rik Van Looy, Eddy Merckx, Mario Cipollini, Tom Boonen y Peter Sagan. Ahí es nada.
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Pedersen se marcha definitivamente en el Kemmelberg. |
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Le falta el monumento. Pero este puede ser el sexto monumento. |
Dadas estas exhibiciones, la próxima Ronde van Vlaanderen se plantea como una carrera solo apta para las figuras, excluyendo cualquier tipo de sorpresa o desarrollo que altere un guion que ya puede leerse en la mente. Tan solo quedará por saber quién será más fuerte esta vez, si van der Poel o Pogačar, y qué posición del pódium ocupará Pedersen.
Roglic debe ser un corredor de culto, desde hace tiempo, y no solo por sus victorias sino por su actitud. Y estos años en Bora no hacen más que ratificarlo, porque todos sabemos lo complicado que es siempre salir de un equipo que está en lo alto (los innumerables casos de de Quick-Step y anteriores) y aún así mantenerse siempre entre los mejores.
ResponderEliminarParece claro que lleva años un escalón por debajo del danés y el esloveno y a pesar de ello está sabiendo engordar el palmarés a muy buen ritmo. Deberían tomarle de ejemplo otros muchos corredores (sobre todo españoles) que no han sabido salir de la tendencia de estrellarse en el Tour o la Vuelta.
Siempre me alegraré cuando gane, la verdad.
Respecto a las Clásicas del norte, decepción más que esperable. Parecía claro que iba a pasar lo que pasó, con exactamente los protagonistas exactos. Como comentas, a destacar la incapacidad para organizar algo así como una persecución en Gante, a pesar de tener corredores y distancia para intentarlo. En cualquier caso, este Flandes pinta a muy previsible, solo con la duda de si Pogacar consigue soltar a Van der Poel (y yo creo que no lo conseguirá), y poco más, si acaso ver si hay movimientos valientes de los corredores de segunda fila (muchos y variados, los mismos de los últimos años, pero incluyendo a Van Aert que en un duelo en primera persona creo que se quedaría lejísimos a día de hoy) intentando anticipar la escabechina que veremos en los muros finales.
Gracias por el post!
Lo mejor de Roglic es ese detalle que comentas: ha mantenido el nivel fuera de Jumbo - Visma, algo que le dota de credibilidad.
EliminarEn cuanto a la Gante - Wevelgem, debido a lo resumido de mi crónica (un párrafo apenas), se me pasó comentar dos detalles:
- En primer lugar, la caída de Kooij y el pinchazo de Philipsen facilitaron las cosas a Pedersen, que no contó en un inicio con una persecución en la zona de las colinas. Luego, cuando esta organización se podía haber creado, o no había fuerzas, o no había ganas, o simplemente se tenía demasiado miedo a Milan, que esperaba con la caña preparada.
- Vivimos un ciclismo en el que nadie escatima relevos. Esto es evidente desde el mundial de Wollongong. En un ciclismo más consciente de los esfuerzos, o al menos uno en el que se jugaba más al póquer con el adversario, era normal negarse a pasar al relevo. En esta ocasión, los tres escapados colaboraron de forma completamente desinteresada con Pedersen, sin pensar en ningún momento en sus propios intereses personales. Quizá en ello influya la dinámica de conseguir puntos, en la que todo puesto cuenta, no sé, pero la mayor de las veces se facilitan mucho las cosas a los grandes nombres.
Por cierto, qué carrera la de hoy. Si tengo tiempo (ganas no me faltan), intentaré escribir algo de aquí al fin de semana.
Un saludo y gracias por tus comentarios.
Por recoger lo que comentas... Cuánta razón llevas. El último ciclista al que recuerdo que vigilaban de más, y al que jugaban esas tácticas, creo que fue Sagan. A partir de ahí parece que hay que relevar siempre.
ResponderEliminarLo de hoy ha sido tremendo. Lástima por Van Aert, pocas veces he visto a un corredor tan sincero y abatido en la entrevista post etapa.
Saludos!