No, no se trata del título de una película norteamericana de instituto, en la que los nerds finalmente sobreviven a un duro curso y destacan por algún acto insólito y valeroso. Tampoco se trata de una referencia al espíritu olímpico y su mantra de lo importante es participar. Se trata de ciclismo, cómo no, y en concreto del corredor que se ha alzado con la victoria en la Kuurne - Bruselas - Kuurne, Tiesj Benoot. Un ciclista combativo y siempre presente, pero sin sprint y sí mucha mala suerte, lo que se ha traducido en una trayectoria de sinsabores y derrotas, en la línea de Sep Vanmarcke. En su exiguo palmarés tan solo relucía aquella Strade Bianche del barro, de la época en la que Wout van Aert todavía no subía bien las cuestas. Benoot ha ganado gracias a la magia del Jumbo - Visma, equipo que ya ejerce como indiscutible patrón de la nueva temporada.