La temporada ciclista toca a su fin, y aunque ya haga un tiempo que el Giro de Lombardia no es la última competición del año, sigue siendo el último gran momento, la última fotografía del album anual del ciclismo, con permiso de la llegada en la avenida Grammont de Tours. Por tanto ha llegado el momento de concluir la serie dedicada a los mejores de las grandes clásicas, iniciada allá por marzo con la Milano - Sanremo, no sin pasar previamente por una recapitulación de los acontecimientos del año, y un breve recuento de los posibles candidatos a la victoria en Como.
Como siempre sucede, el Giro de Lombardia se disputa rodeado de un ambiente de despedida. Los bosques húmedos de Lombardía, el repique de campanas del santuario de la Madonna del Ghisallo, la llegada a meta entre dos luces o los habituales aguaceros, son todos ellos signos de un año que se acerca a su fin, al mismo tiempo que los días van acortándose. De alguna forma el Giro de Lombardia es el lugar propicio para las revanchas, para que logren salvar la temporada aquellos que han pasado el año con más pena que gloria. Aunque hace ya bastante tiempo que los dominadores en julio tienen pocas ganas de estirar la temporada hasta octubre, afortunadamente quedan corredores como Gilbert o Valverde que disputan carreras durante todo el año, a lo que se suma este año la necesidad de victorias de gente como Rodríguez, Nibali o Costa.
Ha sido una temporada acompañada de luces y sombras, como casi todas. Haciendo un breve recuento, tan sólo cinco equipos han acaparado la mayor parte de las victorias y puestos importantes: Sky (Paris - Nice, Volta a Catalunya, E3 Harelbeke, Dauphiné y Tour de Francia, con tres corredores, Thomas, Porte y Froome), Katusha (Ronde van Vlaanderen, Gent - Wevelgem, Vuelta al País Vasco, Tour de Romandie, Tour de Suisse, Grand Prix de Plouay y segundo puesto de la Vuelta, con cinco corredores, Kristoff, Rodríguez, Paolini, Zakarin y Spilak), Movistar (Tirreno - Adriatico, Flèche Wallone, Liège - Bastogne - Liège, y los puestos de podium del Tour, con dos corredores, Valverde y Quintana), Astana (Vuelta a España y puestos del podium del Giro, con dos corredores, Aru y Landa) y Tinkoff (Giro, campeonato del mundo y tercer puesto de la Vuelta, con tres corredores, Contador, Sagan y Majka). Parece por tanto que se ha vuelto a un ciclismo de dos velocidades, en el que solamente en momentos puntuales Kwiatkowski, Degenkolb y algún otro corredor han roto este aplastante dominio.
Las clásicas de primavera encumbraron a John Degenkolb, vencedor en Sanremo y Roubaix, aunque la mejor clásica del año fuese la Gent - Wevelgem, con un ataque suicida y lejano de Jurgen Roelandts, que desafortunadamente no concluyó en victoria. La carrera se disputó en las condiciones meteorológicas que acompañan a los días épicos: humedad, pocos grados, nieve matutina y viento infernal. La selección se formó a más de sesenta kilómetros de meta, con Terpstra, Thomas, Vanmarcke, Vandenbergh, Oss, Paolini y Debusschere, en pos del valiente Roelandts. Pasado el Kemmelberg quedaba la larga llanura recta hasta Wevelgem, azotada esta vez por un viento más fuerte del habitual, siendo de esta forma escenario de bonitas escaramuzas y juegos tácticos. La victoria final fue sorprendentemente (o no tanto, dado el rendimiento de su equipo) para el veteranísimo Paolini, lo que deslució un poco el espectáculo previo. De hecho, el que fuera amigo de Bettini se marcaría más tarde todo un positivo por coca durante el Tour. Por otro lado, las vueltas de una semana nos regalaron el advenimiento del inesperado ruso Ilnur Zakarin en Romandía, y fueron de nuevo la demostración de que lo que mejor se les da a los corredores del Sky, y a sus médicos y preparadores, son los esfuerzos de una semana. La etapa de Quintana en el Terminillo nevado, y las tres etapas consecutivas de Valverde en la Volta, intentando alcanzar a Porte, fueron otros dos momentos destacados de estas vueltas.
Entre las grandes vueltas, asistimos a un Giro vibrante, un Tour desequilibrado y aburrido, y una Vuelta accidentada y chapucera, tan solo salvada por Dumoulin y su descalabro final. El Giro estuvo marcado por el duelo entre Contador y los Astana, sumidos a su vez en su propio duelo entre Landa y Aru, toda una rivalidad juvenil enmascarada bajo sonrisas y abrazos durante el Processo alla Tappa. El dominio de los Astana fue insultante, de esos que hacen disparar todas las alarmas, y solo una estrategia errónea de los turquesas y la larga contrarreloj de Valdobbiadene dieron la victoria a Contador. El pinteño jugó al despiste como es habitual en él, simulando incluso lesiones inexistentes para dotar de más "épica" a su triunfo (o para curarse en salud en caso de un posible fracaso). De todas formas, nos regaló un bonito ascenso al Mortirolo y una pájara dignamente defendida camino de Sestriere, demostrando que su elección de correr el Giro a tope fue más que acertada. De paso, evitó la victoria de Landa, un corredor que vendían en Euskaltel como promesa y que finalmente ha explotado con los kazajos como un sputnik lanzado desde Baikonur. La carrera dejó otros momentos interesantes, como la decisiva etapa de le Cinque Terre, con victoria de Davide Formolo, la espectacular progresión de Hesjedal en la tercera semana, o la bonita persecución en la llanura romagnola camino de Forlì, con un pelotón que no pudo hacerse con un grupo de corredores modestos, con triunfo final de Nicola Boem.
El Tour fue, en cambio, una carrera anodina, donde la vigilancia y el conservadurismo marcaron el discurrir de las etapas. La lucha por la general se resumió en tres momentos: abanicos y caídas en Holanda, un ataque decisivo a lo Armstrong camino de La Pierre Saint-Martin por parte de Froome, e intentos vanos de revertir la situación el último día por parte del Movistar. El equipo navarro alcanzó este julio el máximo índice de racanería y nulidad estratégica, priorizando la clasificación por equipos antes que la lucha por el amarillo. Nairo Quintana, de nuevo segundo, siguió al pie de la letra el dictado de los navarros, atacando desesperadamente el último día, más por exigencias mediáticas y publicitarias que por confianza en sus propias opciones a la victoria final. Y es que los Movistar jugaron con dos cartas, logrando colar a Valverde en el podium entre sollozos. Solamente dieron intensidad y dignidad a la carrera los intentos frustrados de Peter Sagan por conseguir una victoria, con un descenso del Col de la Manse de infarto.
Para concluir con la trayectoria descendente en las carreras de tres semanas, la Vuelta estuvo más marcada por los fallos organizativos que por la belleza de la competición. Una kermese por inicio, caídas y atropellos, y la justa expulsión de Nibali por remolque, marcaron el inicio de la carrera. La organización apostó de nuevo por etapas ultracortas y finales en cuestas de cabras, que tan poco aportan al espectáculo y tanto al marcaje y a los ataques de último kilómetro made in Purito. El final decisivo en el secarral de Cumbre del Sol y los paisajes deshabitados de la etapa de Riaza dieron algo de interés a una carrera que solo pudo redimirse gracias a la defensa titánica del maillot por parte de Dumoulin, y su traumática debacle en la Morcuera, en una de las mejores etapas de la Vuelta que se recuerdan en años. La victoria final fue para Aru, o más bien para su equipo, el Astana.
Por otro lado, las carreras World Tour celebradas en España han destacado por las retransmisiones horrendas y los fallos de seguridad, especialmente en las carreras disputadas en el País Vasco. También la televisión norteamericana se lució lo suyo en la retransmisión del mundial de Richmond. La victoria final de Peter Sagan en la carrera de un día más importante del año le redime de una primavera y un julio frustrantes, y le salva de figurar en ese selecto grupo de promesas del este venidas a menos. Un ataque demoledor en el penúltimo repecho, seguido de dos o tres curvas tomadas a cuchillo, permitieron a Sagan distanciar a la pareja formada por Van Avermaet y Boasson Hagen. A pesar de una salida imprevista de la cala del pedal en la última subida, el grupo comandado por Matthews no pudo darle alcance, brindándonos el eslovaco de esta forma una celebración digna de su estilo. La victoria de este carismático y atípico corredor ha supuesto su consagración definitiva, y quién sabe si el pistoletazo de salida para más victorias de prestigio.
De esta forma llegamos a la carrera del domingo, el último monumento del año. Il Lombardia, como ha sido rebautizada por la organización, vuelve este año a su recorrido más duro, el que finaliza en Como, enlanzando Ghisallo, Sormano, Civiglio y San Fermo della Battaglia. Solo falta Intelvi para asemejarse al recorrido en el que dieron lo mejor de sí mismos Merckx, De Vlaeminck e Hinault. Los favoritos principales serán Vincenzo Nibali, Joaquim Rodríguez, Alejandro Valverde, Philippe Gilbert, Rigoberto Urán, Daniel Martin y Rui Costa. Sin descontar a los Ag2r (Domenico Pozzovivo, Romain Bardet, Jan Bakelants). Algunos corredores, como Nibali, Costa o Daniel Martin llegarán con la presión y la necesidad de conseguir un gran triunfo en un año bastante aciago para ellos, especialmente para el siciliano. De hecho, lo squallo parte como favorito número uno después de vencer en la Coppa Bernocchi y la Tre Valli Varesini. Contará para ello con un equipo de lujo, con Diego Rosa y Mikel Landa. Rui Costa también llega totalmente falto de resultados de prestigio, y por mucho que entrene luciendo el arco-iris (en una total falta de respeto a sus portadores más recientes), no le han ido las cosas tan bien en Lampre como a otros blu-fuxia que buscan nuevos contratos. También deben ser incluidos en la terna de favoritos el eterno Davide Rebellin, Michal Kwiatkowski, Rafal Majka, Thibaut Pinot o Wouter Poels, y por qué no, algún italiano tapado. Particularmente me gustaría ver en plenitud a jóvenes como Tim Wellens, Adam Yates o Jan Polanc, y por soñar nada me alegría más que una nueva victoria de Damiano Cunego con el bonito maillot de blu-arancione del Nippo - Fantini, aunque soy del todo consciente de que los años en los que el veronés se tuteaba con la Cobra Riccó y Frank Schleck han pasado (quizá afortunadamente). Es ésta una carrera que en los últimos años siempre deja abierta una puerta a la sorpresa. En ella han vencido los mejores (Merckx, Coppi, Hinault, Bartali, Binda, Kelly, De Vlaeminck, Van Looy, Gimondi, Moser, Saronni), pero también sputniks como Bobrik, Rumsas o Camenzind, incluso cohetes buscando contrato, como Oliver Zaugg. Que los dioses del otoño nos libren de un ganador así.
Y ahora, para concluir, la clasificación de los mejores corredores en el Giro de Lombardia:
1941 5º 6
1942 7º 4
1946 1º 10
1947 1º 10
1948 1º 10
1949 1º 10
1950 3º 8
1951 3º 8
1954 1º 10
1956 2º 9
2. GINO BARTALI 84 puntos
1935 3º 8
1936 1º 10
1937 2º 9
1938 2º 9
1939 1º 10
1940 1º 10
1941 9º 2
1942 2º 9
1945 3º 8
1947 2º 9
3. FRANCO BITOSSI 70 puntos
1965 4º 7
1967 1º 10
1968 2º 9
1969 3º 8
1970 1º 10
1971 2º 9
1972 9º 2
1973 10º 1
1974 8º 3
1976 8º 3
1977 3º 8
4. GAETANO BELLONI 66 puntos
1915 1º 10
1917 6º 5
1918 1º 10
1919 2º 9
1920 3º 8
1921 2º 9
1924 6º 5
1928 1º 10
en 1916 (2º) descalificado por remolque
5. EDDY MERCKX 63 puntos
1966 2º 9
1967 6º 5
1968 3º 8
1970 4º 7
1971 1º 10
1972 1º 10
1974 2º 9
1975 6º 5
en 1973 (1º) descalificado por dopaje
6. ALFREDO BINDA 58 puntos
1924 4º 7
1925 1º 10
1926 1º 10
1927 1º 10
1928 9º 2
1930 2º 9
1931 1º 10
7. MICHELE BARTOLI 55 puntos
1995 3º 8.
1997 4º 7
1998 4º 7
2000 4º 7
2001 5º 6
2002 1º 10
2003 1º 10
8. GIOVANNI BRUNERO 52 puntos
1920 2º 9
1921 4º 7
1922 5º 6
1923 1º 10
1924 1º 10
1925 5º 6
1927 7º 4
-. FELICE GIMONDI 52 puntos
1966 1º 10
1967 2º 9
1968 7º 4
1970 2º 9
1971 9º 2
1972 3º 8
1973 1º 10
10. LUIGI GANNA 47
1905 3º 8
1906 3º 8
1907 3º 8
1908 2º 9
1909 6º 5
1910 2º 9
- . COSTANTE GIRARDENGO 47
1912 9º 2
1914 6º 5
1917 10º 1
1919 1º 10
1921 1º 10
1922 1º 10
1924 2º 9
Y una mención especial para:
HENRI PELISSIER 45 puntos
1911 1º 10
1913 1º 10
1917 2º 9
1920 1º 10
1921 5º 6-
SEAN KELLY 40 puntos
1983 1º 10
1985 1º 10
1986 2º 9
1991 10º 1
1991 1º 10
DAMIANO CUNEGO 30 puntos
2004 1º 10
2007 1º 10
2008 1º 10
Otros corredores en activo:
Samuel Sánchez (44 puntos) 2006 2º (9), 2007 3º (8), 2009 2º (9), 2010 6º (5), 2012 4º (7), 2014 5º (6)
Davide Rebellin (43 puntos) 1992 9º (2), 1995 5º (6), 1997 8º (3), 2000 6º (5), 2002 2º (9), 2005 5º (6), 2006 5º (6), 2007 5º (6)
Joaquim Rodríguez (31 puntos) 2011 3º (8), 2012 1º (10), 2013 1º (10), 2014 8º (3)
Daniel Martin (29 puntos) 2009 8º (3), 2011 2º (9), 2013 4º (7), 2014 1º (10)
Philippe Gilbert (27 puntos) 2009 1º (10), 2010 1º (10), 2011 8º (3), 2014 7º (4)
Alejandro Valverde (18 puntos) 2013 2º (9), 2014 2º (9)
HENRI PELISSIER 45 puntos
1911 1º 10
1913 1º 10
1917 2º 9
1920 1º 10
1921 5º 6-
SEAN KELLY 40 puntos
1983 1º 10
1985 1º 10
1986 2º 9
1991 10º 1
1991 1º 10
DAMIANO CUNEGO 30 puntos
2004 1º 10
2007 1º 10
2008 1º 10
Otros corredores en activo:
Samuel Sánchez (44 puntos) 2006 2º (9), 2007 3º (8), 2009 2º (9), 2010 6º (5), 2012 4º (7), 2014 5º (6)
Davide Rebellin (43 puntos) 1992 9º (2), 1995 5º (6), 1997 8º (3), 2000 6º (5), 2002 2º (9), 2005 5º (6), 2006 5º (6), 2007 5º (6)
Joaquim Rodríguez (31 puntos) 2011 3º (8), 2012 1º (10), 2013 1º (10), 2014 8º (3)
Daniel Martin (29 puntos) 2009 8º (3), 2011 2º (9), 2013 4º (7), 2014 1º (10)
Philippe Gilbert (27 puntos) 2009 1º (10), 2010 1º (10), 2011 8º (3), 2014 7º (4)
Alejandro Valverde (18 puntos) 2013 2º (9), 2014 2º (9)
Bibliografia:
Godaert, J, Velo Gotha 2015, éditions/uitgeverij Velo, 2015
Godaert, J. y Landuyt, T., Velo 2015, éditions/uitgeverij Velo, 2015
Petrucci G. y Fontanelli C., La leggenda del "Lombardia", Mariposa editrice, 1998
Schroeders, F., Les Classiques du 20e siècle, éditions De Eecloonaar, 1999
wikipedia.nl
Godaert, J, Velo Gotha 2015, éditions/uitgeverij Velo, 2015
Godaert, J. y Landuyt, T., Velo 2015, éditions/uitgeverij Velo, 2015
Petrucci G. y Fontanelli C., La leggenda del "Lombardia", Mariposa editrice, 1998
Schroeders, F., Les Classiques du 20e siècle, éditions De Eecloonaar, 1999
wikipedia.nl
No hay comentarios:
Publicar un comentario