La quinta Lombardía de la era Pogačar se desarrolló sin sobresaltos, según las pautas marcadas. Tan solo un movimiento temprano, a cargo de Quinn Simmons, puso algo de emoción a la prueba, caracterizada, a partes iguales, por la belleza del paisaje y el carácter predecible de la competición. En el plano histórico, Pogačar supera a Binda y alcanza a Coppi con sus cinco Lombardías, consecutivas en su caso. Consigue igualmente su décima clásica - monumento, su tercera de este año, además de su segundo doblete consecutivo de mundial y Lombardía. La frialdad de la enumeración estadística, que podría inducir al tedio, contrasta con unas cunetas cada vez más llenas público, sobre todo en ciertos puntos de la prueba.
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A este paso quizá consiga 7, como Merckx en la Milán - Sanremo. |
Simmons siguió quizá la única táctica posible para impedir un triunfo de Pogačar, aun siendo una estrategia arriesgada y suicida. Atacó desde el mismo banderazo de salida, conformándose bien pronto una fuga de nombres destacados, en la que también estaban Ganna, Matthews, Vervaeke y Bilbao. La anticipación era la única alternativa, con el esfuerzo añadido de adelantarse al previsible ataque lejano de Pogačar. Sin embargo, UAE tuvo en todo momento la situación bajo control, recibiendo incluso la ayuda inexplicable de Red Bull - Bora en el tramo inicial de la carrera. La diferencia máxima de los fugados, controlada por el ritmo de Sivakov, superó por poco los tres minutos.
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¿Quién cerrará los pelotones a partir de ahora? ¿Y a quién De Andrés le pondrá un acento agudo al apellido, a la francesa, de forma por completo inventada? |
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Ataque de salida. |
Simmons decidió marcharse en solitario a falta de 82,3 kilómetros, en el Passo della Crocetta, diciendo adiós a sus acompañantes de fuga. Su descenso de Zambla Alta no fue lo suficientemente preciso como para ampliar la ventaja, y tuvo que recurrir a varios frascos de brebajes milagrosos en el llano. Al iniciar la última ascensión, el Passo di Ganda, contaba con 2 minutos y medio sobre el grupo de favoritos. Vine aceleró el ritmo detrás, dejando el grupo reducido a seis corredores, Pogačar, Evenepoel, Storer, Del Toro, Seixas y él mismo, disminuyendo igualmente la diferencia de Simmons. Cuando Pogačar se marchó solo, a falta de 36,6 kilómetros a meta, Simmons contaba con 1:15 de ventaja y 5,5 para coronar: iba a ser una tarea muy complicada coronar junto a Pogačar.
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El momento en que la carrera se acaba. |
Pogačar alcanzó y superó a Simmons a falta de 3,2 para la cima de Ganda, mientras, por detrás, Evenepoel y Storer se habían deshecho del marcaje problemático de Del Toro. Si Simmons hubiese coronado con Pogačar, podría haber habido carrera, al menos hasta el Colle Aperto, ya en la ciudad. Pero Simmons no pudo aguantar, y el resto de carrera fue un paseo de Pogačar, ejerciendo de guía turístico de la zona: los tornanti de la bajada desde Selvino, el tramo largo de carretera entre polígonos hasta alcanzar el extrarradio de Bérgamo, la subida parcialmente adoquina, cruzando arcos, de la Città Alta, y luego el descenso hasta el viale Roma, donde estaba ubicada la meta. Evenepoel dejó atrás a Storer en el descenso desde Selvino y obtuvo, una vez más, la segunda posición, mientras que el australiano de Tudor conseguía su mejor resultado en una clásica. En cuarto lugar llegó el héroe de la jornada, Quinn Simmons, escapado desde la salida. Si bien en la París - Roubaix se da el caso de fugas que llegan a meta, en una carrera tan dura y con tantas subidas como la Lombardía es algo casi insólito, al menos en el recorrido actual.
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Locura colectiva en Bérgamo... |
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...y caos a la italiana. |
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El héroe del día. |
La destreza y superioridad de Pogačar en esta carrera ha ido perfeccionándose hasta límites inhumanos. Recuérdese que las dos primeras victorias de Pogačar en Lombardía tuvieron su punto agónico, con cierta disputa. En 2021, Pogačar atacó en Ganda, pero fue alcanzado por Masnada bajando desde Selvino, y ambos casi son cazados en el llano, de no ser por la escasa colaboración de Alaphilippe y Valverde en la persecución. En 2022 se vivió un bonito duelo a tres bandas entre Pogačar, Mas y Landa de camino a Como. Incluso en 2023 los calambres pusieron algo de emoción en el llano, camino de Bérgamo. En cambio, su victoria de 2024 ya fue inhumana, más si cabe que la de este año: ataque en Colma di Sormano, a falta de 48 kilómetros a meta, y una diferencia final sobre Evenepoel de 3:15, de las más abultadas desde 1945. En esta ocasión el ataque no ha sido tan lejano (33,7 kilómetros en solitario), ni la diferencia tan abultada (1:48 a Evenepoel), pero ha pulverizado sus propios registros de 2023 en el Passo di Ganda.
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La comparativa, según L'Équipe. |
El rodillo de Pogačar y de los UAE a sus rivales ha sido de nuevo demoledor. Han aumentado los triunfos del equipo, pero los de Pogačar han disminuido, aunque sea solo en cantidad. Ha pasado de 25 victorias en 2024 a 20 en 2025. El año pasado ganó el Giro; este año lo sustituye por un nuevo Flandes, la Dauphiné y el campeonato de Europa, además de una primera participación en la París - Roubaix con la obtención de un meritorio pódium. Más o menos han sido dos temporadas equiparables, aunque ese ligero decrecimiento en victorias quizá apunte hacia una sustitución interna paulatina, en el seno de UAE, de Pogačar por Del Toro. De momento el mexicano solo se ha mostrado infalible en pruebas menores (su último ejemplo, en Piemonte). Como motivo de esperanza, en este final de temporada han ido surgiendo nuevos nombres: sobre todo Seixas, y en menor medida Withen Philipsen, a unirse a Matthew Brennan como grandes revelaciones de la temporada. Por contra, muchos ciclistas se marchan al final de esta temporada: Kristoff, Démare, Viviani, Nizzolo, Majka, Thomas, Froome, Meintjes...El tiempo pasa, los dominios van y vienen, y cuando las páginas de algún libro se cierran, otras se abren.
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Entre las despedidas, la de Evenepoel y Quick Step. |
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Evenepoel parece resignado a la segunda posición. |
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