Cuando se habla de ciclismo, no salen mucho a relucir las palabras "estética", "clase" o "elegancia". De hecho, la elegancia encima de la bicicleta cuenta más bien poco, siendo otros factores más determinantes en el ciclismo la resistencia física, la potencia o la inteligencia táctica. El ciclismo aparentemente no se presta a comentarios pseudoestéticos como el fútbol, y no tiene ni Laudrups, ni Cruijffs, ni Iniestas.
¿Pero de qué hablo cuando hablo de estética y antiestética? Todo aficionado al ciclismo tiene en mente algún ciclista "antiestético": ciclistas agónicos que se retuercen de dolor encima de la bicicleta, que ladean la cabeza, a los que les sale chepa, que babean, abren los codos, pedalean "a chepazos" abusando de desarrollo, o cabecean rítimicamente. Ciclistas gesticulantes en cuyo rostro se ve el esfuerzo que supone cada pedalada.
Más dífícil (y más subjetivo) es establecer qué es la elegancia en el ciclismo. Por elegancia se puede entender compostura encima de la bici, pedaleo fluido y redondo, rodar acoplado con la espalda más o menos recta, los muslos casi en paralelo con el pecho y el abdomen y el cuello no demasiado levantado: vamos, una postura incomodísima, que la mayor parte del pelotón, incluso los corredores más anónimos dotados de un buen físico, consiguen sin esfuerzo. Así pues, para definir un poco más qué es la elegancia, tendríamos que añadir a esta postura un cierto rictus de imperturbabilidad o de aparente ausencia de esfuerzo, tanto en el llano como en la subida: ahí es más difícil mantener la elegancia sin ayudas externas, entiéndase dopaje.
Aquí pues los ciclistas antiestéticos:
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Jean Robic |
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Michel Pollentier |
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Robert Alban |
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Fernando Escartín |
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Serhiy Honchar |
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Francisco Mancebo |
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Emanuele Sella |
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Thomas Voeckler |
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Christopher Froome |
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Laurens Ten dam |
Otros corredores "poco elegantes" han sido Jos Hoevenaers, Eddy Merckx, Joop Zoetemelk, Greg Lemond, Tony Rominger, Bjarne Riis, Santiago Botero o Isisdro Nozal. Del pelotón actual destacan en ese aspecto, además de los ya indicados (Voeckler por sus "posturitas" y su teatro, Ten dam por sus litros de baba y Froome por su postura, nerviosa en general, que incorpora cabeceos rítimicos, codos abiertos y constantes diálogos a través del pinganillo), a Jens Voigt, Cadel Evans, Stijn Devolder, Ryder Hesjedal, Tom Boonen, Bauke Mollema, Robert Gesink, Chris Anker Sorensen y especialmente a Daniel Martin.
Y ahora los ciclistas estéticos.
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Hugo Koblet |
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Jos De Schoenmaecker |
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Dietrich Thurau | | |
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Leo Schönenberger | | |
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Gianni Bugno |
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Abraham Olano |
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Pablo Lastras |
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Frank Vandenbroucke |
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Edvald Boasson Hagen |
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Tejay Van Garderen |
Ha habido muchísimos corredores elegantes: Fausto Coppi, Roger Rivière, Jacques Anquetil, Ferdinand Bracke, Gösta Pettersson, Roger De Vlaeminck, Francesco Moser, Daniel Willems, Fons De Wolf, Henk Lubberding, Stephen Roche, Jean-François Bernard, Andrew Hampsten, Erik Breukink, Rolf Sörensen, Pascal Richard, Evgueni Berzin, Franco Ballerini, Marco Pantani, David Plaza, Alessandro Petacchi, David Moncoutie, y muchos más que no recuerdo o que no he tenido oportunidad de ver, ni siquiera en vídeos colgados en internet.
De entre los actuales, yo me quedo (además de con los ya señalados), con Christian Knees, Filippo Pozzato, Nicki Terpstra y Rein Taaramae.
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