Viejos hoteles decimonónicos con persianas abatidas. Antiguas mansiones de káiseres y zarinas ya abandonadas. El antiguo trazado de un ferrocarril, hoy convertido en carril-bici, que unía la costa con las cortes de Mitteleuropa, relacionando de forma exótica a tenderos bigotudos y parlanchines con jóvenes herederos y príncipes sin corona, ociosos y enfermizos. Un teatro, hoy pasado de moda, convertido en el lugar de celebración de un festival de la canción (hoy convertido en un espectáculo berlusconiano más), lugar de encuentro de estrellas pasajeras de la canción, promovidas por discográficas ansiosas de copar el mercado juvenil, y cantautores atormentados, izquierdistas y suicidas. No, no se trata de una película de Fellini ni de una novela de Thomas Mann. Se trata de Sanremo.
Sanremo tiene el encanto especial de las ciudades decadentes. Quizá Benidorm sea así dentro de cuarenta o cincuenta años, aunque sin tanto glamour, por supuesto. Sanremo es también Via Roma. O el Corso Cavalotti. O el Lungomare Italo Calvino. Sanremo es sin duda también sinónimo de ciclismo: de la via Aurelia, de los capi, de la Cipressa, del Poggio. La Milano - Sanremo es la carrera (casi) inalterable, la Classicissima (cabría decir también la Lunghissima): salida junto al Castello Sforzesco, lluvia en el Turchino, escapada en la Aurelia, escaramuzas en la Cipressa, estacazos en el Poggio, descenso suicida del mismo, y sprint en Sanremo. Es la carrera del suspense, la carrera de la resistencia, la carrera de la tradición. La carrera más emocionante y más difícil de ganar de todo el calendario ciclista. La Milano-Sanremo marca el inicio de la Primavera: el inicio del nuevo año pagano.
En la cima del Poggio di Sanremo hay un bar donde se reúnen aficionados del ciclismo de toda la región, pero también suizos, austriacos, anglosajones, y algún despistado español. Este fin de semana, no ya en sábado como dicta la tradición sino en domingo, como dicta el mercado, me tomaré un espresso allí. Echando de menos a Freire, pero intentando disfrutar de un gran día de ciclismo y bicicleta, a pesar de los pesares.
IL POGGIO
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Inizio salita |
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De Wolf, 1981 |
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Fondriest, 1993 |
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Cancellara, Gerrans, Nibali, 2012 |
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Fine del Poggio |
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Inizio discesa |
L'ARRIVO: VIA ROMA / CORSO CAVALOTTI / LUNGOMARE ITALO CALVINO
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Gino Bartali, 1950 |
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Miguel Poblet batiendo a Rik Van Steenbergen, 1959 |
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Raymond Poulidor, 1961 |
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Eddy Merckx, por delante de Gianni Motta, Franco Bitossi y Felice Gimondi, 1967 |
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Michele Dancelli, 1970 |
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Roger De Vlaeminck, 1973 |
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Eddy Merckx, por delante de Francesco Moser, 1975 |
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Eddy Merckx, 1976 |
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Fons De Wolf, 1981 |
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Marc Gomez, 1982 |
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Giuseppe Saronni, 1983 |
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Laurent Fignon, por delante de Maurizio Fondriest, 1987 |
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Sean Kelly, por delante de Moreno Argentin, 1992 |
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Laurent Jalabert, por delante de Maurizio Fondriest, 1995 |
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Erik Zabel, 1997 |
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Óscar Freire, batiendo in extremis a Erik Zabel, 2004 |
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Mark Cavendish, por delante de Heinrich Haussler, 2009 |
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Óscar Freire, 2010 |
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Matthew Goss, por delante de Fabian Cancellara, Philippe Gilbert y Filippo Pozzato, 2011 |
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