lunes, 10 de febrero de 2025

2025 COMIENZA ENTRE POLÉMICAS QUE SE OLVIDARÁN

La temporada 2025 ha comenzado con el paso titubeante de un recién nacido, pero al poco de iniciarse su camino ya han surgido los primeros problemas, en forma de carreras inseguras y plantón de corredores como respuesta. En mi cabeza de cronista bullen desde hace días temas sobre los que hablar y debatir, en este bizantinismo creciente que impera en las redes sociales, sobre todo si se trata de un deporte o actividad de nicho, como se dice ahora. Algunos de esos temas, sobre los que llevo pensando más tiempo de lo conveniente, al salir de tanto en tanto en las redes sociales, son la limitación presupuestaria de los equipos, un posible draft para igualar a los equipos, las necesarias mejoras de seguridad (sin alterar sustancialmente la esencia del ciclismo) y los posibles incentivos para hacer de las etapas llanas, sobre todo en grandes vueltas, algo menos anodino. En gran parte son temas que me aburren y sobre los que no desearía hablar. Conclusión: es todo muy complejo y no tengo respuestas claras ni únicas. Es más, en estos tiempos de "gatillo fácil" e inmediatez, prefiero madurar mi opinión, sí, a la luz de los acontecimientos, dejando un tiempo para la prueba y la reflexión. 

Los sucesos de la Etoile de Bessèges han dejado al descubierto las divisiones internas del pelotón. Unos querían parar, otros prefirieron seguir, dando finalmente lugar a una fractura entre grandes y pequeños, entre emancipados y sometidos, entre prudentes y arriesgados, como se prefiera. Lo que parece claro es que los organizadores han priorizado otras cosas a la seguridad, quizá la retransmisión televisiva. El resultado no ha sido el esperado, de todos modos. Parece también claro que un sector de la sociedad, con sus prisas laborales u ociosas, no está dispuesto a compartir espacios con un deporte que se desarrolla al aire libre y cuyo estadio son las carreteras. Estos fallos flagrantes de seguridad, durante los tres primeros días de la prueba, tuvieron su respuesta oportuna por parte de los corredores, para nada censurable. Pero también se entienden las razones de aquellos que han querido seguir, siempre que lo hayan hecho movidos libremente por una deseo romántico de preservar el calendario menor, y no tanto compelidos por la rapiña de puntos. La perversidad del sistema obliga al pequeño a exponerse al peligro, si no quiere ver peligrar su condición. 

De Lie ganó la tercera etapa, con solo un compañero de equipo. Continuó, según sus palabras, para evitar que la carrera desapareciese el año próximo. 

Un coche entra en la ruta. No hay nadie señalizando o cortando el cruce. 

Durante la primera etapa, una larga sucesión de coches y camiones parados a última hora en la cuneta o el arcén. 


Caso ligeramente distinto fue el del Trofeo Andratx. Las pruebas mallorquinas nunca han cometido fallos organizativos y tampoco fue así en esta ocasión. El problema vino de las condiciones meteorológicas y del piso resbaladizo. Unas caídas iniciales propiciaron el plante. El día precedente ya hubo caídas en el descenso del Coll de Sóller, debido a la persistencia de zonas húmedas dado el poco tránsito de tráfico rodado que tiene el puerto. La experiencia me induce a pensar que fue esto lo que hizo que algunos ya tuvieran en mente el plante para el día posterior. Desconozco la gravedad de la situación meteorológica del día del plante; lo que sí ha trascendido ha sido la falta de comunicación entre corredores y organización. Para evitar algo así en un futuro, no queda otra que poner unas normas bien claras de partida. Si la cancelación se hace siguiendo un protocolo claro, y no sobre la marcha, se evitará dar una imagen de chapuza o de que los ciclistas no quieren correr. Tampoco ayuda la presencia al volante de ex-ciclistas con actitudes pasadas no precisamente deportivas, que al final parecen ser los que toman las decisiones. En Mallorca debieron pensar que era poco lo que había que obtener, hiriendo el orgullo del organizador, a cambio de lo que se podía perder. No se olvide que el comportamiento y las decisiones de muchos corredores están lejos de ser libres, estando mediatizadas por estos señores e incluso por sus managers. Una solución bien fácil para esta prueba hubiese sido permitir el abandono de quien quisiera y tomar la salida al día siguiente sin más historias, dado el formato de challenge. 

Si algo se recordará de esta challenge no son los ataques de Morgado o Christen, sino el del  organizador, Manuel Hernández. Con un objetivo claro: Rojillas. 

En fin, centrándonos en lo competitivo, las notas predominantes han sido las victorias de Hirschi y Pidcock en sus nuevos equipos, en La Nucia y AlUla respectivamente; el brillo de los jóvenes de UAE, con Morgado y Jan Christen; la victoria de Vauquelin ante la mitad del pelotón en Bessèges, así como una muy bonita edición de la Volta a la Comunitat Valenciana. A esta se presentaba una buena participación, con Almeida y McNulty por UAE, Hindley y Vlasov por Red Bull - Bora, O'Connor por Jayco - AlUla, Buitrago, Lenny Martinez y Bilbao por Bahrain, y Carlos Rodríguez por Ineos. 

La crono por equipos inicial, entre Orihuela ciudad (una de las localidades que debe tener más iglesias por m²) y Orihuela playa, finalizó con  victoria para Lidl - Trek y liderato para Mattias Vacek. El resto de equipos importantes quedó muy igualado. En la siguiente etapa, con final en alto en Benifato, Santiago Buitrago logró imponerse, rebasando en el último kilómetro a su compañero Bilbao, privándole así del triunfo. Almeida obtuvo el liderato gracias a las bonificaciones del puerto anterior. En los dos días siguientes se vio un equipo Movistar diferente, con Romeo obteniendo el triunfo en solitario en Alpuente y Pablo Castrillo lanzándose a la aventura por tierras del Maestrat, con victoria final para Buitrago en Portell de Morella sobre la sorprendente pareja formada por Milan y Söderqvist (la sensación de la prueba). El colombiano sentenció de ese modo la carrera, a falta del último día entre Alfafar (localidad afectada de lleno por la barrancada) y València, a través de los arrozales de la Albufera, con victoria esperada para Milan.

1º Buitrago, 2º Almedia, 3º Bilbao.

Iván Romeo gana en Alpuente. Al día siguiente se llevará una tarjeta amarilla por tirar a Gianni Vermeersch a la cuneta. 

No es el pasaje de Gois, como alguien decía en twitter, ni unas salinas, como decían en Eurosport.


Así pues, pruebas menores, como todos los años por estas fechas, pero que han dado lugar a la reflexión y al disfrute. Como siempre digo también por estas fechas, no hay que sobrevalorar estos comienzos, ni desde el punto de vista competitivo ni del de las polémicas: en dos o tres semanas ya los habremos olvidado. 

2 comentarios:

  1. Sin entrar en detalles de los problemas, y mucho menos en las posibles soluciones, yo lo que sí me quedaría es que el ciclismo es lo que es por la historia que tiene. Intentar cambiar algo de las raíces, de lo más intrínseco de este deporte, es modificar lo que precisamente ha hecho que trascendiera.

    Y no sé si entroncado con esto o no, está el hecho de que, como me pasa con las clásicas italianas de final de temporada, estas carreras se me parecen más a las de toda la vida. Incluso con sus problemas, claro. Y seguro que también influye que no están los 4 o 5 dominadores tan bestias que estamos teniendo (que hace un años era una delicia ver cabalgadas tan épicas, pero cuando se repiten tanto...).

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uno de los problemas añadidos parece ser que detrás de todas estas reivindicaciones de los equipos, algunas de ellas, como se ha visto, basadas en errores organizativos reales, está el globo-sonda lanzado desde hace ya algún tiempo sobre carreras en circuitos, incluso circuitos en Arabia. Eso sería la muerte del ciclismo tal y como lo entendemos, y aunque les interese mucho la pasta a algunos, sería pan para hoy y hambre para mañana, pues se produciría una deserción paulatina de aficionados.
      En fin, no creo que pase ni que tampoco estas carreras pequeñas vayan a desaparecer por una edición poco afortunada. El ciclismo en Europa, a pesar de los dominios personales que comentas, creo que goza de bastante salud. No ha ganado más popularidad de la que tenía, pero tampoco la ha perdido, cosa de agradecer.

      Un saludo!

      Eliminar