A falta de las etapas que a priori podrían considerarse decisivas, Evenepoel domina la Vuelta con brazo de hierro y con una holgada diferencia. Ha superado sin apenas abrir la boca los obstáculos que se le han planteado, en forma de rampas explosivas o subidas más prolongadas. A la manera de un personaje de Cronenberg, Evenepoel parece haber experimentado una transformación que le ha dotado de un "nuevo cuerpo", más seco, más liviano, pero igual de musculado: y en esta Vuelta, lo está poniendo a punto.
¿Cronenberg o Verhoeven? (vía @Ricard9000) |
En realidad ha habido poca historia en todas estas etapas. En los finales en alto, Quick Step ha permitido que la fuga alcanzase tiempo y se disputase la victoria. Luego, por detrás, Evenepoel ya se ha encargado de poner él solito las cosas en su sitio. Como era de prever, Roglic sigue siendo el ciclista que más se acerca a Evenepoel, gracias a su buena crono; pero parece como si hubiera perdido gran parte de su explosividad con respecto a los más jóvenes. Por su parte, Mas perdió tiempo en la crono, como era de esperar. A pesar de marcar buenos tiempos intermedios, el final, más quebrado de lo que mostraban los perfiles, se le hizo largo. Nada apunta a que ataque en montaña. Por lo demás sigue sorprendiendo el rendimiento de Ayuso y Rodríguez.
¡Que les devuelvan ya la dama de verdad y encierren esta en un hangar bien lejado del área 51! |
En cuanto a las escapadas que llegan a meta, en la etapa de Cistierna la ascensión a San Glorio y el viento a favor permitieron a los escapados plantear un bonito duelo al pelotón, llevándose al final el gato al agua. Fred Wright, Samuele Battistella y Jesús Herrada disputaron en cabeza el final a cinco, siendo finalmente el triunfo para Herrada, que inició el sprint más tarde que sus otros dos compañeros de fuga.
Una al palo más de Fred Wright. |
Luego, en las siguientes etapas de media montaña asturianas, se cumplió un mismo patrón, que ha vuelto a repetirse en el final en alto de ayer en Peñas Blancas: Quick Step deja marchar a la fuga por delante y, al llegar las rampas duras, Evenepoel asume el mando, comiendo aire y sin mirar atrás. En Colláu Fancuaya la victoria fue para Jay Vine, demostrando que los ganadores random de la Vuelta lo hacen por partida doble. En la lucha por la general, Evenepoel no toleró un ataque de Mas a falta de 100 metros, imponiéndose sobre el balear y sobre Roglic. Al día siguiente, en el muro de les Praeres, Evenepoel activaría su modo robocop para distanciar más a los rivales. Algunos, como Jai Hindley, naufragarían por completo. En la fuga, Louis Meintjes, con un estilo silencioso y liviano, muy gatuno, iría superando cadáveres para hacerse con el mejor triunfo de su carrera. No en balde está en el Intermarché de los milagros.
Su primer triunfo world tour (¡quién lo diría!) |
En la crono, Evenepoel llevó a su nuevo cuerpo a una velocidad de cincuenta y siete kilómetros a la hora. De ser espectadores no avisados, parecería mentira que un ciclista pequeño, ataviado con una braga-burka y un casco enorme a lo Loca guerra de las Galaxias, fuese capaz de infligir semejante paliza a sus rivales. Ya el tiempo de Rémi Cavagna, en modo "piloto probador", anunciaba la masacre, solo pudiendo ser rebajado por el de Primoz Roglic, que cumplió, en su línea. Y ayer, a pesar de que Evenepoel se fue al suelo tontamente en una curva y empezar la subida a Peñas Blancas con una herida sangrante en el muslo y alguna que otra magulladura en la mano, nadie osó atacarle. La victoria fue para Carapaz. Después de perder toda opción a la general, escaqueándose de un posible trabajo para Rodríguez o Sivakov (ya retirado por covid), el ecuatoriano aprovechó su oportunidad con el olfato que siempre le caracteriza y que tanto recuerda a ciclistas de otra época, con el punto de egoísmo e individualismo necesario para labrarse un buen palmarés personal.
De la etapa del cabo de Gata (de la que no he hablado), lo mejor fueron los paisajes. |
En fin, por mucho que se planteen nubarrones a la vista, Evenepoel parece disponer de la varita mágica para disiparlos de momento. La tercera semana tampoco creo que se le atragante, ni tan siquiera creo que sus rivales más cercanos le vayan a incomodar en exceso. El único que podría plantear algo serio, como triple ganador de la carrera al que poco le debe importar ya un podium, es Roglic; pero de momento no parece contar con sus mejores piernas. La única incertidumbre real en el camino parecen ser las medidas anti-Covid, en exceso estrictas y completamente desconectadas con la sociedad, desfasadas con respecto a la fase por la que transita la enfermedad, por fortuna ya domesticada.
De momento, imparable. |
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