Por fin Remco Evenepoel ha conseguido uno de esos grandes triunfos para los que parecía destinado desde su irrupción en el mundial junior de Innsbruck. Entonces a muchos ya se les llenó la boca con el apelativo de "nuevo Merckx", esgrimido con el mismo fervor con el que los idólatras de La vida de Brian se avalanzaban sobre la sandalia sagrada. Con su triunfo en Donostia no faltaron predicadores sobre la columna, hablando de que ya era mejor que Merckx a su edad. El 2020 lo comenzó con el 10 de Maradona a la espalda y lo reanudó tras el parón con una portada en el Marca. Pero el sueño pareció desvanecerse con una caída al abismo en el descenso de Sormano. En aquel momento, con el corazón en vilo, todos fuimos acérrimos de Remco.
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¡Primeras señales del nuevo Mesías! |
Evenepoel superó con sufrimiento y tesón su particular accidente de Blois, mientras otros ciclistas acaparaban la atención. Su vuelta a la competición no fue como esperaba, estrellándose contra la alta montaña del Giro de Italia. Solo al final del año sacó a relucir su calidad, desfondando incluso a su propio líder de selección en el confuso circuito de Lovaina. Este 2022 ha empezado para el menudo belga con duras ascensiones en Tirreno - Adriatico e Itzulia, recuperando en la Lieja por fin el golpe de pedal. En la superficie abombada de las Ardenas ha encontrado su particular tapete de juegos infantiles. Sin descensos técnicos ni adoquines, y grandes espacios para rodar sobre terreno quebrado, quizá sea la Lieja su carrera predilecta, siempre y cuando llegue en solitario. En sus toboganes puede accionar la máquina trituradora en la que se convierten sus pedales, ofreciéndonos un estilo propio de correr, no alejado en cuanto a distancia y forma del mostrado por Pogačar en la Strade Bianche.
Algo ha habido de semejanza entre ambas pruebas, independientemente de la dispar dureza y prestigio que las separa y la naturaleza diversa de sus protagonistas. En ambos casos se han dado circunstancias similares: ausencia de los dos anteriores ganadores de la prueba y ataque lejano, precedido de una caída terrorífica y determinante. También ambas carreras son fáciles de resumir, en cuanto que ha habido casi un único y exclusivo protagonista.
La escapada del día, bastante numerosa, ha acabado reducida a seis corredores tras pasar por Stockeu y Haute-Levée: dos corredores de
Total, Paul Ourselin y Fabien Doubey, dos de Lotto, Harm Vanhoucke y
Sylvain Moniquet, uno de Groupama- Fdj, Bruno Armirail, y uno de
Bingoal, Luc Wirtgen. En pleno descenso de la cota de Rosier, una aparatosa caída ha dejado fuera de juego a algunos de los favoritos, como Julian Alaphilippe. La caída del
campeón del mundo ha debido ser tan escalofriante que incluso Romain
Bardet se ha esperado para atenderlo, en un loable gesto de
deportividad, compañerismo y humanitarismo. El terrible accidente se ha saldado
con dos costillas rotas, un omoplato fracturado y un neumotórax para Alaphilippe. Otros perjudicados por la durísima caída han sido Lukasz Owsian, Jérémy Cabot, Élie Gesbert, Odd Christian Eiking, Ruben Guerreiro e Ilan Van Wilder. El belga de Quick Step, con traumatismo en la mandíbula, se perderá el próximo Giro de Italia.
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Una caída espeluznante |
Paradójicamente, la caída de Alaphilippe ha dado vía libre a Evenepoel, la única opción con la que contaba Quick Step a partir de ese momento. Bahrain ha seguido comandando el grupo, diezmándolo en la posterior cota de Desnié con varias aceleraciones de Mikel Landa. Sin poder irse en solitario, los intentos de Bahrain han sido continuados por Wout Poels, que ha intentado la fuga en el descenso hacia Remouchamps.
La subida a La Redoute se ha realizado a un ritmo controlado y tranquilo, con Ag2r, Quick Step, Bahrain y Education First copando las primeras posiciones. Benoît Cosnefroy, Neilson Powless y Remco Evenepoel parecían los mejor situados en la subida, a rueda Mauri Vansevenant, que marcaba el ritmo de la subida con sus rítmicos cabeceos. Poco antes de coronar, Evenepoel ha lanzado su ataque, con derrapada incluida. Faltaban 29 kilómetros para meta. Hacía tiempo que no se veía un ataque lejano desde La Redoute, pero el nuevo recorrido ha reducido la distancia entre la cota clave y la meta. Powless ha sido el más atento a la hora de responder, pero no le ha podido coger rueda. El grupo principal ha perdido en ese instante todas las opciones de victoria.
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Incluso le ha patinado la rueda |
A partir de ese momento, la carrera ha terminado. Evenepoel ha ido alcanzando a los escapados, uno a uno, descolgándolos a ritmo. Por detrás la respuesta ha sido tardía e ineficaz. En un primer momento, los Bahrain han colocado a Mikel Landa a liderar la persecución, pero viendo que el pulso se decantaba de forma clara en favor del belga, Caruso y Mohorič han debido arrimar el hombro. En la subida a Roche-aux-Faucons, el ritmo de Evenepoel ha sido más lento que el del grupo trasero y que el de otros años, pero la ventaja conquistada metro a metro en el llano descendente previo le ha servido para poder hacerse con la victoria. Enric Mas ha marcado el paso en la primera parte de la subida, y en la segunda Dylan Teuns ha intentado la arrancada en el punto crucial en el que se juega últimamente la carrera, pero ya ha sido demasiado tarde. Dani Martínez y Sergio Higuita le han cogido rueda en un primer momento, y más tarde lo hacían Aleksandr Vlasov, Marc Hirschi, Michael Woods, Alejandro Valverde y Enric Mas. Con tantas figuras detrás, algunas de ellas habituales ahorradoras de relevos, la caza era imposible. Vlasov ha intentado marcharse, ya para obtener simplemente el segundo puesto, siendo absorbidos todos en la misma ciudad por un grupo más numeroso.
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Coger ventaja en el llano, aguantar en la subida |
En el sprint por los puestos de honor, Quinten Hermans ha obtenido una meritoria segunda posición, derrotando a Wout van Aert. Con ese fantástico sprint, Hermans se ha quitado de encima la mala suerte que le ha acompañado a lo largo de su temporada de ciclocross. Por su parte, el campeón belga, agotado por los esfuerzos constantes de esta primavera, ha mostrado algo de debilidad en el sprint, pudiendo salvar la tercera posición frente a Dani Martínez gracias a su golpe de riñón. Se ha conseguido así un podium exclusivamente belga, algo que no sucedía desde 1976, con Bruyère, Maertens y Verbeeck.
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Fantástico sprint de Quinten Hermans, el Quique San Francisco belga |
La
calidad de Evenepoel es innegable y a pesar de que el muchacho no siempre caiga bien, hoy se merece todas las alabanzas. No ha habido recriminaciones a nadie, no ha habido reproches en meta, hoy se ha portado bien. Ni siquiera ha pedido relevo a Moniquet o a Armirail cuando los ha alcanzado: iba demasiado obcecado en su ritmo salvaje. El único síntoma de megalomanía se ha visto en meta, cuando ha hablado de sí mismo en tercera persona durante la entrevista, mala señal (como en el caso de Bahamontes). Pero en lo deportivo, ha sido el único que se ha anticipado a los demás, ha jugado sus cartas con valentía y agresividad, sabiendo aprovechar el cansancio acumulado en las piernas de muchos y el conservadurismo de gran parte de sus rivales. Ha hecho lo que mejor sabe hacer, acoplarse sobre la bici, hundir la cabeza entre los hombros y dar fuerte a los pedales, sin mirar atrás, sin importar quién lleve a rueda. Había incluso algo de estético en su rodar por los anónimos paisajes suburbanos que suele ofrecer la aproximación a Lieja. Solo en esos momentos de puro rodar se puede prescindir de todo el ambiente embarullado y polémico que le suele rodear.