Vive le Tour es un breve documental, naif y colorista, sobre el Tour de Francia de 1962. Es obra de Louis Malle, un director que siempre se mantuvo en los márgenes de la nouvelle vague, compartiendo con este heterogéneo movimiento el interés por la autobiografía y los sentimientos. En este documental, de marcado carácter didáctico, se van desmenuzando los aspectos más relevantes del deporte ciclista y de su carrera por excelencia, el Tour de Francia, incidiendo en su carácter de gran celebración popular. Ello no impide señalar el problema del dopaje. El ciclismo adquiere así un carácter festivo y sombrío. (Como diría Atshui Nakajima, la conjunción pero entre estos dos adjetivos es algo que solo tiene sentido en la mentalidad...del que no conoce el ciclismo, añadiría yo).
Precisamente debido a su tono didáctico, la película se convirtió en un catálogo de lugares comunes, explorados con menor originalidad por películas posteriores sobre ciclismo. Los desfallecimientos, las caídas, las razzias a los bares, los empujones...En su tramo final, ese tono alegre se va deshilachando, dando lugar a un montaje rápido de rostros desfigurados por el esfuerzo, contrapuestos a la gloria de los ganadores en París.
Para el aficionado fetichista, como es mi caso, este documental cuenta con un aliciente añadido, ya que muestra el primer Tour disputado por equipos de marcas comerciales. Un total de 15 equipos tomaron la salida, 7 equipos franceses, 6 italianos y 2 belgas, con todas las estrellas del momento (Anquetil, Van Looy, Poulidor, Bahamontes, Gaul, Darrigade, Baldini, Anglade, Altig, Carlesi...). A Goddet y Levitan el modelo parecía no gustarles demasiado, incluso el caricaturista Pellos había ironizado sobre el tema, pero el dinero mandaba.
De esta manera, un pelotón más vistoso, con marcas de aperitivos y electrodomésticos en sus pechos, se lanzaba a las carreteras de Francia, dejando atrás la época de los equipos nacionales, aun de forma temporal. Este fue, además, el primer podium de Poupou, que curiosamente apenas sale dos veces en todo el metraje. La cámara de Malle muestra más predilección por algunos rostros curtidos, como el del belga Hoevenaars, de lejano parentesco con Jack Palance, o el aristocrático perfil de Baldini, digno de un medallón renacentista. Se detiene en algunos ídolos mimados por el pueblo, como Dedé Darrigade, y también en los héroes de altos vuelos, como Bahamontes, y en los dioses caídos, como Van Looy.
Saint Raphaël - Helyett
Jacques Anquetil, Jean Graczyk, Michel Stolker, Rudi Altig |
Ignis
Ghigi
Guido Boni, Marco Minieri |
Liberia - Grammont
André Foucher, Henri Anglade, Jean Dotto. |
Gazzola
Marcel Ernzer, Charly Gaul, Bruno Martinato |
Pelforth - Sauvage - Lejeune
Joseph Groussard, Alan Ramsbottom |
Carpano
Leroux - Gitane
Wiel's - Groene Leeuw
Margnat - Paloma
Luis Otaño, Raymond Elena, Federico M.Bahamontes |
Peugeot - BP
Legnano - Pirelli
Peppino Dante, Imerio Massignan, Emilio Ciolli |
Philco
Faema - Flandria
Mercier - BP
Sprint de Bayona: de izquierda a derecha, Giancarlo Gentina (Carpano, 6º), Rino Benedetti (Ignis, 2º), Willy Vannitsen (Wiel's-Groene Leeuw, 1º), Bernard Viot (Peugeot - BP, 4º), Jean Graczyk (detrás, Saint-Raphaël - Helyett, 5º), Rudi Altig (maillot verde, Saint Raphaël - Helyett, 3º), Rik Van Looy (maillot arcoiris,7º).
Podium de París: 1º Jacques Anquetil, 2º Jozef Planckaert, 3º Raymond Poulidor
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