La edición de mañana de la París - Roubaix será sin duda la más abierta de los últimos años, pues no contará con la presencia de los dos grandes dominadores de las pruebas de adoquín de la última década, Tom Boonen y Fabian Cancellara. Para hacerse una idea de lo que ha sido esta particular diarquía en el terreno del adoquín, basta indicar que ambos han ganado siete de las últimas diez ediciones. En dos de las tres restantes han vencido dos respectivos gregarios, O'Grady y Tersptra, hecho que dota sin duda de más valor a la victoria de Johan Vansummeren en 2011.
De este modo, con la ausencia de estos dos jerifaltes (empleando la terminología habitual de Amat Carceller) la terna de favoritos se ha ampliado notablemente. O no tanto, si se tiene en cuenta el medio mes fantástico que está atravesando el equipo Katusha, con Alexander Kristoff a la cabeza. El noruego lidera el ranking de victorias del año. Su precipitada arrancada en via Roma le obligó a inclinar la cabeza ante Degenkolb, pero desde entonces todo han sido victorias: las tres etapas en línea en De Panne más la general final, la portentosa exhibición en Flandes, y el Scheldeprijs. En esa kermese deslucida en la que se ha convertido la Ronde, Kristoff hizo lo que quiso y cuando quiso. Secundó el ataque decisivo de Terpstra, casi lo descuelga en el Paterberg, tiró los últimos kilómetros prácticamente en solitario y lo remató sin piedad en la insulsa recta final de Oudenaarde. Tres días después ganaba el sprint del Scheldeprijs sin rivales, aunque con algo más de cansancio aparente.
De este modo, con la ausencia de estos dos jerifaltes (empleando la terminología habitual de Amat Carceller) la terna de favoritos se ha ampliado notablemente. O no tanto, si se tiene en cuenta el medio mes fantástico que está atravesando el equipo Katusha, con Alexander Kristoff a la cabeza. El noruego lidera el ranking de victorias del año. Su precipitada arrancada en via Roma le obligó a inclinar la cabeza ante Degenkolb, pero desde entonces todo han sido victorias: las tres etapas en línea en De Panne más la general final, la portentosa exhibición en Flandes, y el Scheldeprijs. En esa kermese deslucida en la que se ha convertido la Ronde, Kristoff hizo lo que quiso y cuando quiso. Secundó el ataque decisivo de Terpstra, casi lo descuelga en el Paterberg, tiró los últimos kilómetros prácticamente en solitario y lo remató sin piedad en la insulsa recta final de Oudenaarde. Tres días después ganaba el sprint del Scheldeprijs sin rivales, aunque con algo más de cansancio aparente.
Todo puede parecer más o menos normal, o cuanto menos no insólito, pues no se trata de la primera barrida de un solo corredor en una primavera. Sin ir más lejos, están los precedentes de Cancellara en 2010, Gilbert en 2011 o Boonen en 2012. Lo más sangrante es que a la tiranía particular de este corredor de veintisiete años, es decir, en el comienzo de su plenitud deportiva, se suma la de sus compañeros vejestorios, que deberían haber dejado ésta años atrás: Paolini (38 años) controlando el ascenso al Poggio y logrando la mejor victoria de su carrera profesional en una Gent - Wevelgem épica; Vicioso (37 años) superando la fractura de fémur del año pasado en el Giro e imponiéndose en el Gran Premio Miguel Indurain; y más recientemente, la exhibición de Purito (35 años) en el País Vasco. En este último caso puede decirse sin ofender a la verdad que Purito ha hecho la contrarreloj de su vida. Nada menos que segundo tras Tom Dumoulin. Bien es cierto que terminaba en uno de esos repechos que tan favorables son al catalán, pero cabe repetirlo, ha hecho sin duda la mejor contrarreloj de su vida. A los treinta y cinco años para treinta y seis. Cuando está ya para el retiro. Esta "racha", o tiranía gerontocrática, está ensombreciendo a las de Sky y Astana en épocas recientes, principalmente por la veteranía de los protagonistas. Si a una cosa recuerda es a la segunda juventud de Moreno Argentin. O a la bendita senectud de ese pillo llamado Chris Horner.
Aparte del noruego, que debería acusar la fatiga de ser humano, hay otros favoritos, como el sir mod. Sir Bradley Wiggins pretende convertirse en el séptimo vencedor "moderno" de Tour que inscribe su nombre en la París - Roubaix tras Coppi, Bobet, Gimondi, Janssen, Merckx e Hinault. Es decir, el mod tiene entre ceja y ceja, o entre patilla y patilla (aunque sería mejor decir ahora entre tatuaje y tatuaje), inscribir su nombre entre las leyendas más grandes del ciclismo. Una vez venza en Roubaix y bata el record de la hora, ya puede irse sin remordimientos de birras y drogas con sus amigos guitarreros. Para intentar alcanzar su objetivo deportivo contará con Thomas y Stannard como gregarios de excepción, tipos duros que han demostrado sobradamente su solvencia, despatarrando con su fuerza bruta en el llano a otros tipos curtidos como Boonen, Vandenbergh, Stybar, Terpstra o Sagan. Tom Boonen lo ha señalado como su favorito, aunque para su victoria el sir tendrá que contar con que no llueva, pues ya se sabe que la lluvia y él no se llevan muy bien, y la habilidad no es su fuerte. Los Sky contarán con una Pinarello con suspensión que parece el no va más, pero que quizá dé los mismos resultados que la Bianchi extraña que lucieron los GB-MG en la París - Roubaix de 1994.
De todas formas no hay que perder de vista a Degenkolb, del que apenas se habla y que puede hacerlo muy bien. También están los Etixx, un poco desquiciados por la falta de su referente en carrera y por los errores de juveniles que han cometido en las últimas grandes citas, y cómo no, también están Vanmarcke, otro que se ha limitado a perseguir a lo loco sin resultado alguno, y Sagan, que parece dominado por la apatía, en un equipo nuevo en el que se encuentra mucho más solo que en temporadas anteriores. El eslovaco parece que está mostrando los primeros síntomas de ese síndrome que afecta a las promesas del este, y que las hace declinar una vez conocen el irresistible cóctel de lujo, dinero y chicas guapas.
Quizá sea también el momento de Arnaud Demare, sabiendo lo bien que cuidan en La Française des Jeux la preparación de esta clásica. Tampoco se puede descartar a Lars Boom, Sebastian Langeveld, Bert De Backer, Maarten Tjaillingii, Jens Keukeleire, Jurgen Roelandts, Greg Van Avermaet, Johan Vansummeren, Bjorn Leukemans, Stijn Devolver, Sylvain Chavanel, Filippo Pozzato, Jens Wallays, Edward Theuns y, por qué no, Liuwe Westra. En resumen, Kristoff y los Sky (Wiggins y Thomas principalmente) parecen un paso por delante de los demás, sin descartar a Terpstra, Stybar, Degenkolb y Sagan si tiene su día.
Quizá sea también el momento de Arnaud Demare, sabiendo lo bien que cuidan en La Française des Jeux la preparación de esta clásica. Tampoco se puede descartar a Lars Boom, Sebastian Langeveld, Bert De Backer, Maarten Tjaillingii, Jens Keukeleire, Jurgen Roelandts, Greg Van Avermaet, Johan Vansummeren, Bjorn Leukemans, Stijn Devolver, Sylvain Chavanel, Filippo Pozzato, Jens Wallays, Edward Theuns y, por qué no, Liuwe Westra. En resumen, Kristoff y los Sky (Wiggins y Thomas principalmente) parecen un paso por delante de los demás, sin descartar a Terpstra, Stybar, Degenkolb y Sagan si tiene su día.
En cuanto a la carrera en sí, todo dependerá de las condiciones climáticas. Estamos habituados últimamente a los desenlaces "en seco". Tanto es así que Cancellara nunca ha corrido en mojado. Hay que remontarse nada menos que a la edición de 2002 para encontrar una París - Roubaix auténtica, en el sentido que le daba al término auténtico Sean Kelly. Si no se quiere ir tan lejos, el Tour del año pasado nos ofreció una versión reducida del infierno del norte (152 km. frente a los 253, 5 de mañana), aunque con la intensidad y el dominio tipo Mapei de los grandes momentos. Fue sin duda la etapa reina del pasado Tour, con una exhibición fuera de lo común del equipo Astana (Nibali, Westra y Fuglsang) y victoria final para Lars Boom. En esa mini-Paris-Roubaix, Sagan hizo cuarto, Keukeleire sexto, Westra noveno y Trentin décimo, de los corredores que correrán mañana.
París - Roubaix es la carrera para especialistas por excelencia. Corredores como Franco Ballerini, Frederic Guesdon, Servais Knaven o Magnus Backstedt dieron en ella lo mejor de sí mismos. También otros que no la consiguieron, como Juan Antonio Flecha. Es una salvajada que retrotrae a otros tiempos, aunque cabe recordar que la exclusividad del pavé "en bruto" solo la tiene desde 1968, cuando el recorrido se modificó para pasar por la zona de Valenciennes, con la troué de Wallers-Arenberg como sector estrella. Desde entonces ha dejado grandes momentos, demostraciones en solitario y también astutas jugadas tácticas, pero también bastantes resbalones inocuos y caidas graves. Algunos grandes, como Tom Boonen, se revelaron al gran público sobre sus adoquines. Se trata de una carrera que ha sabido mantenerse fiel a su esencia, sin alterarla un ápice para endulzar a nadie. Nunca ha hecho concesiones, siempre se ha ofrecido a los corredores con idéntica brutalidad, en un "o lo tomas o lo dejas" donde se miden muchas veces los auténticos actos de valentía deportiva. Repasemos, como hemos hecho con los anteriores monumentos, los principales protagonistas de su historia.
1. ROGER DE VLAEMINCK 103 puntos
1969 5º 6
1970 2º 9
1971 7º 4
1972 1º 10
1973 7º 4
1974 1º 10
1975 1º 10
1976 3º 8
1977 1º 10
1978 2º 9
1979 2º 9
1981 2º 9
1982 6º 5
2. FRANCESCO MOSER 74 puntos
1974 2º 9
1975 5º 6
1976 2º 9
1978 1º 10
1979 1º 10
1980 1º 10
1981 3º 8
1982 10º 1
1983 3º 8
1986 8º 3
3. JOHAN MUSEEUW 74 puntos
1992 7º 4
1993 4º 7
1995 3º 8
1996 1º 10
1997 3º 8
1999 9º 2
2000 1º 10
2001 2º 9
2002 1º 10
2004 5º 6
4. EDDY MERCKX 73 puntos
1967 8º 3
1968 1º 10
1969 2º 9
1970 1º 10
1971 5º 6
1972 7º 4
1973 1º 10
1974 4º 7
1975 2º 9
1976 6º 5
5. TOM BOONEN 71 puntos
2002 3º 8
2004 9º 2
2005 1º 10
2006 2º 9
2007 6º 5
2008 1º 10
2009 1º 10
2010 5º 6
2012 1º 10
2014 10º 1
6. FABIAN CANCELLARA 66 puntos
2004 4º 7
2005 8º 3
2006 1º 10
2008 2º 9
2010 1º 10
2011 2º 9
2013 1º 10
2014 3º 8
7. RIK VAN LOOY 65 puntos
1958 3º 8
1959 4º 7
1961 1º 10
1962 1º 10
1963 2º 9
1965 1º 10
1966 9º 2
1967 2º 9
8. GASTON REBRY 63 puntos
1926 3º 8
1928 4º 7
1929 5º 6
1931 1º 10
1933 7º 4
1934 1º 10
1935 1º 10
1936 3º 8
9. GILBERT DUCLOS-LASSALLE 54 puntos
1980 2º 9
1983 2º 9
1989 4º 7
1990 6º 5
1992 1º 10
1993 1º 10
1994 7º 4
10. RIK VAN STEENBERGEN 51 puntos
1948 1º 10
1951 3º 8
1952 1º 10
1956 4º 7
1957 2º 9
1958 4º 7
Otros corredores en activo:
Niki Terpstra (24 puntos): 5º 2012 (6), 3º 2013 (8), 1º 2014 (10)
Johan Vansummeren (21 puntos): 8º 2008 (3), 5º 2009 (6), 1º 2011 (10), 9º 2012 (2)
Sep Vanmarcke (16 puntos): 2º 2013 (9), 4º 2014 (7)
Filippo Pozzato (14 puntos): 2º 2009 (9), 7º 2010 (5)
Zdenek Stybar (11 puntos): 6º 2013 (5), 5º 2014 (6)
Y una mención especial para:
OCTAVE LAPIZE (37 puntos)
1909 1º 10
1910 1º 10
1911 1º 10
1912 4º 7
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