Desde 2020 el Tour de Francia no comenzaba con una etapa llana para velocistas. La etapa tuvo un desarrollo muy nervioso, propiciado por las ráfagas de viento lateral y por los pasos estrechos por las poblaciones del área de Lille, casi un continuo urbano. Las localidades seguían el modelo flamenco, de trazado lineal e iglesia gótica en el cruce de caminos. El Mont Cassel, paso adoquinado conocido por los Quatre Jours de Dunkerque, era el punto de inflexión en el bucle en torno a Lille. En el sprint por los puntos de la montaña se vivió uno de los momentos curiosos del día, con la caída de los dos escapados, Benjamin Thomas y Mattéo Vercher, provocada por el lanzamiento descontrolado de la bici por parte del primero, al ir cogido de las manetas.
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| Foto de B. Papon con uno de los momentos extraños del día. |
En los últimos 17 kilómetros, el equipo Visma - Lease a Bike, encabezado por el propio Vingegaard, aceleró la marcha, provocando un corte en el pelotón. En el grupo delantero estaban tanto Vingegaard como Pogačar. Vingegaard estaba acompañado por Jorgenson, Benoot y Affini, mientras que Pogačar contaba tan solo con la compañía de Wellens. También estaba Mas, pero no así Evenepoel, Roglič o Lipowitz. En el caso del belga, fue una nueva demostración de sus problemas de colocación, que ya le afectaron en la Lieja - Bastogne - Lieja. Además, el empeño trasero de Soudal - Quick Step y Red Bull - Bora por limitar daños fue escaso o insuficiente, demostrando que ambos equipos no confían plenamente en las posibilidades de sus líderes. Ya en la propia selección de participantes habían demostrado que diversificaban intereses, privilegiando las opciones de sprint. La contribución de los Alpecin al ritmo cabecero, sobre todo con Mathieu van der Poel, fue bastante crucial.
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| Paso del Mont Cassel del pelotón, con los Visma, Wellens y los Soudal delante. |
El sprint se resolvió con victoria de Philipsen, lanzado a la perfección por Rickaert, Mathieu van der Poel y Groves. Girmay, su principal oponente, se vio un poco ceñido contra las vallas, pero sin llegar a haber una obstrucción antirreglamentaria por parte de Philipsen, muy dado a ellas. Aparte de Vingegaard, Pogačar, Jorgenson y Mas, en el grupo delantero entraron también Tobias Johannessen y Kévin Vauquelin. Ben O'Connor sufrió una caída en el tramo final, pero al ser en la zona de protección se le dio el tiempo de cabeza. El grupo de Evenepoel, Roglič, Lipowitz, Skjelmose, Almeida, Carlos Rodríguez y Gall encajó 0:39, Storer, Adam Yates y Dunbar 5:18, Simon Yates 6:31 y Lenny Martinez, en un día lamentable e impropio de alguien que quiere hacer algo en el Tour, 9:11. De no haberse aprovechado de la estela de los coches, habría llegado fuera de control. Filippo Ganna y Stefan Bissegger tuvieron que retirarse por caída, siguiendo el protocolo por conmoción cerebral.
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| Victoria clara de Philipsen, sobre Girmay y Waerenskjold. |
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