domingo, 11 de mayo de 2025

EXCURSIÓN TURÍSTICA EN ALBANIA

El 108º Giro d'Italia comenzó el pasado viernes en Durrës, Albania, pasando tres días de excursión por el otrora hermético país, ahora abierto de par en par al turismo y al capitalismo. Poco ciclismo se ha visto, más allá de hermosos paisajes mediterráneos, con cierto punto todavía virgen, y localidades de nombres curiosos, con fachadas arregladas para la ocasión, pero trastiendas algo destartaladas y que hablan de sufrimientos pasados. Se sabía que este Giro iba a deparar pocas emociones en el plano de la competición: muchos buenos nombres estaban en la partida, pero muchos de ellos en la recta final de sus trayectorias deportivas o con muchos días de competición en las piernas. Estos tres días han sido una excursión campestre para casi todos, con excepción de Mikel Landa y de Geoffrey Bouchard, aunque este segundo caso haya llamado menos la atención.

El Giro bajo un mosaico de la época de Hoxha.

La primera etapa partía de Durrës y finalizaba en Tirana, previo paso por meta y ascendiendo en dos ocasiones la colina de Surrel, una localidad del extrarradio de Tirana, al este de la capital. Era un final movido que prometía emociones, como el de Turín del Giro pasado. Más allá de alguna pintada esporádica en honor al UÇK, durante todo el inicio de la etapa fue llamativa la presencia de policías tripudos en cada cruce, a modo de demostración de la capacidad organizativa del país. La ascensión a Surrel comenzaba en una calle flanqueada por casas bajas, con cables colgando de un lado a otro de la acera. Era llamativo el desinterés de la gente ante el paso del pelotón. Mujeres, niños y jóvenes caminaban por las aceras, sumidos en sus asuntos y quehaceres diarios. Como ya he dicho en más de una ocasión, esa indiferencia ante el evento no me molesta; es más, me parece sana, lo más normal del mundo. 

En la doble ascensión a Surrel, Lidl - Trek marcó un ritmo infernal, con todos sus efectivos en cabeza: primero Dan Hoole, luego Verona e incluso Ciccone en la parte final, reservando a Vacek para el lanzamiento del sprint de Pedersen. Los posibles rivales en el sprint fueron descolgándose, uno a uno: Sam Bennett, Kooij, Fretin y finalmente Groves. Van Aert pudo mantenerse en el grupo de cabeza in extremis.

En el descenso, una vez pasada una zona de curvas amplias, con restaurantes con vistas a la capital, se entró en una zona urbana algo más complicada. Ahí fue cuando tuvo lugar la caída de Landa, en dos curvas enlazadas y rápidas, apenas señalizadas, cuyo límite venía marcado por un bordillo y detrás un escalón. El único elemento protector era una mísera cinta puesta por el ayuntamiento. Primero cayó Landa, inmediatamente Vine y Strong (sin consecuencias), finalmente también Bouchard. Todos en el mismo punto. Las caídas de Landa y Bouchard fueron las más duras, al caer al escalón que había tras el bordillo de la acera. Un fallo de señalización y una curva complicada y poco protegida, han dado como resultado que ambos corredores salgan con vertebras tocadas, lo que les llevará a una larga recuperación, con algún tiempo inmovilizados. Puede decirse que Landa se despide de gran parte de la temporada, o incluso toda al completo. 

1ª etapa, Durrës - Tirana: 1º Pedersen, 2º van Aert, 3º Aular, 4º Busatto.

La resolución del sprint fue más ajustada de lo esperado entre Pedersen y van Aert. El corredor de Visma, que había tomado la salida con algún problema de salud, fue entorpecido ligeramente por Aular en su sprint, permitiendo de esta manera que Pedersen vistiese la primera maglia rosa. En ese movido final, Arensman y Daniel Felipe Martínez se dejaron tiempo. 

Al día siguiente tuvo lugar la contrarreloj por las calles de Tirana. Una crono breve, con una ligera ascensión a la colina arbolada del parque de Tirana. La crono se planteaba como el primer test de los favoritos y Roglič no defraudó, consiguiendo el segundo mejor tiempo, solo un segundo peor que el ganador, Joshua Tarling. Juan Ayuso se dejó 16 segundos con Roglič: no es un tiempo excesivo, pero desaprovechó un escenario en el que tendría que haberse mostrado más igualado a Roglič, sacándole incluso tiempo. En verdad el rendimiento de Ayuso en las cronos es extraño, puesto que unos días rinde a la perfección y otros no tanto. Hubo un bonito duelo por mantener el liderato entre Pedersen y Roglič, quedando en favor del esloveno solo por un segundo. De esta manera, tras la crono Roglič ya va por delante de todos sus adversarios directos: administrar la ventaja es siempre su táctica preferida.

Primer triunfo en una grande para el gigantón Tarling.


La crono sirvió para ver Tirana, con grandes avenidas, edificios de arquitectura reciente, algo presuntuosa (buscando el relumbrón fácil), y una plaza principal, la plaza Skandenberg, con el Palacio de la Cultura, edificio racionalista de la época de Hoxha. Una plaza comunista al modo de la Alexanderplatz, pero pasada por el tamiz de la arquitectura fascista italiana. 

La Universidad Politécnica de Tirana, antigua casa del Fascio.


Hoy se ha disputado la tercera y última etapa albanesa, con salida y meta en Vlorë. El gran atractivo de la jornada era el paso de Llogara, un montañón nacido en la misma costa, y por ello con reminiscencias del Sveti Jure croata o incluso del Babadag turco, aunque menos largo y duro. Podría decirse que la subida se desaprovechó al completo. Lidl - Trek marcó el ritmo idóneo para Pedersen, vigilados de cerca por los Red Bull - Bora, que veían con buenos ojos que el danés recuperara la maglia rosa. Los casi cuarenta kilómetros de bajada y llano de retorno a Vlorë invitaron a la cautela. Tan solo Fortunato y Bilbao lo intentaron, siendo cazados en el llano a la altura de Orikum. Esa tremenda subida del paso Llogara solo había servido para despejar el terreno a Pedersen y ponerle en bandeja un nuevo triunfo. 

Impresionante Qafa e Llogarasë (captura de @juanfdelacruz)

Segundo triunfo de Pedersen en Vlorë, por delante de Strong, Aular y Brandon Rivera. 


Así pues, esta Grande Partenza albanesa solo ha tenido el aliciente de ver al pelotón discurrir por carreteras y paisajes diferentes, pero poco más. De todas formas, ha sido mucho mejor que otras salidas del extranjero, mucho más anodinas y poco memorables, qué duda cabe, demostrando que la geografía albanesa es un buen terreno para el ciclismo y las emboscadas (que se lo digan a los partisanos...).  En su demérito, Albania ha contado con un Giro que no promete gran cosa, ni a nivel de recorrido, ni a nivel de lucha por la general. Se presenta a priori como una carrera igualada, pero de momento se han impuesto los favoritos. Se prevén grandes dosis de contemporización y cautela. De momento, ya hay un mismo ciclista con dos etapas. Quizá solo los paisajes nos librarán de la noia

A Roglič se le ve relajadísimo.



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