sábado, 15 de abril de 2017

BOONEN: TODAS SUS VICTORIAS

El pasado domingo Tom Boonen se puso su último dorsal como ciclista profesional, completando así una semitemporada de despedida, como ya hiciera en el año pasado su archienemigo Cancellara. Una temporada quizá sobrante, pero que le ha servido para darse un baño de multitudes en sus escenarios predilectos.

Con la marcha del que seguramente ha sido el mejor ciclista de la historia sobre el adoquín se van también 16 años bastante convulsos de historia del ciclismo.  Boonen se dio a conocer en la apocalíptica Roubaix de 2002, en aquel US Postal de Armstrong y Bruyneel, lampiño y mofletudo como un niño de Brueghel demasiado crecido, y años más tarde compartió fuga decisiva con Wiggins en la Roubaix de 2014, ya calvo y demasiado flaco en el estilo Grünewald que impera hoy en día. En el arco formado por ambos momentos ha visto caer a los primeros y el inicio del fin del prestigio del segundo. En cambio, el reconocimiento entre los aficionados hacia el campeón belga ha ido en aumento, a pesar de que en un determinado momento su status de yerno deseado se tambaleó con sus dos positivos consecutivos por cocaína. Estuvo a punto de convertirse en un Maertens o un Vandenbroucke más, a la deriva, sumergido en la espiral que conduce del dopaje a las drogas recreativas, como bien señalaban hace poco en Liberation

Pero más allá de sus rayas, coches deportivos, tatuajes y novias menores de edad, ademanes todos ellos de estrella del rock, Boonen debe ser recordado por su espíritu ofensivo, por su capacidad para machacar los adoquines a su paso cual Atila, y por ser  un corredor que no ha pecado de tirano, a diferencia de otros lideres. Si bien puede decirse que en los últimos años ha condicionado en exceso la táctica de Quick Step en las clásicas, también debe recordarse que al menos una Ronde de Devolver y la Roubaix de Terpstra llevan su firma. Además, pocas fotos más icónicas se encontrarán como aquella de la celebración compartida de la Milán -Sanremo de 2006, con él y Pozzato con los brazos levantados. 

Si tuviese que quedarme con una victoria de Boonen, lo haría con la París - Roubaix de 2009. Es indudable que el mundial es su victoria más prestigiosa y quizá la Ronde de 2006 fue la que ganó con más solvencia. Por otro lado, la París - Roubaix de 2012 fue su victoria más épica y la más insultantemente fácil.  Pero prefiero la de 2009 porque en esas fechas atravesaba su momento más bajo (con el positivo por cocaína el año anterior) y logró la victoria por carácter, sin estar al 100% de sus posibilidades. Mantuvo un bonito duelo con Pozzato en los últimos kilómetros, en los que se apreció todo el esfuerzo que aparentemente no salió a la luz en su victoria cancellariana de 2012. Aunque más allá de estas grandes victorias, Boonen en una reciente entrevista escogió sorprendentemente como su victoria más querida una intrascendente etapa del Ster Elektrotoer en 2004 sobre Voigt (al que califica también como su rival más difícil) y Moerenhout.  

Aparte de sus grandes victorias, Boonen también será recordado por algunas de sus derrotas. En el Muur Kapelmuur en 2010, cuando Cancellara supuestamente accionó el motorcillo que le llevó sin sudar apenas hasta la capilla, y también, cómo no, su dolorosa derrota el año pasado en Roubaix, en la que su defectuoso sprint permitió la victoria de Mathew Hayman. Ambas fueron derrotas amargas: la primera porque truncaba la recuperación de un Boonen "sano" y la segunda porque alejaba definitivamente la posibilidad del quinto adoquín.

Así pues, con las retiradas de Cancellara y Boonen desaparece una década de dominación mutua durante el mes de abril, que ha sido sustituida a menor escala por la de Van Avermaet y Sagan. Tras de sí deja nada menos que 123 triunfos, entre los que se cuentan también campeonatos nacionales, un récord casi imbatible en Harelbeke, etapas en el Tour (con maillot verde incluido) y en la Vuelta. El único reproche que puede hacérsele a Boonen es que tan solo corriese un Giro de Italia, ya en sus últimos años, sin apenas opciones de victoria, y predispuesto a abandonarlo antes de la montaña.


Triunfos de TOM BOONEN: 

2002 US POSTAL SERVICE (1)

2ª et. Uniqa Classic (Rabenstein)

2003 QUICK STEP - DAVITAMON (1)

3ª et. Ronde van België / Tour de Belgique ( Haacht)

2004 QUICK STEP - DAVITAMON (20)

2ª et. Tour of Qatar (Doha Hyatt Plaza)
1ª et. Vuelta a Andalucía (Sevilla)
G.P. E3 Harelbeke
Gent – Wevelgem
Scheldeprijs
1ª et. Tour de Picardie (Doullens)
2ª et. Tour de Picardie (Compiegne)
G.F. Tour de Picardie
2ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Knokke Heist)
2ª et. Deutschland Rundfarht (Wangen im Allgau)
7ª et. Deutschland Rundfarht (Leipzig)
Prol. Ster Elektrotoer (Veldhoven)
2ª et. Ster Elektrotoer (Nuth)
6ª et. Tour de France (Angers)
20ª et. Tour de France (Paris)
Omloop Mandel - Leie – Schelde
3ª et. Tour of Great Britain (Nottingham)
G.P. Rik Van Steenbergen
3ª et. Circuit Franco- Belgue (Mons)
4ª et. Circuit Franco- Belgue (Tournai)


Gent - Wevelgem 2004: Boonen vence a Backstedt y Kirsipuu.

2005  QUICK STEP - INERGETIC (14)

1ª et. Tour of Qatar (Doha Hyatt Plaza)
2ª et. Tour of Qatar (Qatar Olympic Commitee)
1ª et. Paris - Nice (Chabris)
2ª et. Paris - Nice (Thiers)
G.P. E3 Harelbeke
RONDE VAN VLAANDEREN
PARIS – ROUBAIX
2ª et. Tour de Picardie (Clermont)
1ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Ostende)
2ª et. Ronde van België / Tour de Belgique ( Knokke - Heist)
General Final Ronde van België / Tour de Belgique
2ª et. Tour de France (Les Essarts)
3ª et. Tour de France (Tours)
CAMPEONATO DEL MUNDO (Madrid)


Ronde van Vlaanderen 2005: vence en solitario después de un ataque a falta de 9 km.

Paris - Roubaix 2005: bate a Hincapie y Flecha al sprint.
Campeonato del mundo de 2005 en Madrid: bate a Valverde y a Geslin.


2006 QUICK STEP - INERGETIC (21)

G.P. Doha
1ª et. Tour Qatar (Al Khor Corniche)
2ª et. Tour Qatar (Al Khor Corniche)
3ª et. Tour Qatar (Khalifa Stadium)
5ª et. Tour Qatar (Doha Corniche)
General Final Tour Qatar
5ª et. Vuelta a Andalucía (Sevilla)
1ª et. Paris Nice (Saint-Armand-Montrod)
2ª et. Paris Nice (Belleville-sur-Saone)
4ª et. Paris Nice (Rasteau)
G.P. E3 Harelbeke
RONDE VAN VLAANDEREN
Scheldeprijs
Venendaal – Venendaal
2ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Knokke Heist)
3ªb et. Ronde van België / Tour de Belgique (Londerzeel)
1ª et. Tour Suisse (Baden)
1ª et. Eneco Tour (Hoogeveen)
3ª et. Eneco Tour (Westmalle)
5ª et. Eneco Tour (Balen)
6ª et. Tour of Britain (London)

Ronde van Vlaanderen 2006: bate con solvencia a Leif Hoste al sprint.


2007 QUICK STEP (11)

2ª et. Tour of Qatar (Qatar)
3ª et. Tour of Qatar (Khalifa Stadium)
4ª et. Tour of Qatar (Doha Golf Club)
6ª et. Tour of Qatar (Doha Corniche)
4ª et. Vuelta a Andalucía (Córdoba)
Kuurne - Brussel / Bruxelles – Kuurne
Dwars door Vlaanderen - Waregem
G.P. E3 Harelbeke
5ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Putte)
6ª et. Tour de France (Bourg-en-Bresse)
12ª et. Tour de France (Castres)

2008 QUICK STEP (15)

2ª et. Tour of Qatar (Doha Golf Club)
3ª et. Tour of Qatar (Camel Race Track Qatar Foundation)
6ª et. Tour of Qatar (Doha Corniche)
G.F. Tour of Qatar
2ª et. Tour of California (Sacramento)
PARIS - ROUBAIX 
5ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Putte)
4ª et. Ster Elektroter (Nuth – Schimmert)
7ª et. Österreich Rundfahrt (Wien)
1ª et. Tour de Wallonie (Soignies)
1ª et. Eneco Tour (Roermond)
4ª et. Eneco Tour (Ardooie)
3ª et. Vuelta a España (Córdoba)
16ª et. Vuelta a España (Zamora)
1ª et. Circuit Franco Belgue (Mons-en-Pèvele)

Paris - Roubaix 2008: bate a Cancellara y Ballan.


2009 QUICK STEP (7)

3ª et. Tour of Qatar (Doha Golf Club)
G.F. Tour of Qatar
Kuurne – Brussel / Bruxelles – Kuurne
PARIS - ROUBAIX 
Campeonato de Bélgica (Aywaille)
3ª et. Eneco Tour (Hasselt)
3ª et. Circuit Franco-Belgue (Ichtegem)

Paris - Roubaix 2009: vence en solitario después de un bonito duelo con Pozzato.


2010 QUICK STEP (4)

3º et. Tour of Qatar (Mesaieed)
5º et. Tour of Qatar (Madinat al Shamal)
5ª et. Tour of Oman (Musqat - Sultan Qaboos Stadium)
2ª et. Tirreno – Adriatico (Montecatini Terme)

2011 QUICK STEP (2)

1ª et. Tour of Qatar (Al Khor)
Gent - Wevelgem 


Gent - Wevelgem 2011: Boonen vence en un ajustado sprint a Greipel, Farrar y Bennati.

2012 OMEGA PHARMA - QUICK STEP (13)

7ª et. Tour de San Luis (San Luis)
1ª et. Tour of Qatar (Doha Golf Club)
4ª et. Tour of Qatar (Madinat Al Shamal)
G.F. Tour of Qatar
2ª et. Paris – Nice (Orléans)
E3 Prijs Harelbeke
Gent – Wevelgem
RONDE VAN VLAANDEREN
PARIS – ROUBAIX
Campeonato de Bélgica (Geel)
1 et. World Ports Classic (Antwerpen)
G.F. World Ports Classic
Brussels Cycling Classic


Gent - Wevelgem 2012: Boonen vence a Sagan, Breschel y Freire.
Ronde van Vlaanderen 2012: primera victoria en el nuevo circuito de Oudenaarde, ante Pozzato y Ballan.


Paris - Roubaix 2012: victoria en solitario con una larga escapada faltando 60 km.


2013 OMEGA PHARMA - QUICK STEP (1) 

2ª et. Tour de Wallonie (Engis)

2014 OMEGA PHARMA - QUICK STEP (5)

2ª et. Tour of Qatar (Al Khor)
4ª et. Tour of Qatar (Mesaieed)
Kuurne – Brussel / Bruxelles – Kuurne
1ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Buggenhout)
2ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Knokke – Heist)

2015 ETIXX - QUICK STEP (4)

1ª et. Ronde van België / Tour de Belgique (Knokke – Heist)
Rund um Köln
3ª et. Eneco Tour (Ardooie)
Münsterland Giro

2016 ETIXX - QUICK STEP (3)

1ª et. Tour de Wallonie (Mettet)
London-Surrey Classic
Brussels Cycling Classic

2017 QUICK STEP (1)

2ª et. Vuelta a la Provincia de San Juan (San Juan)

TOTAL: 123 victorias


martes, 11 de abril de 2017

DE DIERICKX A MERCKX PASADA LA TREINTENA

La París - Roubaix del pasado domingo fue una edición rara. Disputada a una velocidad endiablada, no se consintió la habitual fuga inicial y a diferencia de otras ediciones, los grupos cabeceros se sucedieron sin cesar, con una diferencia que en ningún caso superó el minuto, formándose y descomponiéndose mediante ataques y contraataques incesantes. Descrita así parecería una carrera alocada y por tanto atractiva; sin embargo, a falta de 30 kilómetros todo estaba más que decidido. En el Carrefour de l'Arbre entraron seis corredores y estaba claro, con la absoluta certeza de las intuiciones, que la victoria iba a ser para uno de ellos: para el de siempre, para el incasable Greg Van Avermaet.

Nadie puede con Van Avermaet esta primavera.


Si bien la París - Roubaix fue casi siempre una carrera de eliminación, en este caso no se pudo decir en ningún momento que el que quedaba rezagado estaba por completo eliminado. El viento trasero era el que forzaba una y otra vez el reagrupamiento, impidiendo que sacasen diferencia los grupos delanteros. Los tramos adoquinados no separaron el grano de la paja. Salvo en los casos de Naesen y Sagan, la carrera afortunadamente apenas fue accidentada. El tiempo fue benigno, primaveral como nos tiene acostumbrados últimamente la carrera, de manera que el polvo volvió a ser el protagonista y los ciclistas pudieron aprovechar las cunetas, esquivando en muchos casos el adoquinado. Siempre acababa llegando alguien desde atrás y así sucedió con el ganador de la carrera, al que se dio por eliminado antes de Wallers Arenberg y gracias a una combinación de factores acabó entrando de nuevo en la terna de posibles ganadores.

Como sucediese ya el año pasado, los primeros kilómetros fueron un tiovivo de ataques, en el que ningún equipo parecía conforme, mientras los líderes (Sagan, Van Avermaet, Boonen...) marchaban cómodamente en la panza del grupo. Finalmente se conformó un trío, con Jelle Wallays, Mickael Delage y Yannick Martinez. Jelle Wallays se mantuvo en la punta, aunque con diferentes acompañantes; posteriormente fueron Stijn Vandenbergh y Sylvain Chavanel sus compañeros de fuga. Por detrás, en el tramo de Wallers, a 5 kilómetros del decisivo Forêt, Van Avermaet tenía un problema mecánico y quedaba cortado, sin equipiers. Su suerte parecía cantada.

Van Avermaet persiguiendo y comiendo polvo.


La brecha de Wallers Arenberg se pasó como si nada. Los botellines volaron, las banderolas eran agitadas por un viento fuerte, pero ningún equipo forzó excesivamente el ritmo para eliminar definitivamente a Van Avermaet. Logró contactar con el grupo gracias a la ayuda de los coches - con el consentimiento del coche de dirección de carrera - y gracias al empuje del Katusha de Kristoff, también rezagado.

Wallers Arenberg pareció un "paseo", en una Roubaix a 45 km/h


A falta de 76 kilómetros para meta tuvo lugar uno de los momentos decisivos: en un tramo de asfalto, Sagan lo intentaba acompañado de su fiel Bodnar, dando alcance a Jasper Stuyven y Daniel Oss que marchaban por delante con unos metros de ventaja. Parecía una jugada acertada, en la que por fin el equipo de Sagan actuaba como tal. Sin embargo, un pinchazo inoportuno devolvería al eslovaco a su dura realidad de maillot arcoiris maldito. Quedaban por delante Oss y Stuyven, dos excelentes rodadores que podían hacer camino, e incluso pensé ilusamente que podían llegar a meta.

Por detrás de la pareja delantera se formó un grupo con dos Quick Step, Boonen y Stybar, dos Cannondale, van Baarle y Langeveld, más Sagan, Degenkolb y Van Avermaet. Tampoco fue la selección definitiva. A falta de 40 kilómetros la pareja delantera era cazada y la carrera comenzaba de nuevo, da capo.


BMC movió bien sus piezas. Oss anduvo delante gran parte de la prueba. 

A falta de 35 kilómetros Oss volvía a moverse, con la intención de permitir a su jefe ir al abrigo. Tras él salieron Langeveld, Roelandts y posteriormente Stybar, con nada menos que Sagan a rueda. El eslovaco intentaba de nuevo desembarazarse de un grupo de favoritos demasiado pegajoso, tanto como la amalgama de polvo y sudor adherida a las pieles de todos los ciclistas. Cuando parecía que por fin había logrado distanciar a sus rivales, un nuevo pinchazo lo devolvió allí de donde había salido. Entonces la realización televisiva comenzó a embrollarse; los acontecimientos se sucedían y de pronto Van Avermaet, seguido de Moscon y Stuyven, daba caza al grupo intermedio de Langeveld, Roelandts y Stybar. Ahora sí que se había logrado la selección, después de múltiples cambios en la jerarquía de la carrera.

Menuda primavera...


Van Avermaet se mantuvo a rueda, mientras Stybar y los demás intentaban dar alcance a Oss. Una vez neutralizado el melenudo trentino, pasó a desempeñar la tarea de gregario. De esta manera, Van Avermaet supo hacer aquello que le ha hecho letal en los últimos tiempos: chupar rueda en los momentos oportunos. En el Carrefour de l'Arbre forzó el ritmo, desgajó a Roelandts primero, y a Moscon y Stuyven después, quedando en cabeza tan solo con Stybar y Langeveld al salir del último tramo de adoquín real. Estaba clara, clarísima, la resolución de la carrera. Solo quedaba esperar al aburrido y consabido desenlace.

Van Avermaet empezó entonces su show. Con la mandíbula desencajada no pidió relevos. Neutralizó el intento final de Stybar, mientras Langeveld, muy justo de fuerzas, parecía contento con estar ahí. Actuó con sangre fría en el velódromo, permitiendo la entrada in extremis de Moscon y Stuyven, y a pesar del portentoso sprint de Stybar, el suyo fue todavía mejor. Por detrás, a 12 segundos, entró un nutrido grupo encabezado por Démare y Greipel, este último muy activo durante toda la prueba; con Boonen y sin Sagan.

Imbatible, infalible, rodando como si no hubiera mañana después de más de 200 kilómetros en las piernas, controlando las acciones de los rivales con la clarividencia del que ha realizado un viaje al futuro y ya sabe de antemano los movimientos de sus competidores, Van Avermaet parece hacer conseguido la fórmula de la victoria. La que aúna fuerza y lucidez. La que permite actuar como un auténtico Eddy Merckx.

Comiendo la moral a los rivales.

¿Quién lo hubiese dicho de este corredor hace cuatro años? Van Avermaet siempre fue un buen corredor, de eso no hay duda. Ganó el campeonato de Bélgica sub-23 y obtuvo resultados desde su primer año como profesional. Sin embargo, nos tenía acostumbrados a innumerables puestos de honor, a que alguien se interpusiese en su camino hacia el triunfo. En 2014 Cancellara hizo lo que quiso de él en la Vuelta a Flandes. Antes había languidecido en el Omega Pharma - Lotto, en el año glorioso de Gilbert. No controlaba las carreras, se limitaba a esperar acontecimientos y siempre había alguien más rápido, más listo, más fuerte. Ahora ya no es así. Precisamente desde que fuese exonerado de un asunto turbio de dopaje relacionado con el doctor Mertens y las terapias de ozono en 2015, su ascenso ha sido imparable.

A finales de 2014, con su victoria en Geraardsbergen en una etapa del Eneco Tour, se vio el advenimiento de un nuevo Van Avermaet. Lo de este año ya es exagerado, más si cabe sabiendo que ha estado malito durante el invierno. Su insultante superioridad ha eclipsado la despedida de Boonen, ha acabado por masacrar toda ilusión de Sagan por conseguir un nuevo monumento. Con treinta y dos años es capaz de todo. Analizando su trayectoria, es como si un típico corredor belga, omnipresente en las clásicas pero habituado a los puestos de honor, como por ejemplo André Dierickx, se hubiese convertido al pasar la treintena nada menos que en Eddy Merckx. 

martes, 4 de abril de 2017

RENACIMIENTOS Y GOLPES DE EFECTO EN LA RONDE VAN VLAANDEREN

El pasado domingo los aficionados al ciclismo asistimos a dos renacimientos, el del Muur-Kapelmuur de Geraardsbergen y el de Philippe Gilbert. El primero necesario y reivindicado sin cesar desde su absurda exclusión, y el segundo más insólito, y como todo lo que rodea al ciclismo, envuelto en bastantes dudas. Lo dos "desaparecieron" relativamente después de 2011 y han vuelto por la puerta grande. 

Una carrera se debe a sus hitos, y más todavía un monumento. ¿Qué sería la Milán - Sanremo sin el Poggio, la Lieja sin Stockeu, la Roubaix sin Wallers Arenberg o el Giro de Lombardía sin la Madonna del Ghisallo? Pues en eso se había convertido la Ronde: una carrera sin identidad a la que sus hermanas menores, la Gante - Wevelgem y la Harelbeke, le estaban lamiendo los talones. A pesar de los intentos de los organizadores por hacer tragar al aficionado la papilla final de Oude Kwaremont y Paterberg, el encadenado sacaperras no había logrado recomponer la esencia maltrecha de la prueba. 

De todas formas, poco se esperaba de un Kapelmuur situado a 90 km. de meta. Parecía incluido casi sin querer, a regañadientes. "Lo queréis, pues ahí va...a 90 km. de meta". Nada más lejos de la realidad. El terrible muro, profanado en su día por el demencial molinillo mecánico de Cancellara, fue el momento decisivo de la carrera. Boonen aceleró el ritmo y se formó un grupo muy selecto, mientras Sagan y Van Avermaet, cómodos en la panza del grupo, entraban en las rampas del Muur esperando acontecimientos. En ese corte primó más la colocación y el conocimiento del terreno que la fuerza bruta, aunque todo parecía prever un futuro reagrupamiento. Aun así se habían colado grandes favoritos y tipos peligrosos como Kristoff, Démare, Coquard, Chavanel, Vanmarcke, Stuyven, Moscon, Modolo...y nada menos que tres Quick Step: el propio Boonen, Trentin y Gilbert.  

El primer momento decisivo: Boonen acelera, tras él Moscon y Kristoff.
En la imagen inferior, Gilbert, Chavanel y Coquard. 

El campeón valón ya había realizado una demostración espectacular en el Kapelmuur durante los tres días de De Panne - Koksije, frente a uno de tantos Oricas, en aquel caso Durbrigde. Se le vio rodar como en sus mejores momentos, desenvuelto y agresivo como cuando con el maillot blanco del FDJ se lanzaba a ofensivas descabelladas, que en algunos casos, como la Omloop Het Volk de 2008, llegaban a meta. 

La trayectoria del campeón valón parecía en franca decadencia, muy alejada de la maertensiana temporada de 2011. En aquel momento, en el Omega Pharma - Lotto de Ibarguren, compartía equipo con Greg Van Avermaet. Al año siguiente ambos recalaron en BMC, uno como gran estrella, el otro como promesa aparentemente estancada. Las trayectorias de ambos belgas en el caótico BMC han sido divergentes: si bien en 2012 todavía la balanza se decantaba claramente por el valón, al que aun costándole ganar se llevó el mundial y dos etapas de la Vuelta, a partir de 2014 el lado de la balanza estaba claro. En 2016 el platillo de la balanza de Van Avermaet tocó definitivamente el suelo: Campeonato de Bélgica frente a Het Nieuwsblad, Tirreno-Adriatico, etapa del Tour, Juegos Olímpicos y Grand Prix de Montréal.  Van Avermaet comenzó a desarrollarse como una bestia intratable, mientras que el valón, una especie de Van Damme ciclista, parecía una sombra de lo que había sido. Hasta el pasado domingo, en el que se tomó su particular venganza sobre BMC y Van Avermaet. 

El grupo seleccionado por los Quick Step alcanzó una ventaja de un minuto aproximadamente, mientras detrás BMC tuvo que empezar a quemar a Oss. A falta de 50 km., en el segundo ascenso del Oude Kwaremont, Gilbert se puso en cabeza y sin levantarse del sillín comenzó a abrir hueco, mientras a su rueda Trentin favorecía el corte. A partir de ese momento comenzó el festival de Gilbert, mientras por detrás Trentin y Boonen marcaban al resto. Vanmarcke se fue al suelo al meter la rueda trasera en una junta de dilatación (parece mentira que sea flamenco) y una vez se dio caza al grupo del que había partido Gilbert, Boonen tuvo problemas mecánicos antes de su amado Taainberg. 

El segundo momento decisivo: Gilbert se avanza en el segundo paso por el Oude Kwaremont


Gilbert fue devorando los muros con solvencia, aporreando los pedales, con sus característicos chepazos, tan alejados del pedaleo redondo, mecánico e hiperfluido al que nos tenía acostumbrados Cancellara sobre estas rampas. Koppenberg, Taaienberg, Steenbeekdries, Krusiberg...iban cayendo uno a uno ante un Gilbert voraz, desconocedor de la fatiga. Mientras tanto detrás,  en el último minuto, Sagan y Van Avermaet intentaban subsanar su catastrófico error de colocación en el Kapelmuur, dando caza a Felline y van Baarle, que marchaban intercalados, y llevándose consigo a Olivier Naesen y Yoann Offredo. A pesar de los síntomas evidentes de debilidad de Gilbert, la suerte se alió con él. En el último paso por Oude Kwaremont Sagan lanzó su desesperado ataque, pues el valón todavía gozaba de aproximadamente un minuto de ventaja. El eslovaco arrancó sentado, sin lograr despegarse de Van Avermaet y Naesen, aprovechando al máximo el exiguo espacio de tierra entre el adoquinado y las vallas. La maldición del arco iris le cayó a plomo, como en Vía Roma, y se fue al suelo después de enganchar el manillar con la chaqueta de un espectador. Tras él se empotraron los dos belgas.

El tercer momento decisivo: Sagan se va al suelo, junto con Naesen. Van Avermaet huye. 

La specialized del eslovaco acabó hecha trizas, como bien sabe por experiencia propia Contador con bicicletas de ese fabricante. En cambio, la BMC de Van Avermaet estaba completamente intacta, y allá que se lanzó a la caza de su ex-compañero de equipo. Gilbert alcanzó la cima del Paterberg con notable sufrimiento, y en el interminable y anodino llano hasta Oudenaarde fue un goteo continuo de segundos en favor del trío trasero, formado por Van Avermaet, van Baarle y Terpstra. Aun así, Gilbert tuvo tiempo de hacer la innecesaria estupidez de bajarse en los últimos metros de su bicicleta, cruzando la línea a pie y alzándola sobre su cabeza, a la manera de Simeoni y Rosa. 

Una gran victoria fastidiada por una mala foto

La victoria de Gilbert ha dado lugar a múltiples polémicas: si Gilbert actuó por libre al lanzar su ataque lejano, si fue una apuesta inteligente, si hubiese llegado sin la caída de Sagan... discusiones estériles, pues "a toro pasado" es indudable que tan determinante como la caída de Sagan fue el error de colocación de él y Van Avemaert en el Kapelmuur. Lo que para mí no hay duda es de que la victoria de Gilbert ha supuesto el triunfo del ataque lejano sobre las especulaciones y demarrajes salvadores de último minuto, algo que también intentó Cancellara el año pasado y le salió también mal; ha supuesto el triunfo del Kapelmuur, con todo su encanto, sobre la rampa insustancial del Paterberg; y también la victoria de un Gilbert que se "cuida" tanto como en 2011 sobre las "terapias de ozono" de Van Avermaet. Un Gilbert atacante que se agradece que vuelva a la primera línea del ciclismo internacional, al menos para introducir un poco de variedad en el dualismo Sagan-Van Avermaet de los últimos tiempos.